Fotografía. Asamblea del Workshop Crearla, Madrid, 2022. Vista superior de una sala donde un numeroso grupo de personas está sentado en sillas dispuestas en círculo. Interactúan entre ellas. Algunas tienen papeles y cuadernos en sus manos. 
Asamblea del Workshop Crearla, Madrid, 22/10/2022

WorkshopCrearla: Construyendo colectivamente para impulsar la escuela inclusiva

El WorkshopCrearla es encuentro entre familias, estudiantes y profesionales desarrollado el 22 de Octubre de 2022 en Madrid, en el que compartimos un diagnóstico de la realidad escolar en relación a la inclusión, construido colectivamente durante 4 años.

Desde ese punto de partida, se pretendía generar un diálogo igualitario en el que construir líneas estratégicas para seguir trabajando de forma participativa, organizada y sistemática durante el año siguiente. No fue un congreso ni un curso al uso. Era un encuentro en el que cada participante se comprometía con la transformación del sistema educativo.

El encuentro se retransmitió en directo por PeerTube gracias al apoyo de xrcb.cat

  • Encuentra todos los detalles en el Dossier, disponible en PDF y online.
Portada del dossier 'Workshop Crearla'. Accede a la descripción completa en los enlaces que la acompañan.
Dossier del workshop
Imágenes de WorkshopCrearla:

Finalidad del encuentro

El Workshop partía de la investigación “Narrativas emergentes sobre la escuela inclusiva…” (RTI2018-099218-A-I00) que desarrollamos desde la Universidad de Málaga con la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, al igual que los anteriores encuentros participativos desarrollados en años anteriores.

Partía de la perspectiva de Booth (1998) cuando plantea la “tesis de la voz excluida”: esta metodología de investigación permite llegar a las perspectivas y experiencias de los grupos oprimidos que no podrían hacer oír sus voces con otras propuestas metodológicas.

Es decir, la investigación trata de cuestionar e incluso romper las relaciones de poder que dominan las prácticas investigadoras.

  • Accede al cartel, disponible en JPG.
  • Accede a la infografía del Workshop, disponible en PDF y online.
Cartel del Workshop Crearla: «Construyendo colectivamente para impulsar la escuela inclusiva. Familias, estudiantes y profesionales estableciendo juntos una hoja de ruta inclusiva». Organiza: 'Quererla es Crearla' y Departamento de Teoría e Historia de la Educación y M.I.D.E. de la Universidad de Málaga. Cuándo: el 22 de octubre de 2022, de 10:00 a 20:00 h. Lugar: Ateneo La Maliciosa. Calle Peñuelas, 12, Madrid.
Cartel del Workshop
Infografía 'Workshop Crearla'. Accede a la descripción completa en los enlaces que la acompañan.
Infografía del Workshop
Fotografía. Asamblea del Workshop Crearla, Madrid, 2022. Primer plano de Jorge Osa Fernández.

Qué pretendíamos con el Workshop

Conscientes del valor de lo que hemos ido construyendo, este encuentro partió de la idea de que estudiantes, docentes, familias y académicos podemos aprender unos de otros, colaborar en la elaboración de nuevas propuestas y desarrollar juntos nuevas posibilidades de acción. Por eso pretendimos:
  • Promover la construcción de redes de colaboración y activismo para la inclusión.
  • Difundir una evaluación participativa de la situación de la inclusión escolar, desde la experiencia.
  • Propiciar un lugar de expresión de deseos, preocupaciones, dudas y propuestas.
  • Restablecer la necesaria confianza entre profesionales, estudiantes y familias, a través de personas comprometidas con la democratización de las escuelas.
  • Diseñar líneas estratégicas para promover el desarrollo real y efectivo de la escuela inclusiva.
  • Organizar una gran Investigación Acción Participativa para promover la inclusión en el sistema escolar estatal
“La educación inclusiva no es algo técnico, sino una forma comprometida de activismo con un proyecto humanizador de la escuela, en el que el trabajo orientador se torna en investigación al servicio de la democratización del centro, visibilizando la violencia que está normalizada en las escuelas, y reconociendo el valor y la legitimidad de los saberes de toda la comunidad”
Guía “Una evaluación psicopedagógica para la inclusión” Colectivo Alterevaluación

Acuerdos desarrollados en el Workshop

De entre todas las propuestas desarrolladas en los tres talleres, durante la asamblea final se acordó desarrollar el siguiente DECÁLOGO DE PROPUESTAS:

  1. Durante el mes de Noviembre, cada Comunidad Autónoma o territorio constituirá un grupo motor, que debería tener los diferentes colectivos de la comunidad educativa en su interior: profesionales, estudiantes, familias, política, asociacionismo y universidad. Cada Grupo motor nombrará a una persona como enlace de coordinación con el grupo promotor y el resto de grupos de otros territorios.
  2. Desplegar un amplio trabajo de difusión del documental en todas las instituciones posibles, tratando de implicar a ayuntamientos y entidades, más allá de las propias. Se trata de implicar a la comunidad para generar debate público sobre la necesidad de la educación inclusiva, intentando hacer proyecciones en lugares emblemáticos. Toda esa información será publicada aquí. Para ello se diseñarán guiones que ayuden a generar debate tras el visionado del documental. Este guión será distribuido en un kit que se facilitará a cada entidad o persona que solicite hacer una proyección.
  3. Poner el estudio económico acerca de la escolarización segregada y la inclusiva disponible en el apartado ‘Defendemos’ de la web, concretamente el libro “El impacto de la Convención Internacional, CDPD, en la legislación educativa española”, páginas 74-79, y página 123.
  4. “Empaparnos” de la web, con la idea de exprimir al máximo el trabajo desarrollado durante los últimos años, trabajar en la misma línea y hablar el mismo idioma. Se trata de sacarles partido, tratando de experimentar y desarrollar las guías y materiales construidos.
  5. Crear talleres y formaciones de defensa de derechos, de activismo, de incidencia política, de Investigación-Acción Participativa, etc. Estos talleres, que estarán inicialmente centralizados para que todos los territorios puedan acceder a ellos como herramientas básicas, serán desarrollados online.
  6. Mejorar el diseño y los materiales de la web para hacerlos más accesibles. Esta tarea será coordinada por Sonia López.
  7. Crear una red de orientadores y orientadoras de todo el Estado, generando encuentros online. Para ello habrá que habilitar una dirección de correo.
  8. Tejer redes compartiendo historias. Belén Jurado pone a disposición “La habitación de Lucía” para seguir creando y compartiendo.
  9. Crear un argumentario definido con tres puntos fundamentales: argumento, razonamiento y evidencia. Trabajando en la argumentación con la visión positiva y negativa para poder identificar, argumentar y debatir. Se volcarán en QeC los temas que desde los diferentes territorios necesitarían para completar esta herramienta. Por otra parte, la creación de argumentarios debe ser ágil, para responder a la actualidad.
  10. Comprometerse como docentes con los diferentes colectivos y personas de la comunidad educativa, haciéndolos partícipes de nuestra docencia.
Fotografía. Asamblea del Workshop Crearla, Madrid, 2022. Intervención de 'Estudiantes por la Inclusión'.
“Hemos involucrado poco a poco a todo el alumnado y los compañeros a juntarse. Y estar todo el mundo juntos. Pero hemos empezado un poco tarde. Si hubiésemos empezado antes, ya hubiésemos cambiado un montón de cosas. Pero eso, poco a poco, se va consiguiendo.”

Amanda. Estudiante de Secundaria del CEIP La Parra, Almáchar

Fotografía. Workshop Crearla. Primer plano de 'Estudiantes por la Inclusión'.
“Nuestro grupo terminó el trabajo de la guía con una celebración: la de haber aprendido a conocernos, a apoyarnos y a creer que somos capaces de mucho más de lo que habíamos imaginado.”

Guía “Cómo hacer inclusiva tu escuela” Estudiantes por la Inclusión

Vídeos del Workshop


Teresa Rascón:—

En esta primera asamblea lo que vamos a hacer es que nos van a ir contando las distintas iniciativas que se han ido llevando a cabo a lo largo de todo este proceso. Hablarán los estudiantes sobre la experiencia que hemos llevado a cabo en La Parra, los distintos recursos que se han ido creando, etcétera. La idea, en este primer momento, va a ser presentaros un poquito qué es lo que hemos hecho hasta ahora, hacia dónde tenemos que ir.

Os dejo con Nacho.


Nacho Calderón:—

Como decía Tere, se trata de presentar que no venimos de la nada. Quienes estuvieron ayer en el estreno del documental pudieron ver que no venimos de la nada. Es decir, que ya hay cosas hechas, que venimos de trabajos. Ahora, lo que haremos será presentar qué es lo que hemos estado haciendo durante los últimos cinco años.

Lo primero que teníamos planificado es un paseo por la página web en la que están alojados todos los proyectos, todos los trabajos que hemos estado haciendo a lo largo de los cinco últimos años. Hemos dividido la página web en lo que «Queremos», «Sabemos», «Defendemos» y, después, «Creamos». «Creamos» está dividido en grandes bloques. Ahora, Luz Belén y yo os vamos a contar una de las ideas que tiene este proyecto, que lo hemos llamado «Hilando vidas». Lo que pretendemos mostrar, haciendo referencia a algo que decía Lulux por ahí hace algún tiempo, es «cómo puede ser que lo que me pasó a mí con mi hijo hace ya un montón de años, siga pasándoles a tantas madres y a tantos padres con sus propios hijos hoy».

Yo puedo decir lo mismo con la experiencia de mi hermano; sigue ocurriendo. Hoy, entonces, lo que se ha pretendido es justamente decir que no estamos sobre la nada, hay un suelo creador que son las vidas que se han ido tejiendo. Luz y Belén han estado participando en este proyecto de hilar vidas, como mucha otra gente que ahora vamos a enseñar, y pueden contar su experiencia muy brevemente.


Luz Mojtar:—

Bueno, yo soy más breve todavía porque quiero que hable Belén. De lo que comentaba Nacho de «Hilando Vidas», podéis ver que estamos haciendo un montón de historias de vida, relatos de vidas, gracias a mucha gente que pone a nuestra disposición una vida supervaliosa que queremos compartir, saber y conocer las realidades de muchas personas. En este caso, yo estoy muy implicada con la de Sandra. Personalmente, me emociono por estar aquí, en frente de ella. Aprovecho este momento personal para darle las gracias porque me ha abierto las puertas de su casa, de su vida y de su familia, y estoy aprendiendo mucho gracias a ella, a Belén y también a todo el mundo. Creo que para mí, esta es una de las cosas más valiosas que estamos haciendo, porque con la con las voces de las familias del alumnado estamos aprendiendo un montón.

Belén, cuenta cómo te has sentido. (Dirigiéndose a la audiencia) La de ella ya está terminada, la mía está en proceso.


Belén Jurado:—

Bueno, para mí ha sido difícil remover y sacar todos los años que hemos vivido. Pero creo que es muy importante visibilizar y que todo esto sirve para muchos de nosotros y para los que vendrán es complicado, pero creo que debemos hacerlo. Ha sido muy emocionante verlo. Para mí ha sido muy muy difícil porque a las madres no nos gustaría estar haciendo estas cosas. Nos gustaría estar cuidando de nuestros hijos de otra manera, pero en realidad no

nos queda otra, así que gracias a ellos estamos haciendo ese trabajo tan bueno, que creo que merece la pena ver.


Nacho Calderón:—

Son un suelo para nosotros y nosotras porque nos cuentan otras historias. Hay historias de estudiantes. Ahí están las historias de vida de Inar, Belén, Corina, Sandra, María, y José. Hay de profesionales, de madres…, bueno, son historias de vida que nos puedan ayudar. Hay relatos breves que nos han contado estudiantes, o que nos han contado madres activistas profesionales, que nos pueden servir como base para seguir pensando, porque no solo es leerlas, sino compartirlas.

Bueno, muchas gracias, Belén. El siguiente bloque de contenido es el de «Estudiantes por la inclusión». Que venga toda esa peña para acá.

(El grupo de «Estudiantes por la inclusión» se dispone a presentarse).

(Aplausos)

Nacho Calderón:— Venga, peña, con valentía. ¿Quién va a empezar? Malena. Este grupo de estudiantes ha estado haciendo uno de los bloques más valiosos del trabajo que hemos desarrollado a lo largo de los últimos años. Ahora os van a contar un poquito cómo lo hemos hecho. Va a ser todo muy breve.


Malena Calderón:—

Hola a todos y a todas, yo soy Malena Calderón. Vamos a explicar cómo hicimos la guía. No nos conocíamos de nada, yo conocía solo a una persona, que era Antón, y obviamente a mi hermano, pero a los demás no lo conocía. Conocí a Antón por Instagram, porque me mandó tres veces solicitud y yo no, no se la aceptaba, hasta que le pregunté a mi padre quién era y me dijo que era muy buen chaval, que lo aceptara. Entonces, claro, empezamos.

Mi padre nos preguntó si queríamos participar con mi hermano en un proyecto para la inclusión. Yo dije que sí, y mi hermano también. Y eso fue todo, ya luego nos empezamos conociendo en la primera reunión, y ya (risas).

(La audiencia ríe) (Aplausos)


Martín Zabaleta:—

Yo soy Martín Zabaleta Verde y voy a hablar de nuestras reuniones. Eran los jueves. Proponían un tema relacionado con las vivencias y situaciones de la escuela y debatíamos desde un punto de vista personal o de alguien cercano y, bueno, todas las opiniones eran importantes. Nos escuchábamos entre todos y fue una experiencia muy bonita. Pude conocer a gente muy muy bonita, muy encantadora.

(Aplausos)

Alberto Sánchez:— Bueno, yo soy Alberto Sánchez, vengo de Sevilla y voy a hablar de cómo nos sentíamos en las reuniones. Bueno, al principio fue un poco raro, porque no nos conocíamos apenas y daba un poco de vergüenza, ¿no? Pero después nos fuimos conociendo y tuvimos más reuniones y, como a todos nos unía algo, pues creamos un vínculo muy fuerte y, al final, estamos aquí y somos todos muy amigos.

(Aplausos)


Darío Calderón:—

Hola, yo soy Darío Calderón y voy a hablar de cómo sacamos las cosas importantes que vimos en las reuniones para meterlas en la guía. Lo primero que hicimos fue grabar las reuniones. Reuníamos todas las reuniones y sacamos las cosas más importantes para, después, poder meterlas en la guía y ya está.

(Aplausos)

(Indira se prepara para hablar. Nacho y Luz hablan con ella antes y le preguntan de qué va hablar.)

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Os están repartiendo por ahí la guía que han hecho, pero no solo se ha quedado ahí el trabajo, han hecho muchas más cosas, ¿verdad, Indira?


Indira Martínez:—

Sí.


Luz Motjar:—

Por ejemplo, les han llamado del concurso nacional de la ONCE para dar charlas a profesores y orientadores, ¿verdad? Cuenta un poco eso.

(Indira asiente)


Luz Motjar:—

Cuenta que tú hablabas online, te preguntaban… y ella hablaba de alguien, ¿de quién hablabas tú?

(Indira respira y se dispone a hablar)


Indira Martínez:—

A quien tenía mucho cariño es a Aniceto, que era el mejor profesor del mundo, pero la primera siempre ha sido mi madre.

(Indira le lanza un beso a su madre)


Indira Martínez:—

Y que es por eso por eso que que yo agradezco mucho a mi madre por todo lo que me ha ayudado, pero un montonazo.

(Indira le lanza otro beso a su madre)

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

¿Qué contaste, te acuerdas? ¿Qué hiciste allí o cómo te sentiste allí?


Indira Martínez:—

Pues me sentí bien porque sé que me estaban, pues, sé que me iban a escuchar, entonces bien.


Luz Motjar:—

A Indira la estaba estaban escuchando, estaba dando las clases a los profesores y profesoras, ¿verdad?


Indira Martínez:—

Sí.


Luz Motjar:—

Les estaba enseñando lo que había que hacer, que teníamos que ser como Aniceto, ¿no?


Indira Martínez:—

Sí.

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Y, aparte de ir a concursos y a formaciones, hemos hecho más cosas, ¿no?


Antón Fontao:—

Hola, me llamo Antón Fontao y yo creo que, bueno, en nombre de todo el grupo, creo que principalmente estamos aquí porque, obviamente, para mejorar la escuela, pero también porque no queremos que ningún niño o niña viva lo que lo mismo que vivimos nosotros […]. Una cosa que no soporto es que sea entre ellos, porque yo el año pasado le dijimos al tuto que una profesora no se estaba portando bien y, sin saber lo que nada, fue… eso, que se porten bien, y que asuman sus consecuencias. Por ejemplo, mi hermana, que no sé si lo puedo decir, pero mi hermana, ella va a una profa estupenda, pero es que, o sea, como le pasó a mi profesora de infantil, que le hicieron la vida imposible los profesores porque… ella quería hacer las cosas bien. Y, pues, pues, que queremos una escuela más inclusiva.


Leo Osa:—

Bueno, Jorge y yo vamos a hablar de lo que está ahí en la pantalla. Fue un día que nos invitaron a FEDAPA, a un congreso que estaba lleno de orientadoras y, bueno, más gente. Los docentes estaban hablando de sus propuestas sobre una escuela inclusiva y pudimos hablar cada uno de varios temas. Hablamos de la guía, pero también así de experiencias personales. Jorge os va a contar todo un poco. Pues, gracias a la reunión del congreso, pudimos presentar la guía delante de un montón de personas adultas y profesionales. Y gracias a toda esa gente que no que nos entendió. Esperamos que la guía tenga más potencia de lo que tenía en un principio.

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Bueno, pues, nada, nos despedimos y que la guía que os han repartido es el trabajo que hemos hecho juntos y juntas. La guía en realidad es un proceso de participación-acción participativa en el que el alumnado toma el protagonismo porque, al final, son los que más tiempo pasan en las escuelas. No entendemos mucho cómo son los que muchas veces menos hablan. Esperamos que os guste la guía y que la podamos poner en práctica en un montón de sitios para cambiar las escuelas.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Vienen ahora Susana Roja y Jesús Soldevila, que nos van a contar algo sobre uno de los encuentros. A ver si no me estoy equivocando, sí, sobre las conversaciones para orientar políticas.


Susana Roja:—

Buenos días a todos y a todas. Para nosotros es un auténtico placer estar hoy aquí y poder compartir este espacio con muchos

de vosotros. Nosotros teníamos el encargo de contar una de las acciones que se desarrolló y que, probablemente, muchos de los que estáis aquí, ya conocéis, porque estuvisteis. Otros no.

Nuestra función era compartir con vosotros y también invitaros a que visitéis ese espacio.


Jesús Soldevila:—

Fue un espacio en el que se hizo algo que parecía imposible, ¿no? Juntar mucha gente para hablar no. Se hizo durante la pandemia, cuando estábamos encerrados en nuestras casas. Es bonito que fuera en ese momento, porque era un momento en el que, una vez más, la humanidad sacó su cara buena y su cara mala, ¿no? Como nos explicó el señor Nacho Calderón, un día durante la primera ola del covid, se primaba la supervivencia de unas personas por encima de otras, lanzando el mensaje al mundo entero de que hay vidas que valen más y vidas que valen menos. Entonces fue bonito que en ese espacio en el que se estaban sacrificando vidas también hubiera la parte buena de la humanidad y se hicieran trabajos como este, y se diera espacio a las voces de las diferentes personas para hablar de la escuela que queremos, del futuro social que queremos también.

Cada semana nos encontrábamos personas de distintos grupos. Participaron familias, estudiantes de todos los niveles, familias que tienen hijos desde la etapa de infantil hasta quienes ahora se están intentando abrir una oportunidad en el mundo eh laboral, vivir y organizar su vida como hace cualquier otro joven. Nos encontramos investigadores docentes. También políticos. Fueron unos espacios abiertos de debate donde se plantearon cuestiones fundamentales sobre lo que está ocurriendo en la escuela. En esos hubo momentos donde todos nos emocionamos, en el sentido más amplio de lo que significa emocionarse.

Pudimos ver ayer en el documental, situaciones realmente duras que están viviendo muchos niños, niñas y jóvenes en las escuelas, que están viviendo sus familias y, obviamente, nos removió. Y si bien nos encantaría poder decir

que ojalá todo eso no ocurriera, lo cierto es que también sirve para que nos movilicemos. Creo que eso, sin ninguna duda, nos empuja a querer cambiar todo eso que está ocurriendo.

Y algo también muy importante en esos encuentros es que hablamos de las escuelas, las escuelas que las que vivimos y conocemos, de las escuelas que queremos. Y a nosotros nos parecía eso muy importante, porque son muchos los foros en los que se habla de inclusión y se habla de los diagnósticos y de los niños con tal cosa o tal otra no, y aquí no hablamos de eso. En todos esos eventos, de lo que se habló es del currículum, de la organización, de los apoyos, de las relaciones o de la falta de ellas. Se habló de oportunidades y, por tanto, hablábamos de contextos y no de lo que le parece que algunos quieren hacer creer: que la inclusión es hablar de lo que les pasa a algunos. Y no, tiene que ver con otras cuestiones.


Jesús Soldevila:—

Comentábamos con Susana que sería importante empezar a hablar solo de «escuela», sin apellidos ni adjetivos, entendiendo que la escuela ya es para todos, todas y todes, y ya está. En este sentido, también remarcamos el hecho de que era importante dar voz a esas voces acalladas, a esas voces muchas veces pisoteadas, y que la gente pudiera hablar sin las presiones que el sistema y el miedo que este muchas veces impone. Este fue un espacio justamente para que la gente pudiera expresar sus ideas de cómo querían que fuera esta: «escuela, a secas». Decir que todas esas conversaciones y todo lo que en ellas fue apareciendo dio forma a un documento de trabajo que tenéis ahora ahí, y que debería haber servido también para la aprobación de la nueva ley. Bueno, sabemos los que estamos aquí que muchas de esas reivindicaciones aún no han tomado forma, pero ese documento de trabajo está ahí y realmente es un documento interesantísimo para seguir pensando. Creo que muchas de las cuestiones que se plantean ahí vamos a seguir abordándolas a lo largo del día de hoy.

En él se hacían propuestas muy concretas y claras, como que desaparezcan los dictámenes de escolarización, que la asignación de recursos no se haga en función de los diagnósticos, por ejemplo, o que se mejore, o que la inclusión educativa sea una formación transversal en la formación del profesorado y no algo que tiene que ver solo con lo que se hace en algunas asignaturas y en algunas especialidades. Realmente son muchísimas las propuestas que ahí se recogen y que nos van a ayudar no solo a repensar las políticas en cada una de las comunidades autónomas, sino también a imaginar cómo juntos podríamos seguir avanzando. Y en ese sentido, solo para acabar, en las conversaciones algo que también ocurría es que creo que hay muchas personas que estamos alineadas con lo que aquí está ocurriendo; algunos son docentes, otros son orientadores, otros somos investigadores, y estamos con las familias y con los estudiantes que estáis aquí. Por tanto, esas alianzas que se fueron creando son las que tenemos que seguir fortaleciéndose. Y eso es lo que un poco coincidíamos en esta idea final, que era que no estamos solas, soles ni solos, que cada vez somos más, que esto ya no hay quien lo pare y que, usando la letra de Ketama que nos reíamos, «que no estamos locos, que sabemos lo que queremos»: crearla.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Muchas gracias, Jesús, muchas gracias, Susana. Ellos son

profesores de la Universidad de Cantabria y de la Universidad de Vic. Sobre esto último que han dicho de cómo fortalecemos nuestros vínculos y creamos redes valiosas, yo creo que hay un ejemplo en este trabajo de cómo se pueden construir redes valiosas que pueden mover políticas. Esto quizás no sirvió tanto para generar la LOMLOE, pero en cada comunidad autónoma se hacen políticas

educativas y este mismo instrumento puede servir para ordenar políticas

educativas dentro de cada comunidad o de cada territorio.

Muy bien. El siguiente espacio es para Susana Fajardo, Carmen Moreno y Sonia

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Buenos días a todas y a todos. Es una maravilla ver este auditorio lleno. Bueno, a nosotras nos ha tocado un poco enlazar con lo que acaba de decir Jesús y con lo que acaba de decir Susana. Queremos crearla y para ello hay unos apartados muy concretos en la página web, donde se ha estructurado toda la información y donde que queremos incidir las tres, como parte de un colectivo de un trabajo coral que hemos venido realizando durante muchísimo tiempo. Cada una, dentro de sus posibilidades, hemos ido aportando lo que hemos podido en cada momento: nuestras vidas, que son valiosas en sí mismas, y por eso queremos una educación inclusiva como el único cambio y la única escuela posible para poder construir, a continuación, una sociedad inclusiva. Indudablemente, ese es el único camino. Queremos también cambios reales. Una estructura que sea un cambio sistémico, que no sean cambios accesorios para una persona concreta en un momento dado, sino que sean cambios que perduren en el tiempo.

Y que no sean estructuras inamovibles a las que otra vez nos tenemos que volver a adaptar, sino que tenemos que avanzar hacia la educación inclusiva con la perspectiva de que es un proceso de transformación que va a perdurar por siempre. Sabemos que, indudablemente, solo el cambio será posible si hacemos demanda, si somos una masa social suficiente, pero también sabemos que todos los grandes procesos sociales empezaron con muy pocas personas. Incluso las propias personas del propio colectivo muchas veces no creían en esos cambios sociales. Sabemos que son caminos que duran en el tiempo, pero tenemos que ejercer y tenemos que ser capaces de establecer esas redes en los territorios y de vertebrar para construir y hacer más grande esa masa social.

Sabemos, además, que el cambio es posible, y es posible porque lo vemos, lo

palpamos, lo sentimos. Vemos a profesoras y a profesores de colegios que hacen procesos de transformación, que cambian la vida de las chicas y los chicos, del alumnado en todos los sitios de España. Con lo cual, es posible y tenemos que avanzar hacia él. Defendemos lo que no sería necesario defender, que es un derecho inalienable de nuestros hijos y de nuestras hijas, del alumnado en sí. Los padres no podemos ejercer como vulneradas del derecho, sino como defensores del mismo, entendiendo que no nos corresponde a nosotros. Además, ese derecho está refrendado por textos legales, internacionales y nacionales, desde la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, pasando por la Constitución o los derechos del niño.

Defendemos que la educación inclusiva no es solamente para el alumnado tradicionalmente excluido para, el alumnado tradicionalmente etiquetado, sino que mejora la vida de todas las personas. Así que, por eso, queremos, como resumen, una transformación profunda del sistema educativo vigente. Que debe iniciarse ya, porque sabemos que es el único sendero que podemos recorrer, dando pasos firmes hacia una sociedad más justa. Defendemos así nuestro derecho y nuestra obligación de iniciar este cambio, todas y todos como actores de este cambio, desde las distintas posiciones que ejercemos en la sociedad, desde lo individual hacia lo colectivo.


Nacho Calderón:—

Muchas gracias. Esto es un trabajo, de nuevo, colectivo, no hay un solo trabajo que se está presentando individual. Marta y Paula vienen ahora, que van a presentar un proyecto.


Marta Casal:—

Hola, yo soy Marta y mi compañera es Paula. Vamos a hablar un poquito de un par de vídeos. El nombre de ‘Quererlas es Crearla’ forma parte de esto. Son muy cortitos.

(Se proyecta el tráiler de ‘Quererla es Crearla’. Transcripción disponible en este enlace.)

(Aplausos tras la proyección)


Marta Casal:—

Vamos muy justillos de tiempo. Estáis viendo ahora otro vídeo, del pedazo del artista, Leo Osa, que forma parte del grupo de «Estudiantes por la inclusión», también.

(Aplausos)


Marta Casal:—

Leo Osa está sentado allí, (risas) junto a la madre que lo parió. El video surge de algo que nos unía a todos y a todas en el grupo de familias, un sentimiento común: la soledad de nuestros hijos e hijas en la escuela. Creo que era un sentimiento tan fuerte, que pensábamos que uno de los mensajes que teníamos que lanzar era este, y una apelación a todas las personas que están en la escuela, toda la comunidad educativa. Está pasando esto y no podemos tolerarlo ni normalizarlo como se está haciendo.

«Quererla es crearla», un nombre que, al final, es un lema, fue un nombre también creado colectivamente, mediante lluvia de ideas en un documento colaborativo, hasta que fueron encajando las piezas. Había una idea muy clara: ya estaba bien de hablar de educación inclusiva, educación, inclusiva, como si nos abordase por la calle cuando salimos, cuando realmente no existe. Entonces, teníamos que hacer visible un lema que contuviese la denuncia y también la capacidad y las ganas de hacer eso, «Quererla es crearla». La

queremos, pero no existe. Entonces, tenemos que hacerla. Y luego, surge el vídeo hace un año y medio, más o menos, en el verano del año pasado. Floren nos incitó un poco y nos ayudó a vernos un poco desde fuera, también el discurso de las familias. Nos empezó a enseñar algunos vídeos…


Paula Verde:—

Bueno, había uno maravilloso, que nos enseñó que fue el germen de este vídeo, claro. Queríamos una cosa transversal que rompiese y que pusiera un poco qué cosas que se han conseguido, que lo vamos a conseguir y que era un poco esta idea sobre la que estuvimos trabajando, como dice Marta.


Marta Casal:—

Sí, el vídeo nos dio un poco inspiración y nos animó a hacer nuestro propio primer vídeo para el mensaje de ‘Quererla es crearla’. Creo que había algunas ideas clave: la conexión de la escuela inclusiva con la lucha por los derechos humanos. Queríamos insertarnos dentro de toda esa historia de la que muchos y muchas nos sentimos parte. Queremos que esos movimientos se sientan interpelados por la necesidad de hacer esta lucha porque, ayer lo decía Concha, nunca sintió la acogida o el apoyo en otros grupos colectivos o movimientos. Ser parte de todo de lo que hablábamos ayer, ser parte de todas estas luchas por el avance de los derechos de todas las personas. Entonces queríamos hacer esa apelación y poner el foco en que hoy en día esto está pasando y hay una tolerancia enorme hasta la violación de derechos. Lo vimos ayer otra vez, una tolerancia impresionante

Manu Viqueira es el creador, el productor, un artista audiovisual de Coruña y amigo que captó muy bien lo que queríamos hacer. Elaboramos el guion también como un documento colaborativo entre todos y todas, y salió esto que ya verán.


Paula Verde:—

Bueno, yo quería que hablase Marta porque tiene una capacidad de hablar impresionante, aunque yo hablo mucho normalmente. Quería decir que detrás de todo esto no hay personalismos. Queremos que todo el mundo se identifique con ‘Quererla es crearla’, por eso no queremos nombres ni representantes, queremos que alguien que vea esto diga «yo soy ‘Quererla es Crearla’». Por este motivo estamos aquí, imagino. No tengo nada más que decir.


Marta Casal:—

Simplemente, que vean con calma el vídeo que hizo Leo sobre la solidaridad del alumnado. Creo que ambos vídeos son herramientas muy útiles en los centros; los he usado con alumnado de secundaria y funcionan muy bien.


Nacho Calderón:—

La actividad que tengamos ahora también en las redes mientras estamos escuchando y compartiendo lo que está ocurriendo, es una forma de darle fuerza a todo esto. Continúan Jesús y Raúl con el workshop Orienta, que es el antecedente de este workshop de hoy. Fue en el que nos estrenamos y aprendimos a hacer algo que no habíamos hecho hasta ese momento.

También diría que cada uno de los apartados de la página web tiene la producción, pero después hay otra al final. Verán que, además de todo lo que se ha producido, hay producciones científicas a colación con eso, para dar consistencia a lo que está haciendo la gente.


Raúl R. López:—

No sé cuándo comenzó la cosa, pero nos encontramos en el workshop. Nos encontramos profesionales y familias principalmente, algunos hijos también. Para mí fue un encuentro muy enriquecedor. Lo que me gustó mucho de ese workshop es que hubo un momento para la queja y mucho tiempo para no quedarnos en la queja, sino empezar a construir desde el principio. Recuerdo que Susana lo dijo muy bien: «Esto está muy bien, pero el lunes ¿qué vamos a hacer cada uno?». Y hubo un lunes, y un martes, y un miércoles, y fue muy interesante.


Jesús Moreno:—

Para aquellos que no estuvieron, fue un encuentro que en realidad yo viví o entendí un poco como catalizador, porque había ya fuerza y la intención de la gente de encontrarse. Y eso sirvió un poco como punto de encuentro, también como casi disparo de salida para muchas cosas. Todas las cosas que han pasado creo que tienen un poco que ver con el workshop en realidad. Y lo que he dicho Nacho antes, yo estaba pensando y decía: «Ya somos amigos». No, yo lo creo así porque, en realidad, ya somos amigos, ya éramos amigos y no solo nos hemos hecho amigos. Más allá de una idea de amigo naif, está la de amigos que son combatientes.

Y lo que nos ha hablado un poco Raúl, aunque hay poco tiempo, nos parece que es importante que aquí haya mucha gente que estuvo en el workshop y que, en vez de contar nosotros, pasemos el micrófono a dos o tres personas y que digan qué significó para ellos. A mí sí me sirvió personalmente y empiezo yo, porque yo estaba, y Nacho lo sabía a medio gas en aquel momento, pero me sirvió para engancharme y para que dejara de lado mi tesis y la empezara en realidad.

¿Quién quiere decir lo que significó el workshop?


María José G.:—

Pues no sé, para mí fue muy emocionante el poder encontrarnos en aquel momento. Hace 4 años, imagino que cada uno de nosotros, pero yo hablo personalmente por mí, estaba en otro punto y para mí fue un chute de energía, una emoción que en aquel momento me desbordó. Los que estuvisteis sabéis que yo no pude hablar, y que si me hubiese podido meter debajo de una piedra, me hubiese metido. Me desbordó el cariño también que recibí. Y claro, en ese momento, las comisiones que se crearon, yo como pedagoga.


Raúl R. López:—

Sí, se formaron tres comisiones: una sobre la escuela, otra sobre todo lo jurídico y otra sobre la evaluación pedagógica. A raíz de eso, a mí lo que me llamó mucho la atención es que teníamos una finalidad en común, pero muchas miradas diferentes de cómo llegar, todo un proceso. Es lo que Jesús dice: «Hemos llegado a ser amigos de puntos de vista diferentes». Ha ido siendo un proceso además de amistoso, muy amoroso, porque se veía la buena intención. Hasta en los que estábamos más equivocados, había una transformación, un aprendizaje, muy difícil, porque había que desaprender y al desaprender. Todo lo importante que yo era quedaba en nada y había que empezar de cero. Igualándonos bajo una línea común.

Hubo un encuentro en Yecla y, posteriormente, se hablará de «AlterEvaluación».


Jesús Moreno:—

Simplemente, quiero destacar el valor que tuvo aquel encuentro y que, creo, que queremos que tenga este. Lo que decían las compañeras antes es crucial: no se celebró en la Universidad de Málaga per se, yo no lo siento como de la Universidad de Málaga, en realidad lo siento como de la gente, y lo que se construyó fue, en realidad, un grupo de, aproximadamente, 100 personas de distintas partes de España que estaban trabajando e investigando juntas. Fue una especie de diagnóstico inicial para ver qué podemos hacer.


Nacho Calderón:—

Muchas gracias a los dos. Ahora sí, vienen Carmen Saavedra y Leticia.

(Aplausos)


Leticia Barbadillo:—

Bueno, a nosotros nos ha tocado un poco presentar y convencerlos, si no estaban ya convencidos, de que abracéis el ‘tocapelotismo’, de defender todo el trabajo de disentimiento. Si estáis aquí, suponemos que el paso ya lo habéis dado. Alejandro lo resume muy bien en la frase: «¿Qué necesidad tenía el estado de convertirme en un activista?» Supongo que, desde un rol u otro, desde familias o profesionales, nuestras experiencias nos han convertido en disidentes, en resistentes, y la historia nos da la razón.

Carmen Saavedra:— Nos da la razón en que ha habido muchas luchas, muchos grupos oprimidos que, aunque no estén en una situación ideal, sabemos que son grupos oprimidos y que su situación debe cambiar. ¿Y cómo lo han hecho? Disintiendo. Entonces, tenemos que disentir, y disentimos desde el primer momento en que tienes una tutoría y te dicen que no aceptas a tu hijo y tú te lo crees durante mucho tiempo. Hay gente que se muere creyéndose eso, pero no sé por qué algunas personas, porque conocemos a otras personas, decimos: «¿Pero qué me están diciendo?», «¿Cómo que no acepto a mi hijo?», «¿Cómo no voy a aceptar a mi hijo?», «¿Qué madre no va a aceptar a su hijo?».

Lo que no aceptamos es que no tenga derecho a educarse, a aprender. ¿Qué ser humano no puede aprender? No podrán aprender todos lo mismo ni llegar al mismo sitio seguramente a lo que teorizan que tienen que llegar, pero evidentemente todo el mundo puede aprender y todo el mundo tiene derecho a estar con todos. Aunque el consenso está muy valorado, siempre que se aprueba una ley por unanimidad nos parece maravilloso, y yo, hasta que no hicimos esta guía del disentimiento, no me había planteado lo necesario que es disentir. Y no siempre la mayoría tiene razón.

Lo más importante de todo es cuando empieza a disentir el que está en una situación de privilegio. Ahí viene el cambio. Siempre hablo de John Doar, que era un abogado blanco que fue fundamental. Siempre que se habla de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en los años 50 y 60, se habla de Martin Luther King, de Rosa Parks. Pero qué importantes son las personas como John Doar que legislan, que el momento en que el primer estudiante afroamericano fue a la universidad fue con la policía y John Doar a su lado. Ahí es cuando empieza el cambio, cuando se implican también los que están en esa situación de privilegio, que están siendo parte de la opresión…

Y, aquí hay tanta gente, tanta gente que estáis disintiendo y lo estáis haciendo, no como yo, porque a mí me han tocado lo que más quiero en la vida. Y aquí hay tanta gente, profesionales en la escuela, que estáis sufriendo seguramente igual o más que nosotras, las que estamos en casa. Vosotras sufrís todo el tiempo, y en el momento en que empezamos a tener esos aliados, esto es que ya ha empezado. Así que, a seguir disintiendo.


Leticia Barbadilla:—

Todo este proceso de disentimiento lo hemos organizado en una guía que aún no sabemos cómo verá la luz, porque, como somos disidentes, hemos hecho otra cosa. Nosotros, sobre todo como familias, aunque intentando incorporar a todos los sectores, hubiésemos querido tener esta guía porque es un camino muy duro y se pasa, en general, mucha soledad. Entonces, también para ayudar a esa construcción de redes para la que estamos aquí hoy, porque sabemos que la resistencia puede ser muy dura y frustrante.

Rescato de esa guía lo que más me gusta, que son esos elementos de resistencia que pueden ser muy pequeños y cotidianos, que agotan mucho y que muchas veces tenemos la sensación de que no se traducen en nada, de que estamos peleando y peleando y dándonos contra la pared, y solo nos quemamos y no fructifica. Hay un cuento maravilloso que me recomendó Sonia, que se llama «100 semillas que volaron», que cuenta la historia de un árbol que suelta sus semillas y diez van al río, otras diez se las lleva el viento y acaban en una roca. En un momento del cuento, parece que ninguna va a conseguir reproducir ese árbol porque todas han acabado donde no debían. Algunas son comidas por un pájaro que las lleva a otro sitio, y al final, sin poder establecer una relación lineal de que salieron de aquel árbol, sí que salen frutos de esa disidencia, a veces más grandes, a veces más pequeños, pero que siempre merece la pena seguir resistiendo y hacerlo acompañado para no morir en el intento.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Mariana y Tere van a presentar ahora una experiencia.


Mariana Alonso:—

Hola, buenos días. Soy Mariana.


Teresa Rascón:—

Yo soy Tere.


Mariana Alonso:—

Bueno, pues la verdad es que estamos encantadas de estar aquí en este espacio privilegiado para pensar y crear juntos. Nuestra experiencia es sencilla pero muy interesante, y realmente surgió a partir de la pregunta: ¿qué podemos hacer cualquiera de nosotros que estamos aquí en esta sala? ¿Cómo podemos transformar? Y creo que esa es la pregunta que nos ronda a todos y a todas.

Y bueno, esos profesores que empezaron a preguntarse cómo hacerlo, cómo transformar, estaban exactamente igual que vosotros y vosotras, sentados en un workshop en el año 2018, pero no se quedaron ahí. Volvieron a su centro educativo, que justo está situado en un pueblecito de Málaga que se llama Almáchar. Este centro es el CEIP La Parra, que algunos sí que conocéis, y es un pueblo pequeñito. Hay que llegar, en fin, una odisea, verdad. Y bueno, pues empezaron a pensar, a partir de ese workshop, ¿cómo podemos hacer más inclusiva nuestra escuela? Y ahí, lo primero que hicieron, este grupo de profesores, fue solicitar formación. Fijaos, qué interesante; siempre tenemos que estar en permanente proceso de formación, de aprendizaje. Solicitaron formación institucional al centro de profesorado y, a partir de ahí, también nos pidieron colaboración al grupo de investigadores del proyecto Narra Inclusión.

Y bueno, la experiencia, qué decir, espectacular, no se puede definir de otra manera. ¿Cómo empezaron? Ellos eran una comunidad de aprendizaje y, entonces, decidieron celebrar una jornada de diagnóstico vinculada a ese proceso que se llama «Volver a soñar», que tiene en las comunidades de aprendizaje. Y ahí, toda la comunidad, igual que estamos aquí, representantes de alumnado, de profesorado, familia, personal de administración y servicios, equipos directivos, agentes sociales, asociaciones, todo el pueblo, participó en esa jornada. A mí me parecía espectacular, bueno, hasta nos llevamos un autobús de la facultad. O sea, en fin, yo decía, vamos a acabar allí todo.

Y nos hicimos cuatro preguntas, en torno a las que trabajamos en unos papelógrafos como los que hemos traído hoy aquí, más o menos: ¿Cómo es la escuela que tenemos? ¿Cómo se enseña y se aprende en la escuela? ¿Cómo son las relaciones con tus compañeros, con el profesorado? Y, finalmente, ¿cómo es la escuela de nuestros sueños? Y a partir de esas cuatro preguntas, pues os podéis imaginar, salieron muchísimas aportaciones y todo se resumió en un foco que nos preocupaba: mejorar la convivencia en el colegio y en el entorno.

Bueno, pues a partir de ahí, arrancamos. Los alumnos, profesorado, familia y toda la comunidad educativa se transformaron en investigadores de su propio entorno, de su propia realidad, y empezamos a diseñar una investigación-acción participativa. Ese fue el foco: el alumnado. Recogieron, observaron, haciendo entrevistas. En la familia, entrevistando unos a otros… Y, finalmente, se diseñó un plan de acción para que aquello realmente tuviera incidencia, pudiera transformar, pudiera cambiar.

El plan de acción dio respuesta a tres focos principales que preocupaban: las relaciones en las redes sociales, cómo transformar y mejorar las metodologías de trabajo, y cómo hacer del recreo un espacio más educativo. Esas fueron las propuestas que se pusieron en práctica, y de cada una de esas propuestas, podríamos contar muchas de las iniciativas en las que participó toda la comunidad. Cerramos el primer ciclo de la investigación-acción participativa con un proceso de evaluación, un fotomatón donde el alumnado, de forma anónima, iba y contaba lo que le parecía, un análisis DAFO, asambleas en todas las clases, recogiendo las sugerencias, las aportaciones y, al final, una jornada preciosa donde se celebró, porque estas investigaciones al final tienen un momento de celebración, y compartieron todos los logros, las dificultades, por supuesto, y crear redes con otros centros educativos que se quieran sumar.

Esa fue celebrada el 1 de diciembre en el pueblecito de Almarcha, y se llamaba Jornada Axaquía Inclusiva, una jornada también preciosa, de las cuales tenéis… Bueno, paso a Tere, que no me enrollo más. Muchas gracias.

(Aplausos)


Teresa Rascón:—

Bueno, no sé si a vosotros os pasa, pero yo, cuando escucho a Mariana, y esa voz que encandila, me cuesta seguir hablando, la verdad.

Bueno, yo lo que quería decir es que creo que hay una premisa de la que se ha hablado mucho ayer y hoy, y es que a ninguno nos gusta la soledad no elegida. No les gusta a esos alumnos que son excluidos, no les gusta a las familias, pero tampoco les gusta, lógicamente, a los docentes que quieren transformar cosas y que no encuentran los apoyos necesarios en su centro. Hablo de docentes, orientadores y otros profesionales educativos.

De esta experiencia que ha comentado Mariana, sale otra guía para acompañar a esos profesionales de la educación, a esas comunidades educativas que quieren llevar a cabo una investigación-acción participativa en su centro para iniciar cambio. Esta guía, que acaba ahora mismo de salir, y está disponible en la web. Todos estos recursos los tenéis en la web, en el apartado «Creamos».

Bueno, pues como os decía, a ninguno nos gusta esa soledad no elegida y por eso, los que estamos aquí y los que esperemos que se vayan sumando en todo este proceso, hemos querido crear una serie de recursos también para acompañar esos procesos que queréis llevar a cabo en vuestros centros, pero que a veces no encontráis los apoyos, no encontráis los recursos. La idea es que tengáis ahí esa batería de recursos en la página y podáis disponer de todos ellos que lo han ido explicando muy bien los compañeros esta mañana.

Además, hay otro recurso elaborado por alumnos, porque nosotros somos profesores de universidad, pero consideramos que la universidad debe estar al servicio de quienes tienen que estar, que son esas comunidades educativas. Tienen que salir fuera. Entonces, se nos ocurrió entre todos crear unos vídeos tutoriales creados por los alumnos para que, bueno, también acompañen en esos procesos de investigación-acción dentro del centro. Son vídeos muy básicos, tutoriales de 2 minutitos, de hecho. Algunos de los protagonistas están por aquí y bueno, y en ellos se explica cómo hacer una entrevista, cómo crear incidencia política, cómo iniciar un proceso de investigación-acción participativa, etcétera. Todo eso, como digo, lo tenéis, para los que queráis usarlo.

Esa era una premisa nuestra, que todos los recursos fueran en abierto, porque la idea es que no se queden aquí, sino que esto crezca y hagamos realmente de nuestra escuela esas escuelas inclusivas que yo creo que todos y todas queremos. Muchas gracias.


Nacho Calderón:—

Gracias. Bueno, ahora vienen María José y Viki para hablarnos sobre cómo hacer una orientación para la educación inclusiva y del colectivo «AlterEvaluación».


María José G.:—

Hola de nuevo, bueno, nosotras estamos participando en un colectivo de orientadores que llamamos «AlterEvaluación». La idea viene a raíz del workshop ‘Orienta’ de 2018, de uno de los talleres sobre la evaluación psicopedagógica. Surgió una comisión en la que fuimos trabajando durante un tiempo y ha ido pasando diversos procesos. Ahora mismo, estamos en un grupo desde hace un par de años; empezamos unos 50 orientadores que, a veces, entramos y salimos.

La idea es que consideramos que la evaluación psicopedagógica es un gran escollo ahora mismo, conforme se está planteando para la educación inclusiva. La idea, entonces, es cómo llevar a la práctica esas ideas si venimos de tantas inercias de etiquetar, de exclusión, y de justificar recursos.


Viki Burriel:—

La idea era esa, lo que dice María José. Desde la evaluación psicopedagógica, y, por tanto, el colectivo orientador, se pensó cómo ayudar a hacer los centros más integradores en aquella época, frente a la situación actual donde hay una corriente categorizadora y discriminatoria y que, en parte, el colectivo orientador estamos instrumentalizados para eso. Por lo que es necesario darle un vuelco a esa situación y ponernos al servicio de la construcción de procesos colectivos de mejora y de transformación en los centros.

Entonces lo que dijimos fue: ¿cómo hacer para transformar una evaluación psicopedagógica individual, etiquetadora, que propone supuestos apoyos que, al final, a veces, son la gran barrera que tienen algunos alumnos para ser uno más en el cole? ¿Cómo hacer para transformar eso? Dijimos, bueno, en un proceso de investigación-acción participativa que tenga un aspecto democrático. Es decir, que no hago esta evaluación en contra de la familia o sin decirle nada a la familia, en contra del alumnado o sin consultar al alumnado, sino que la familia, el alumnado y el profesorado van a ser los protagonistas y los principales participantes.

¿Y cómo hacer para que eso sea un proceso colectivo y que, por tanto, sea un proceso transformador de verdad? Es decir, que no sea una medida puntual, sino que sea un proceso de reflexión, de pensamiento, de transformación para intentar conseguir la escuela que queremos.

Entonces en eso estamos.


María José G.:—

La guía «Para crear tus sueños», del CEIP La Parra, está también a puntito de salir y, en breve, estará para poder ayudar al resto de orientadores que quieran enganchar.

Y lo mismo que ha dicho alguien: no es de nadie, es de todos los orientadores que se quieran unir, de las familias que se apropien de ella y lo puedan llevar a los centros, de cualquiera. Por último, los profesionales tenemos que ser valientes, hay que ser valientes, y para eso también hemos construido esto, para tener una red. Para tener un suelo desde el que ser valientes. Como la madre que nos pedía a los orientadores acompañamiento. Da igual que no supiéramos cómo ni qué hacer ni por dónde, juntos vamos a ver cómo lo hacemos. Bueno, muchas gracias.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Gracias. Una de las cosas más bonitas es que cada uno de estos trabajos que se están viendo aquí se han cruzado, se han ido cruzando, y unos han ido alimentando a otros. Vienen ahora Alejandro, Sandra, Concha, Floren y Fátima para finalizar con todo esto.

(Aplausos)


Sandra Fernández:—

(Riendo) Como véis, aquí nos mandan a trabajar mucho. Yo no he parado de llorar desde que entré, soy muy llorona, y mi hijo siempre me dice: «Mamá, no llores», pero es que es increíble. Una cosa es haber estado en el proceso de todo este trabajo y otra cosa es verlo materializado. Es como si…


Público:—

(Riendo) ¡Eso es mentira!

(Risas)


Sandra Fernández:—

(Riendo) ¡Cómo que es mentira…!

Voy a contar un poco el recorrido, cómo empezó toda esta locura. El grupo de «Radicales Desadaptadas» somos principalmente madres, un padre, y un profe, que es Nacho. Llevamos años en un grupo de Messenger hablando todos los días, y ahí volcamos todo lo que nos pasa, lo bueno y lo malo. Nos reímos, lloramos juntos, nos damos consejos, nos venimos muy arriba. Somos personas osadas, valientes, y a algunos se les va mucho la pinza. Nos liamos la manta a la cabeza y estamos aquí, presentando un documental delante de la ministra.

De todas esas reflexiones, un día sumamos aquí a este mozo que tengo a mi derecha, a Floren, y a una moza que está por aquí, Fátima. Floren dijo: «¿Y por qué no hacemos una película?» Cuando conoció el caso de la familia Calleja, dijo: «De esto vamos a hacer una película nosotros». ¿Cómo? Porque nosotros nos reuníamos todos los viernes online y, ahí, se nos iba la pinza mucho. Entonces viene este (Floren) y dice: «Tengo una amiga directora de cine y esto hay que documentarlo». Y entonces, ¿cómo? Perdona, y ahí empezó el proceso.

Empezamos a pensar juntos qué queríamos mostrar en ese documental, la lucha de tantas familias, de tantas maneras distintas de luchar y tensionar el sistema para decir lo que venimos a hacer hoy aquí: esto hay que cambiarlo, esto no puede seguir así. Me tenéis que permitir la licencia de que, de lo que más orgullosas que nos sentimos todas, es de que nuestros hijos e hijas se hayan sumado y de que hayan dado su voz, que es la que tenemos que respetar. A nosotros nos presentan como activistas, como decíamos antes, ¿pero qué necesidad tenemos? También, de que les hemos dejado un legado increíble a nuestros hijos e hijas, hay que seguir luchando siempre.

Y que yo no quiero volver a un micrófono, quiero que lo hagáis vosotros.


Fátima Solera:—

Yo puedo hablar más de lo que ha sido el proceso de creación del documental. Cecilia lo hablaba ayer, de cómo se bajó de ese pedestal, del ego que puede tener un director y la valentía que tuvo de bajarse de ahí y dejar que los demás hablásemos también, diésemos una opinión. Cuando nosotros tenemos una formación escasita en documental, si nos ponemos a su lado.

Entonces, ese trabajo colectivo no solo grabarlo, sino transcribirlo. De verdad, sin Paula, sin Sandra, y sin Carmen, yo no podría haber hecho esos subtítulos porque me ayudaron muchísimo. O sea, creo que ningún equipo profesional hubiese trabajado tan bien, tan rápido y de forma tan eficaz para poder llevar esto a término. Entonces, el trabajo del documental no solo es colectivo en lo que es en la imagen, sino detrás también ha habido un gran trabajo por parte del grupo. Así que, muchísimas gracias, chicas, y por supuesto, muchísimas gracias a Cecilia por haberse prestado esto de verdad.


Alejandro Calleja:—

Bueno, efectivamente, esto nació o no deja de ser una red de confianza, realmente, el grupo de Radicales, el grupo de Quererla es Crearla. El embrión seguramente fue el workshop del 2018. Aunque nos conocíamos ya virtualmente y teníamos una relación, encontrarnos, tener el contacto directo, es de las cosas que siempre más he apreciado en estos encuentros, porque al final, el desvirtualizar, nos parece que no, pero es un plus. A mí me encanta el contacto con las personas, el contacto directo, la confianza que vas generando porque, si no, este proyecto hubiese sido imposible. Al final, en el documental, todos nos hemos desnudado un poco; yo me he desnudado como nunca. Le costó, pero bueno, la verdad es que lo hice muy a gusto porque estaba muy a gusto, me sentía libre para hacerlo y es una forma efectivamente de poderlo hacer.

El origen de decir: «Venga, vamos a hacer adelante», la culpa la tuvo Floren, que dijo: «Jolín, con nuestra historia y con el dictamen del comité de Naciones, Unidas, cómo no vamos a hacerla». Entonces, fue un poco lo que le impulsó. Yo pedí permiso a la familia, entre comillas, y permiso concedido. Y, entonces, ya todos tiramos para adelante, porque bueno, es un proyecto bonito e ilusionante. Cecilia ha hecho un trabajo increíble y todos hemos aportado lo mejor de nosotros mismos. Al final, en este trabajo estamos representados todos los que estamos y los que estáis, todos. Por eso seguimos.


Floren Cabello:—

Para acabar, el documental está para compartirlo con vosotros o escribiendo al grupo. La idea es que os lo llevéis a vuestro pueblo, a vuestro Centro Cultural, a vuestro centro social, a vuestra clase pequeñita, y que hagamos debate en todas partes. O sea, el documental es la documentación de un movimiento para que crezca el movimiento. Entonces, nada se acaba aquí, se supone que, igual que la victoria de la familia Calleja, la queríamos contar con el origen de un movimiento, que nos lleva un paso más allá de valentía, de osadía, de hacer un documental, lo que toca ahora es a que vayáis con nosotros, bien por vuestra cuenta, bien con alguna intervención presencial o virtual de alguna de las protagonistas, toméis el documental, lo hagáis vuestro y llevéis a todos los sitios estos debates. Así que esa es la tarea que os queda a vosotras ahora.


Concha Casasnovas:—

Lo único que os queríamos transmitir, desde nuestra familia, es que nuestra historia ha sido en soledad. Raúl ha llegado donde ha llegado, lo veréis en el vídeo, gracias a que hemos creído en él, hemos luchado, pero en aquella época estábamos solos. Hoy estáis con nosotros. (Concha se emociona y se entrecorta la voz).

(Aplausos)


Floren Cabello:—

Buenos días. Vamos a ir empezando, que vamos con retraso. Saludamos a todo el mundo que está conectado en remoto. Ya sabéis que podéis participar e intervenir.

Entonces, solo un par de apuntes logísticos. Sería muy largo explicar el proceso del sitio que nos acoge hoy, pero os invito a que conozcáis este espacio social, en Madrid. Traficantes de Sueños, la editorial-librería, está junto ahí, al lado. La Fundación de los Comunes, en la que en Málaga participamos, y Ecologistas en Acción. Es un lujo tener un espacio como este, donde apoyan movimientos como el nuestro. Espero que, a partir de hoy, lo sintáis como vuestro, que lo sintáis como otra casa.

En cuanto a la logística, ya habéis visto que esta es la sala principal de las sesiones plenarias. Junto a ella, por la mañana, tendremos la sala de formación, donde habéis esperado alguna gente para la inscripción. Hay un espacio para las personas que vengan con niños, con cristales para controlar. Y, por la tarde, en la parte de Ecologistas, también tenemos salas para talleres y la elaboración de pancartas. El baño está al salir, a la izquierda. La comida es a partir de las 14 h. Por el último, (mostrando el libro «La cabeza del Rinoceronte», de Raúl Aguirre) la librería de Traficantes de Sueños está allí. En ella, tenéis el libro de Raúl Aguirre.

(Raúl saluda a la audiencia)

(Aplausos)


Floren Cabello:—

Insisto, gracias a Traficantes, Fundación de los Comunes y Ecologistas. Os tenemos en el corazón.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

El streaming está funcionando, pero sería bueno que el evento no fuera solo presencial, sino virtual. ¿Cómo lo podemos conseguir? La forma es que todo el mundo que esté aquí esté tuiteando y participando en las redes. Si tenéis una cuenta en Twitter, podéis usar #WorkshopCrearla y comentar lo que queráis.

Primero, habría que compartir el enlace del streaming. Eso puede hacerse ya mismo, para que cualquiera pueda participar en las asambleas. Los que tenéis Twitter, tenemos que dar mucha caña. Todo con el mismo hashtag, durante la mañana y el día. Con Instagram, lo mismo. La cuestión es que tengamos mucha presencia en las redes y que, desde casa, haya gente participando.

Segundo, lo más importante. Bienvenidos todos y todas. Es un placer estar hoy aquí. Hemos llegado hasta aquí, como decía mi tía: «… pero hemos llegado». Me encanta el carácter familiar que tiene este encuentro. No se parece a otro tipo de eventos, se parece más a un grupo de amigos y amigas que nos reunimos para pensar juntos qué vamos a hacer. Cuando hemos estado planificando todo este día, lo que teníamos en mente era: ¿qué podríamos hacer juntos de aquí hasta dentro de un año, que nos volvamos a encontrar dentro de un año y nos contemos los avances que hemos hecho? ¿Qué podríamos conseguir más allá de lo que hago en mi barrio, o en mi cole, o lo que cualquiera hace en su familia?

Entonces, lo que hemos planteado es que la sesión de hoy sea el punto de inicio de un proceso que se llama «Investigación-Acción Participativa», a nivel estatal. ¿Qué significa? Que todas las personas que hay aquí, y las que participarán a lo largo de este año, se conviertan en investigadoras e investigadores de sus realidades. Y construyan propuestas de acción. Hoy, lo diseñaremos para que nos dure hasta el año que viene. Por eso, hace falta mucha participación. Trataremos de organizarla como mejor podamos. Nos perdonáis lo que no hagamos bien y lo que hagamos bien… pues también nos las podéis decir.

(Risas)


Nacho Calderón:—

Flores daba las gracias al Ateneo y a toda la gente que está haciendo posible esto. Por el espacio físico y virtual. Yo quiero agradecer a toda la organización, que es gente de la universidad, el grupo «Radicales Desadaptadas», el grupo «Estudiantes por la inclusión», «AlterEvaluación», La Parra… En fin, mucha gente que ha trabajado para que, hoy, esto sea posible. Y no me enrollo más, Tere. Yo he hablado de lo que tenemos preparado con esta sesión para el futuro y Tere hablará de dónde venimos.


Teresa Rascón:—

En esta primera asamblea lo que vamos a hacer es que nos van a ir contando las distintas iniciativas que se han ido llevando a cabo a lo largo de todo este proceso. Hablarán los estudiantes sobre la experiencia que hemos llevado a cabo en La Parra, los distintos recursos que se han ido creando, etcétera. La idea, en este primer momento, va a ser presentaros un poquito qué es lo que hemos hecho hasta ahora, hacia dónde tenemos que ir.

Os dejo con Nacho.


Nacho Calderón:—

Como decía Tere, se trata de presentar que no venimos de la nada. Quienes estuvieron ayer en el estreno del documental pudieron ver que no venimos de la nada. Es decir, que ya hay cosas hechas, que venimos de trabajos. Ahora, lo que haremos será presentar qué es lo que hemos estado haciendo durante los últimos cinco años.

Lo primero que teníamos planificado es un paseo por la página web en la que están alojados todos los proyectos, todos los trabajos que hemos estado haciendo a lo largo de los cinco últimos años. Hemos dividido la página web en lo que «Queremos», «Sabemos», «Defendemos» y, después, «Creamos». «Creamos» está dividido en grandes bloques. Ahora, Luz Belén y yo os vamos a contar una de las ideas que tiene este proyecto, que lo hemos llamado «Hilando vidas». Lo que pretendemos mostrar, haciendo referencia a algo que decía Lulux por ahí hace algún tiempo, es «cómo puede ser que lo que me pasó a mí con mi hijo hace ya un montón de años, siga pasándoles a tantas madres y a tantos padres con sus propios hijos hoy».

Yo puedo decir lo mismo con la experiencia de mi hermano; sigue ocurriendo. Hoy, entonces, lo que se ha pretendido es justamente decir que no estamos sobre la nada, hay un suelo creador que son las vidas que se han ido tejiendo. Luz y Belén han estado participando en este proyecto de hilar vidas, como mucha otra gente que ahora vamos a enseñar, y pueden contar su experiencia muy brevemente.


Luz Mojtar:—

Bueno, yo soy más breve todavía porque quiero que hable Belén. De lo que comentaba Nacho de «Hilando Vidas», podéis ver que estamos haciendo un montón de historias de vida, relatos de vidas, gracias a mucha gente que pone a nuestra disposición una vida supervaliosa que queremos compartir, saber y conocer las realidades de muchas personas. En este caso, yo estoy muy implicada con la de Sandra. Personalmente, me emociono por estar aquí, en frente de ella. Aprovecho este momento personal para darle las gracias porque me ha abierto las puertas de su casa, de su vida y de su familia, y estoy aprendiendo mucho gracias a ella, a Belén y también a todo el mundo. Creo que para mí, esta es una de las cosas más valiosas que estamos haciendo, porque con la con las voces de las familias del alumnado estamos aprendiendo un montón.

Belén, cuenta cómo te has sentido. (Dirigiéndose a la audiencia) La de ella ya está terminada, la mía está en proceso.


Belén Jurado:—

Bueno, para mí ha sido difícil remover y sacar todos los años que hemos vivido. Pero creo que es muy importante visibilizar y que todo esto sirve para muchos de nosotros y para los que vendrán es complicado, pero creo que debemos hacerlo. Ha sido muy emocionante verlo. Para mí ha sido muy muy difícil porque a las madres no nos gustaría estar haciendo estas cosas. Nos gustaría estar cuidando de nuestros hijos de otra manera, pero en realidad no

nos queda otra, así que gracias a ellos estamos haciendo ese trabajo tan bueno, que creo que merece la pena ver.


Nacho Calderón:—

Son un suelo para nosotros y nosotras porque nos cuentan otras historias. Hay historias de estudiantes. Ahí están las historias de vida de Inar, Belén, Corina, Sandra, María, y José. Hay de profesionales, de madres…, bueno, son historias de vida que nos puedan ayudar. Hay relatos breves que nos han contado estudiantes, o que nos han contado madres activistas profesionales, que nos pueden servir como base para seguir pensando, porque no solo es leerlas, sino compartirlas.

Bueno, muchas gracias, Belén. El siguiente bloque de contenido es el de «Estudiantes por la inclusión». Que venga toda esa peña para acá.

(El grupo de «Estudiantes por la inclusión» se dispone a presentarse).

(Aplausos)

Nacho Calderón:— Venga, peña, con valentía. ¿Quién va a empezar? Malena. Este grupo de estudiantes ha estado haciendo uno de los bloques más valiosos del trabajo que hemos desarrollado a lo largo de los últimos años. Ahora os van a contar un poquito cómo lo hemos hecho. Va a ser todo muy breve.


Malena Calderón:—

Hola a todos y a todas, yo soy Malena Calderón. Vamos a explicar cómo hicimos la guía. No nos conocíamos de nada, yo conocía solo a una persona, que era Antón, y obviamente a mi hermano, pero a los demás no lo conocía. Conocí a Antón por Instagram, porque me mandó tres veces solicitud y yo no, no se la aceptaba, hasta que le pregunté a mi padre quién era y me dijo que era muy buen chaval, que lo aceptara. Entonces, claro, empezamos.

Mi padre nos preguntó si queríamos participar con mi hermano en un proyecto para la inclusión. Yo dije que sí, y mi hermano también. Y eso fue todo, ya luego nos empezamos conociendo en la primera reunión, y ya (risas).

(La audiencia ríe) (Aplausos)


Martín Zabaleta:—

Yo soy Martín Zabaleta Verde y voy a hablar de nuestras reuniones. Eran los jueves. Proponían un tema relacionado con las vivencias y situaciones de la escuela y debatíamos desde un punto de vista personal o de alguien cercano y, bueno, todas las opiniones eran importantes. Nos escuchábamos entre todos y fue una experiencia muy bonita. Pude conocer a gente muy muy bonita, muy encantadora.

(Aplausos)

Alberto Sánchez:— Bueno, yo soy Alberto Sánchez, vengo de Sevilla y voy a hablar de cómo nos sentíamos en las reuniones. Bueno, al principio fue un poco raro, porque no nos conocíamos apenas y daba un poco de vergüenza, ¿no? Pero después nos fuimos conociendo y tuvimos más reuniones y, como a todos nos unía algo, pues creamos un vínculo muy fuerte y, al final, estamos aquí y somos todos muy amigos.

(Aplausos)


Darío Calderón:—

Hola, yo soy Darío Calderón y voy a hablar de cómo sacamos las cosas importantes que vimos en las reuniones para meterlas en la guía. Lo primero que hicimos fue grabar las reuniones. Reuníamos todas las reuniones y sacamos las cosas más importantes para, después, poder meterlas en la guía y ya está.

(Aplausos)

(Indira se prepara para hablar. Nacho y Luz hablan con ella antes y le preguntan de qué va a hablar.)

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Os están repartiendo por ahí la guía que han hecho, pero no solo se ha quedado ahí el trabajo, han hecho muchas más cosas, ¿verdad, Indira?


Indira Martínez:—

Sí.


Luz Motjar:—

Por ejemplo, les han llamado del concurso nacional de la ONCE para dar charlas a profesores y orientadores, ¿verdad? Cuenta un poco eso.

(Indira asiente)


Luz Motjar:—

Cuenta que tú hablabas online, te preguntaban… y ella hablaba de alguien, ¿de quién hablabas tú?

(Indira respira y se dispone a hablar)


Indira Martínez:—

A quien tenía mucho cariño es a Aniceto, que era el mejor profesor del mundo, pero la primera siempre ha sido mi madre.

(Indira le lanza un beso a su madre)


Indira Martínez:—

Y que es por eso por eso que que yo agradezco mucho a mi madre por todo lo que me ha ayudado, pero un montonazo.

(Indira le lanza otro beso a su madre)

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

¿Qué contaste, te acuerdas? ¿Qué hiciste allí o cómo te sentiste allí?


Indira Martínez:—

Pues me sentí bien porque sé que me estaban, pues, sé que me iban a escuchar, entonces bien.


Luz Motjar:—

A Indira la estaba estaban escuchando, estaba dando las clases a los profesores y profesoras, ¿verdad?


Indira Martínez:—

Sí.


Luz Motjar:—

Les estaba enseñando lo que había que hacer, que teníamos que ser como Aniceto, ¿no?


Indira Martínez:—

Sí.

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Y, aparte de ir a concursos y a formaciones, hemos hecho más cosas, ¿no?


Antón Fontao:—

Hola, me llamo Antón Fontao y yo creo que, bueno, en nombre de todo el grupo, creo que principalmente estamos aquí porque, obviamente, para mejorar la escuela, pero también porque no queremos que ningún niño o niña viva lo que lo mismo que vivimos nosotros […]. Una cosa que no soporto es que sea entre ellos, porque yo el año pasado le dijimos al tuto que una profesora no se estaba portando bien y, sin saber lo que nada, fue… eso, que se porten bien, y que asuman sus consecuencias. Por ejemplo, mi hermana, que no sé si lo puedo decir, pero mi hermana, ella va a una profa estupenda, pero es que, o sea, como le pasó a mi profesora de infantil, que le hicieron la vida imposible los profesores porque… ella quería hacer las cosas bien. Y, pues, pues, que queremos una escuela más inclusiva.


Leo Osa:—

Bueno, Jorge y yo vamos a hablar de lo que está ahí en la pantalla. Fue un día que nos invitaron a FEDAPA, a un congreso que estaba lleno de orientadoras y, bueno, más gente. Los docentes estaban hablando de sus propuestas sobre una escuela inclusiva y pudimos hablar cada uno de varios temas. Hablamos de la guía, pero también así de experiencias personales. Jorge os va a contar todo un poco. Pues, gracias a la reunión del congreso, pudimos presentar la guía delante de un montón de personas adultas y profesionales. Y gracias a toda esa gente que no que nos entendió. Esperamos que la guía tenga más potencia de lo que tenía en un principio.

(Aplausos)


Luz Motjar:—

Bueno, pues, nada, nos despedimos y que la guía que os han repartido es el trabajo que hemos hecho juntos y juntas. La guía en realidad es un proceso de participación-acción participativa en el que el alumnado toma el protagonismo porque, al final, son los que más tiempo pasan en las escuelas. No entendemos mucho cómo son los que muchas veces menos hablan. Esperamos que os guste la guía y que la podamos poner en práctica en un montón de sitios para cambiar las escuelas.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Vienen ahora Susana Roja y Jesús Soldevila, que nos van a contar algo sobre uno de los encuentros. A ver si no me estoy equivocando, sí, sobre las conversaciones para orientar políticas.


Susana Roja:—

Buenos días a todos y a todas. Para nosotros es un auténtico placer estar hoy aquí y poder compartir este espacio con muchos

de vosotros. Nosotros teníamos el encargo de contar una de las acciones que se desarrolló y que, probablemente, muchos de los que estáis aquí, ya conocéis, porque estuvisteis. Otros no.

Nuestra función era compartir con vosotros y también invitaros a que visitéis ese espacio.


Jesús Soldevila:—

Fue un espacio en el que se hizo algo que parecía imposible, ¿no? Juntar mucha gente para hablar no. Se hizo durante la pandemia, cuando estábamos encerrados en nuestras casas. Es bonito que fuera en ese momento, porque era un momento en el que, una vez más, la humanidad sacó su cara buena y su cara mala, ¿no? Como nos explicó el señor Nacho Calderón, un día durante la primera ola del covid, se primaba la supervivencia de unas personas por encima de otras, lanzando el mensaje al mundo entero de que hay vidas que valen más y vidas que valen menos. Entonces fue bonito que en ese espacio en el que se estaban sacrificando vidas también hubiera la parte buena de la humanidad y se hicieran trabajos como este, y se diera espacio a las voces de las diferentes personas para hablar de la escuela que queremos, del futuro social que queremos también.

Cada semana nos encontrábamos personas de distintos grupos. Participaron familias, estudiantes de todos los niveles, familias que tienen hijos desde la etapa de infantil hasta quienes ahora se están intentando abrir una oportunidad en el mundo eh laboral, vivir y organizar su vida como hace cualquier otro joven. Nos encontramos investigadores docentes. También políticos. Fueron unos espacios abiertos de debate donde se plantearon cuestiones fundamentales sobre lo que está ocurriendo en la escuela. En esos hubo momentos donde todos nos emocionamos, en el sentido más amplio de lo que significa emocionarse.

Pudimos ver ayer en el documental, situaciones realmente duras que están viviendo muchos niños, niñas y jóvenes en las escuelas, que están viviendo sus familias y, obviamente, nos removió. Y si bien nos encantaría poder decir

que ojalá todo eso no ocurriera, lo cierto es que también sirve para que nos movilicemos. Creo que eso, sin ninguna duda, nos empuja a querer cambiar todo eso que está ocurriendo.

Y algo también muy importante en esos encuentros es que hablamos de las escuelas, las escuelas que las que vivimos y conocemos, de las escuelas que queremos. Y a nosotros nos parecía eso muy importante, porque son muchos los foros en los que se habla de inclusión y se habla de los diagnósticos y de los niños con tal cosa o tal otra no, y aquí no hablamos de eso. En todos esos eventos, de lo que se habló es del currículum, de la organización, de los apoyos, de las relaciones o de la falta de ellas. Se habló de oportunidades y, por tanto, hablábamos de contextos y no de lo que le parece que algunos quieren hacer creer: que la inclusión es hablar de lo que les pasa a algunos. Y no, tiene que ver con otras cuestiones.


Jesús Soldevila:—

Comentábamos con Susana que sería importante empezar a hablar solo de «escuela», sin apellidos ni adjetivos, entendiendo que la escuela ya es para todos, todas y todes, y ya está. En este sentido, también remarcamos el hecho de que era importante dar voz a esas voces acalladas, a esas voces muchas veces pisoteadas, y que la gente pudiera hablar sin las presiones que el sistema y el miedo que este muchas veces impone. Este fue un espacio justamente para que la gente pudiera expresar sus ideas de cómo querían que fuera esta: «escuela, a secas». Decir que todas esas conversaciones y todo lo que en ellas fue apareciendo dio forma a un documento de trabajo que tenéis ahora ahí, y que debería haber servido también para la aprobación de la nueva ley. Bueno, sabemos los que estamos aquí que muchas de esas reivindicaciones aún no han tomado forma, pero ese documento de trabajo está ahí y realmente es un documento interesantísimo para seguir pensando. Creo que muchas de las cuestiones que se plantean ahí vamos a seguir abordándolas a lo largo del día de hoy.

En él se hacían propuestas muy concretas y claras, como que desaparezcan los dictámenes de escolarización, que la asignación de recursos no se haga en función de los diagnósticos, por ejemplo, o que se mejore, o que la inclusión educativa sea una formación transversal en la formación del profesorado y no algo que tiene que ver solo con lo que se hace en algunas asignaturas y en algunas especialidades. Realmente son muchísimas las propuestas que ahí se recogen y que nos van a ayudar no solo a repensar las políticas en cada una de las comunidades autónomas, sino también a imaginar cómo juntos podríamos seguir avanzando. Y en ese sentido, solo para acabar, en las conversaciones algo que también ocurría es que creo que hay muchas personas que estamos alineadas con lo que aquí está ocurriendo; algunos son docentes, otros son orientadores, otros somos investigadores, y estamos con las familias y con los estudiantes que estáis aquí. Por tanto, esas alianzas que se fueron creando son las que tenemos que seguir fortaleciéndose. Y eso es lo que un poco coincidíamos en esta idea final, que era que no estamos solas, soles ni solos, que cada vez somos más, que esto ya no hay quien lo pare y que, usando la letra de Ketama que nos reíamos, «que no estamos locos, que sabemos lo que queremos»: crearla.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Muchas gracias, Jesús, muchas gracias, Susana. Ellos son

profesores de la Universidad de Cantabria y de la Universidad de Vic. Sobre esto último que han dicho de cómo fortalecemos nuestros vínculos y creamos redes valiosas, yo creo que hay un ejemplo en este trabajo de cómo se pueden construir redes valiosas que pueden mover políticas. Esto quizás no sirvió tanto para generar la LOMLOE, pero en cada comunidad autónoma se hacen políticas

educativas y este mismo instrumento puede servir para ordenar políticas

educativas dentro de cada comunidad o de cada territorio.

Muy bien. El siguiente espacio es para Susana Fajardo, Carmen Moreno y Sonia

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Buenos días a todas y a todos. Es una maravilla ver este auditorio lleno. Bueno, a nosotras nos ha tocado un poco enlazar con lo que acaba de decir Jesús y con lo que acaba de decir Susana. Queremos crearla y para ello hay unos apartados muy concretos en la página web, donde se ha estructurado toda la información y donde que queremos incidir las tres, como parte de un colectivo de un trabajo coral que hemos venido realizando durante muchísimo tiempo. Cada una, dentro de sus posibilidades, hemos ido aportando lo que hemos podido en cada momento: nuestras vidas, que son valiosas en sí mismas, y por eso queremos una educación inclusiva como el único cambio y la única escuela posible para poder construir, a continuación, una sociedad inclusiva. Indudablemente, ese es el único camino. Queremos también cambios reales. Una estructura que sea un cambio sistémico, que no sean cambios accesorios para una persona concreta en un momento dado, sino que sean cambios que perduren en el tiempo.

Y que no sean estructuras inamovibles a las que otra vez nos tenemos que volver a adaptar, sino que tenemos que avanzar hacia la educación inclusiva con la perspectiva de que es un proceso de transformación que va a perdurar por siempre. Sabemos que, indudablemente, solo el cambio será posible si hacemos demanda, si somos una masa social suficiente, pero también sabemos que todos los grandes procesos sociales empezaron con muy pocas personas. Incluso las propias personas del propio colectivo muchas veces no creían en esos cambios sociales. Sabemos que son caminos que duran en el tiempo, pero tenemos que ejercer y tenemos que ser capaces de establecer esas redes en los territorios y de vertebrar para construir y hacer más grande esa masa social.

Sabemos, además, que el cambio es posible, y es posible porque lo vemos, lo

palpamos, lo sentimos. Vemos a profesoras y a profesores de colegios que hacen procesos de transformación, que cambian la vida de las chicas y los chicos, del alumnado en todos los sitios de España. Con lo cual, es posible y tenemos que avanzar hacia él. Defendemos lo que no sería necesario defender, que es un derecho inalienable de nuestros hijos y de nuestras hijas, del alumnado en sí. Los padres no podemos ejercer como vulneradas del derecho, sino como defensores del mismo, entendiendo que no nos corresponde a nosotros. Además, ese derecho está refrendado por textos legales, internacionales y nacionales, desde la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, pasando por la Constitución o los derechos del niño.

Defendemos que la educación inclusiva no es solamente para el alumnado tradicionalmente excluido para, el alumnado tradicionalmente etiquetado, sino que mejora la vida de todas las personas. Así que, por eso, queremos, como resumen, una transformación profunda del sistema educativo vigente. Que debe iniciarse ya, porque sabemos que es el único sendero que podemos recorrer, dando pasos firmes hacia una sociedad más justa. Defendemos así nuestro derecho y nuestra obligación de iniciar este cambio, todas y todos como actores de este cambio, desde las distintas posiciones que ejercemos en la sociedad, desde lo individual hacia lo colectivo.


Nacho Calderón:—

Muchas gracias. Esto es un trabajo, de nuevo, colectivo, no hay un solo trabajo que se está presentando individual. Marta y Paula vienen ahora, que van a presentar un proyecto.


Marta Casal:—

Hola, yo soy Marta y mi compañera es Paula. Vamos a hablar un poquito de un par de vídeos. El nombre de ‘Quererlas es Crearla’ forma parte de esto. Son muy cortitos.

(Se proyecta el tráiler de ‘Quererla es Crearla’. Transcripción disponible en este enlace.)

(Aplausos tras la proyección)


Marta Casal:—

Vamos muy justillos de tiempo. Estáis viendo ahora otro vídeo, del pedazo del artista, Leo Osa, que forma parte del grupo de «Estudiantes por la inclusión», también.

(Aplausos)


Marta Casal:—

Leo Osa está sentado allí, (risas) junto a la madre que lo parió. El video surge de algo que nos unía a todos y a todas en el grupo de familias, un sentimiento común: la soledad de nuestros hijos e hijas en la escuela. Creo que era un sentimiento tan fuerte, que pensábamos que uno de los mensajes que teníamos que lanzar era este, y una apelación a todas las personas que están en la escuela, toda la comunidad educativa. Está pasando esto y no podemos tolerarlo ni normalizarlo como se está haciendo.

«Quererla es crearla», un nombre que, al final, es un lema, fue un nombre también creado colectivamente, mediante lluvia de ideas en un documento colaborativo, hasta que fueron encajando las piezas. Había una idea muy clara: ya estaba bien de hablar de educación inclusiva, educación, inclusiva, como si nos abordase por la calle cuando salimos, cuando realmente no existe. Entonces, teníamos que hacer visible un lema que contuviese la denuncia y también la capacidad y las ganas de hacer eso, «Quererla es crearla». La

queremos, pero no existe. Entonces, tenemos que hacerla. Y luego, surge el vídeo hace un año y medio, más o menos, en el verano del año pasado. Floren nos incitó un poco y nos ayudó a vernos un poco desde fuera, también el discurso de las familias. Nos empezó a enseñar algunos vídeos…


Paula Verde:—

Bueno, había uno maravilloso, que nos enseñó que fue el germen de este vídeo, claro. Queríamos una cosa transversal que rompiese y que pusiera un poco qué cosas que se han conseguido, que lo vamos a conseguir y que era un poco esta idea sobre la que estuvimos trabajando, como dice Marta.


Marta Casal:—

Sí, el vídeo nos dio un poco inspiración y nos animó a hacer nuestro propio primer vídeo para el mensaje de ‘Quererla es crearla’. Creo que había algunas ideas clave: la conexión de la escuela inclusiva con la lucha por los derechos humanos. Queríamos insertarnos dentro de toda esa historia de la que muchos y muchas nos sentimos parte. Queremos que esos movimientos se sientan interpelados por la necesidad de hacer esta lucha porque, ayer lo decía Concha, nunca sintió la acogida o el apoyo en otros grupos colectivos o movimientos. Ser parte de todo de lo que hablábamos ayer, ser parte de todas estas luchas por el avance de los derechos de todas las personas. Entonces queríamos hacer esa apelación y poner el foco en que hoy en día esto está pasando y hay una tolerancia enorme hasta la violación de derechos. Lo vimos ayer otra vez, una tolerancia impresionante

Manu Viqueira es el creador, el productor, un artista audiovisual de Coruña y amigo que captó muy bien lo que queríamos hacer. Elaboramos el guion también como un documento colaborativo entre todos y todas, y salió esto que ya verán.


Paula Verde:—

Bueno, yo quería que hablase Marta porque tiene una capacidad de hablar impresionante, aunque yo hablo mucho normalmente. Quería decir que detrás de todo esto no hay personalismos. Queremos que todo el mundo se identifique con ‘Quererla es crearla’, por eso no queremos nombres ni representantes, queremos que alguien que vea esto diga «yo soy ‘Quererla es Crearla’». Por este motivo estamos aquí, imagino. No tengo nada más que decir.


Marta Casal:—

Simplemente, que vean con calma el vídeo que hizo Leo sobre la solidaridad del alumnado. Creo que ambos vídeos son herramientas muy útiles en los centros; los he usado con alumnado de secundaria y funcionan muy bien.


Nacho Calderón:—

La actividad que tengamos ahora también en las redes mientras estamos escuchando y compartiendo lo que está ocurriendo, es una forma de darle fuerza a todo esto. Continúan Jesús y Raúl con el workshop Orienta, que es el antecedente de este workshop de hoy. Fue en el que nos estrenamos y aprendimos a hacer algo que no habíamos hecho hasta ese momento.

También diría que cada uno de los apartados de la página web tiene la producción, pero después hay otra al final. Verán que, además de todo lo que se ha producido, hay producciones científicas a colación con eso, para dar consistencia a lo que está haciendo la gente.


Raúl R. López:—

No sé cuándo comenzó la cosa, pero nos encontramos en el workshop. Nos encontramos profesionales y familias principalmente, algunos hijos también. Para mí fue un encuentro muy enriquecedor. Lo que me gustó mucho de ese workshop es que hubo un momento para la queja y mucho tiempo para no quedarnos en la queja, sino empezar a construir desde el principio. Recuerdo que Susana lo dijo muy bien: «Esto está muy bien, pero el lunes, ¿qué vamos a hacer cada uno?». Y hubo un lunes, y un martes, y un miércoles, y fue muy interesante.


Jesús Moreno:—

Para aquellos que no estuvieron, fue un encuentro que en realidad yo viví o entendí un poco como catalizador, porque había ya fuerza y la intención de la gente de encontrarse. Y eso sirvió un poco como punto de encuentro, también como casi disparo de salida para muchas cosas. Todas las cosas que han pasado creo que tienen un poco que ver con el workshop en realidad. Y lo que he dicho Nacho antes, yo estaba pensando y decía: «Ya somos amigos». No, yo lo creo así porque, en realidad, ya somos amigos, ya éramos amigos y no solo nos hemos hecho amigos. Más allá de una idea de amigo naif, está la de amigos que son combatientes.

Y lo que nos ha hablado un poco Raúl, aunque hay poco tiempo, nos parece que es importante que aquí haya mucha gente que estuvo en el workshop y que, en vez de contar nosotros, pasemos el micrófono a dos o tres personas y que digan qué significó para ellos. A mí sí me sirvió personalmente y empiezo yo, porque yo estaba, y Nacho lo sabía a medio gas en aquel momento, pero me sirvió para engancharme y para que dejara de lado mi tesis y la empezara en realidad.

¿Quién quiere decir lo que significó el workshop?


María José G.:—

Pues no sé, para mí fue muy emocionante el poder encontrarnos en aquel momento. Hace 4 años, imagino que cada uno de nosotros, pero yo hablo personalmente por mí, estaba en otro punto y para mí fue un chute de energía, una emoción que en aquel momento me desbordó. Los que estuvisteis sabéis que yo no pude hablar, y que si me hubiese podido meter debajo de una piedra, me hubiese metido. Me desbordó el cariño también que recibí. Y claro, en ese momento, las comisiones que se crearon, yo como pedagoga.


Raúl R. López:—

Sí, se formaron tres comisiones: una sobre la escuela, otra sobre todo lo jurídico y otra sobre la evaluación pedagógica. A raíz de eso, a mí lo que me llamó mucho la atención es que teníamos una finalidad en común, pero muchas miradas diferentes de cómo llegar, todo un proceso. Es lo que Jesús dice: «Hemos llegado a ser amigos de puntos de vista diferentes». Ha ido siendo un proceso además de amistoso, muy amoroso, porque se veía la buena intención. Hasta en los que estábamos más equivocados, había una transformación, un aprendizaje, muy difícil, porque había que desaprender y al desaprender. Todo lo importante que yo era quedaba en nada y había que empezar de cero. Igualándonos bajo una línea común.

Hubo un encuentro en Yecla y, posteriormente, se hablará de «AlterEvaluación».


Jesús Moreno:—

Simplemente, quiero destacar el valor que tuvo aquel encuentro y que, creo, que queremos que tenga este. Lo que decían las compañeras antes es crucial: no se celebró en la Universidad de Málaga per se, yo no lo siento como de la Universidad de Málaga, en realidad lo siento como de la gente, y lo que se construyó fue, en realidad, un grupo de, aproximadamente, 100 personas de distintas partes de España que estaban trabajando e investigando juntas. Fue una especie de diagnóstico inicial para ver qué podemos hacer.


Nacho Calderón:—

Muchas gracias a los dos. Ahora sí, vienen Carmen Saavedra y Leticia.

(Aplausos)


Leticia Barbadillo:—

Bueno, a nosotros nos ha tocado un poco presentar y convencerlos, si no estaban ya convencidos, de que abracéis el ‘tocapelotismo’, de defender todo el trabajo de disentimiento. Si estáis aquí, suponemos que el paso ya lo habéis dado. Alejandro lo resume muy bien en la frase: «¿Qué necesidad tenía el estado de convertirme en un activista?» Supongo que, desde un rol u otro, desde familias o profesionales, nuestras experiencias nos han convertido en disidentes, en resistentes, y la historia nos da la razón.

Carmen Saavedra:— Nos da la razón en que ha habido muchas luchas, muchos grupos oprimidos que, aunque no estén en una situación ideal, sabemos que son grupos oprimidos y que su situación debe cambiar. ¿Y cómo lo han hecho? Disintiendo. Entonces, tenemos que disentir, y disentimos desde el primer momento en que tienes una tutoría y te dicen que no aceptas a tu hijo y tú te lo crees durante mucho tiempo. Hay gente que se muere creyéndose eso, pero no sé por qué algunas personas, porque conocemos a otras personas, decimos: «¿Pero qué me están diciendo?», «¿Cómo que no acepto a mi hijo?», «¿Cómo no voy a aceptar a mi hijo?», «¿Qué madre no va a aceptar a su hijo?».

Lo que no aceptamos es que no tenga derecho a educarse, a aprender. ¿Qué ser humano no puede aprender? No podrán aprender todos lo mismo ni llegar al mismo sitio seguramente a lo que teorizan que tienen que llegar, pero evidentemente todo el mundo puede aprender y todo el mundo tiene derecho a estar con todos. Aunque el consenso está muy valorado, siempre que se aprueba una ley por unanimidad nos parece maravilloso, y yo, hasta que no hicimos esta guía del disentimiento, no me había planteado lo necesario que es disentir. Y no siempre la mayoría tiene razón.

Lo más importante de todo es cuando empieza a disentir el que está en una situación de privilegio. Ahí viene el cambio. Siempre hablo de John Doar, que era un abogado blanco que fue fundamental. Siempre que se habla de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en los años 50 y 60, se habla de Martin Luther King, de Rosa Parks. Pero qué importantes son las personas como John Doar que legislan, que el momento en que el primer estudiante afroamericano fue a la universidad fue con la policía y John Doar a su lado. Ahí es cuando empieza el cambio, cuando se implican también los que están en esa situación de privilegio, que están siendo parte de la opresión…

Y, aquí hay tanta gente, tanta gente que estáis disintiendo y lo estáis haciendo, no como yo, porque a mí me han tocado lo que más quiero en la vida. Y aquí hay tanta gente, profesionales en la escuela, que estáis sufriendo seguramente igual o más que nosotras, las que estamos en casa. Vosotras sufrís todo el tiempo, y en el momento en que empezamos a tener esos aliados, esto es que ya ha empezado. Así que, a seguir disintiendo.


Leticia Barbadilla:—

Todo este proceso de disentimiento lo hemos organizado en una guía que aún no sabemos cómo verá la luz, porque, como somos disidentes, hemos hecho otra cosa. Nosotros, sobre todo como familias, aunque intentando incorporar a todos los sectores, hubiésemos querido tener esta guía porque es un camino muy duro y se pasa, en general, mucha soledad. Entonces, también para ayudar a esa construcción de redes para la que estamos aquí hoy, porque sabemos que la resistencia puede ser muy dura y frustrante.

Rescato de esa guía lo que más me gusta, que son esos elementos de resistencia que pueden ser muy pequeños y cotidianos, que agotan mucho y que muchas veces tenemos la sensación de que no se traducen en nada, de que estamos peleando y peleando y dándonos contra la pared, y solo nos quemamos y no fructifica. Hay un cuento maravilloso que me recomendó Sonia, que se llama «100 semillas que volaron», que cuenta la historia de un árbol que suelta sus semillas y diez van al río, otras diez se las lleva el viento y acaban en una roca. En un momento del cuento, parece que ninguna va a conseguir reproducir ese árbol porque todas han acabado donde no debían. Algunas son comidas por un pájaro que las lleva a otro sitio, y al final, sin poder establecer una relación lineal de que salieron de aquel árbol, sí que salen frutos de esa disidencia, a veces más grandes, a veces más pequeños, pero que siempre merece la pena seguir resistiendo y hacerlo acompañado para no morir en el intento.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Mariana y Tere van a presentar ahora una experiencia.


Mariana Alonso:—

Hola, buenos días. Soy Mariana.


Teresa Rascón:—

Yo soy Tere.


Mariana Alonso:—

Bueno, pues la verdad es que estamos encantadas de estar aquí en este espacio privilegiado para pensar y crear juntos. Nuestra experiencia es sencilla pero muy interesante, y realmente surgió a partir de la pregunta: ¿qué podemos hacer cualquiera de nosotros que estamos aquí en esta sala? ¿Cómo podemos transformar? Y creo que esa es la pregunta que nos ronda a todos y a todas.

Y bueno, esos profesores que empezaron a preguntarse cómo hacerlo, cómo transformar, estaban exactamente igual que vosotros y vosotras, sentados en un workshop en el año 2018, pero no se quedaron ahí. Volvieron a su centro educativo, que justo está situado en un pueblecito de Málaga que se llama Almáchar. Este centro es el CEIP La Parra, que algunos sí que conocéis, y es un pueblo pequeñito. Hay que llegar, en fin, una odisea, verdad. Y bueno, pues empezaron a pensar, a partir de ese workshop, ¿cómo podemos hacer más inclusiva nuestra escuela? Y ahí, lo primero que hicieron, este grupo de profesores, fue solicitar formación. Fijaos, qué interesante; siempre tenemos que estar en permanente proceso de formación, de aprendizaje. Solicitaron formación institucional al centro de profesorado y, a partir de ahí, también nos pidieron colaboración al grupo de investigadores del proyecto Narra Inclusión.

Y bueno, la experiencia, qué decir, espectacular, no se puede definir de otra manera. ¿Cómo empezaron? Ellos eran una comunidad de aprendizaje y, entonces, decidieron celebrar una jornada de diagnóstico vinculada a ese proceso que se llama «Volver a soñar», que tiene en las comunidades de aprendizaje. Y ahí, toda la comunidad, igual que estamos aquí, representantes de alumnado, de profesorado, familia, personal de administración y servicios, equipos directivos, agentes sociales, asociaciones, todo el pueblo, participó en esa jornada. A mí me parecía espectacular, bueno, hasta nos llevamos un autobús de la facultad. O sea, en fin, yo decía, vamos a acabar allí todo.

Y nos hicimos cuatro preguntas, en torno a las que trabajamos en unos papelógrafos como los que hemos traído hoy aquí, más o menos: ¿Cómo es la escuela que tenemos? ¿Cómo se enseña y se aprende en la escuela? ¿Cómo son las relaciones con tus compañeros, con el profesorado? Y, finalmente, ¿cómo es la escuela de nuestros sueños? Y a partir de esas cuatro preguntas, pues os podéis imaginar, salieron muchísimas aportaciones y todo se resumió en un foco que nos preocupaba: mejorar la convivencia en el colegio y en el entorno.

Bueno, pues a partir de ahí, arrancamos. Los alumnos, profesorado, familia y toda la comunidad educativa se transformaron en investigadores de su propio entorno, de su propia realidad, y empezamos a diseñar una investigación-acción participativa. Ese fue el foco: el alumnado. Recogieron, observaron, haciendo entrevistas. En la familia, entrevistando unos a otros… Y, finalmente, se diseñó un plan de acción para que aquello realmente tuviera incidencia, pudiera transformar, pudiera cambiar.

El plan de acción dio respuesta a tres focos principales que preocupaban: las relaciones en las redes sociales, cómo transformar y mejorar las metodologías de trabajo, y cómo hacer del recreo un espacio más educativo. Esas fueron las propuestas que se pusieron en práctica, y de cada una de esas propuestas, podríamos contar muchas de las iniciativas en las que participó toda la comunidad. Cerramos el primer ciclo de la investigación-acción participativa con un proceso de evaluación, un fotomatón donde el alumnado, de forma anónima, iba y contaba lo que le parecía, un análisis DAFO, asambleas en todas las clases, recogiendo las sugerencias, las aportaciones y, al final, una jornada preciosa donde se celebró, porque estas investigaciones al final tienen un momento de celebración, y compartieron todos los logros, las dificultades, por supuesto, y crear redes con otros centros educativos que se quieran sumar.

Esa fue celebrada el 1 de diciembre en el pueblecito de Almarcha, y se llamaba Jornada Axaquía Inclusiva, una jornada también preciosa, de las cuales tenéis… Bueno, paso a Tere, que no me enrollo más. Muchas gracias.

(Aplausos)


Teresa Rascón:—

Bueno, no sé si a vosotros os pasa, pero yo, cuando escucho a Mariana, y esa voz que encandila, me cuesta seguir hablando, la verdad.

Bueno, yo lo que quería decir es que creo que hay una premisa de la que se ha hablado mucho ayer y hoy, y es que a ninguno nos gusta la soledad no elegida. No les gusta a esos alumnos que son excluidos, no les gusta a las familias, pero tampoco les gusta, lógicamente, a los docentes que quieren transformar cosas y que no encuentran los apoyos necesarios en su centro. Hablo de docentes, orientadores y otros profesionales educativos.

De esta experiencia que ha comentado Mariana, sale otra guía para acompañar a esos profesionales de la educación, a esas comunidades educativas que quieren llevar a cabo una investigación-acción participativa en su centro para iniciar cambio. Esta guía, que acaba ahora mismo de salir, y está disponible en la web. Todos estos recursos los tenéis en la web, en el apartado «Creamos».

Bueno, pues como os decía, a ninguno nos gusta esa soledad no elegida y por eso, los que estamos aquí y los que esperemos que se vayan sumando en todo este proceso, hemos querido crear una serie de recursos también para acompañar esos procesos que queréis llevar a cabo en vuestros centros, pero que a veces no encontráis los apoyos, no encontráis los recursos. La idea es que tengáis ahí esa batería de recursos en la página y podáis disponer de todos ellos que lo han ido explicando muy bien los compañeros esta mañana.

Además, hay otro recurso elaborado por alumnos, porque nosotros somos profesores de universidad, pero consideramos que la universidad debe estar al servicio de quienes tienen que estar, que son esas comunidades educativas. Tienen que salir fuera. Entonces, se nos ocurrió entre todos crear unos vídeos tutoriales creados por los alumnos para que, bueno, también acompañen en esos procesos de investigación-acción dentro del centro. Son vídeos muy básicos, tutoriales de 2 minutitos, de hecho. Algunos de los protagonistas están por aquí y bueno, y en ellos se explica cómo hacer una entrevista, cómo crear incidencia política, cómo iniciar un proceso de investigación-acción participativa, etcétera. Todo eso, como digo, lo tenéis, para los que queráis usarlo.

Esa era una premisa nuestra, que todos los recursos fueran en abierto, porque la idea es que no se queden aquí, sino que esto crezca y hagamos realmente de nuestra escuela esas escuelas inclusivas que yo creo que todos y todas queremos. Muchas gracias.


Nacho Calderón:—

Gracias. Bueno, ahora vienen María José y Viki para hablarnos sobre cómo hacer una orientación para la educación inclusiva y del colectivo «AlterEvaluación».


María José G.:—

Hola de nuevo, bueno, nosotras estamos participando en un colectivo de orientadores que llamamos «AlterEvaluación». La idea viene a raíz del workshop ‘Orienta’ de 2018, de uno de los talleres sobre la evaluación psicopedagógica. Surgió una comisión en la que fuimos trabajando durante un tiempo y ha ido pasando diversos procesos. Ahora mismo, estamos en un grupo desde hace un par de años; empezamos unos 50 orientadores que, a veces, entramos y salimos.

La idea es que consideramos que la evaluación psicopedagógica es un gran escollo ahora mismo, conforme se está planteando para la educación inclusiva. La idea, entonces, es cómo llevar a la práctica esas ideas si venimos de tantas inercias de etiquetar, de exclusión, y de justificar recursos.


Viki Burriel:—

La idea era esa, lo que dice María José. Desde la evaluación psicopedagógica, y, por tanto, el colectivo orientador, se pensó cómo ayudar a hacer los centros más integradores en aquella época, frente a la situación actual donde hay una corriente categorizadora y discriminatoria y que, en parte, el colectivo orientador estamos instrumentalizados para eso. Por lo que es necesario darle un vuelco a esa situación y ponernos al servicio de la construcción de procesos colectivos de mejora y de transformación en los centros.

Entonces lo que dijimos fue: ¿cómo hacer para transformar una evaluación psicopedagógica individual, etiquetadora, que propone supuestos apoyos que, al final, a veces, son la gran barrera que tienen algunos alumnos para ser uno más en el cole? ¿Cómo hacer para transformar eso? Dijimos, bueno, en un proceso de investigación-acción participativa que tenga un aspecto democrático. Es decir, que no hago esta evaluación en contra de la familia o sin decirle nada a la familia, en contra del alumnado o sin consultar al alumnado, sino que la familia, el alumnado y el profesorado van a ser los protagonistas y los principales participantes.

¿Y cómo hacer para que eso sea un proceso colectivo y que, por tanto, sea un proceso transformador de verdad? Es decir, que no sea una medida puntual, sino que sea un proceso de reflexión, de pensamiento, de transformación para intentar conseguir la escuela que queremos.

Entonces en eso estamos.


María José G.:—

La guía «Para crear tus sueños», del CEIP La Parra, está también a puntito de salir y, en breve, estará para poder ayudar al resto de orientadores que quieran enganchar.

Y lo mismo que ha dicho alguien: no es de nadie, es de todos los orientadores que se quieran unir, de las familias que se apropien de ella y lo puedan llevar a los centros, de cualquiera. Por último, los profesionales tenemos que ser valientes, hay que ser valientes, y para eso también hemos construido esto, para tener una red. Para tener un suelo desde el que ser valientes. Como la madre que nos pedía a los orientadores acompañamiento. Da igual que no supiéramos cómo ni qué hacer ni por dónde, juntos vamos a ver cómo lo hacemos. Bueno, muchas gracias.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Gracias. Una de las cosas más bonitas es que cada uno de estos trabajos que se están viendo aquí se han cruzado, se han ido cruzando, y unos han ido alimentando a otros. Vienen ahora Alejandro, Sandra, Concha, Floren y Fátima para finalizar con todo esto.

(Aplausos)


Sandra Fernández:—

(Riendo) Como veis, aquí nos mandan a trabajar mucho. Yo no he parado de llorar desde que entré, soy muy llorona, y mi hijo siempre me dice: «Mamá, no llores», pero es que es increíble. Una cosa es haber estado en el proceso de todo este trabajo y otra cosa es verlo materializado. Es como si…


Público:—

(Riendo) ¡Eso es mentira!

(Risas)


Sandra Fernández:—

(Riendo) ¡Cómo que es mentira…!

Voy a contar un poco el recorrido, cómo empezó toda esta locura. El grupo de «Radicales Desadaptadas» somos principalmente madres, un padre, y un profe, que es Nacho. Llevamos años en un grupo de Messenger hablando todos los días, y ahí volcamos todo lo que nos pasa, lo bueno y lo malo. Nos reímos, lloramos juntos, nos damos consejos, nos venimos muy arriba. Somos personas osadas, valientes, y a algunos se les va mucho la pinza. Nos liamos la manta a la cabeza y estamos aquí, presentando un documental delante de la ministra.

De todas esas reflexiones, un día sumamos aquí a este mozo que tengo a mi derecha, a Floren, y a una moza que está por aquí, Fátima. Floren dijo: «¿Y por qué no hacemos una película?» Cuando conoció el caso de la familia Calleja, dijo: «De esto vamos a hacer una película nosotros». ¿Cómo? Porque nosotros nos reuníamos todos los viernes online y, ahí, se nos iba la pinza mucho. Entonces viene este (Floren) y dice: «Tengo una amiga directora de cine y esto hay que documentarlo». Y entonces, ¿cómo? Perdona, y ahí empezó el proceso.

Empezamos a pensar juntos qué queríamos mostrar en ese documental, la lucha de tantas familias, de tantas maneras distintas de luchar y tensionar el sistema para decir lo que venimos a hacer hoy aquí: esto hay que cambiarlo, esto no puede seguir así. Me tenéis que permitir la licencia de que, de lo que más orgullosas que nos sentimos todas, es de que nuestros hijos e hijas se hayan sumado y de que hayan dado su voz, que es la que tenemos que respetar. A nosotros nos presentan como activistas, como decíamos antes, ¿pero qué necesidad tenemos? También, de que les hemos dejado un legado increíble a nuestros hijos e hijas, hay que seguir luchando siempre.

Y que yo no quiero volver a un micrófono, quiero que lo hagáis vosotros.


Fátima Solera:—

Yo puedo hablar más de lo que ha sido el proceso de creación del documental. Cecilia lo hablaba ayer, de cómo se bajó de ese pedestal, del ego que puede tener un director y la valentía que tuvo de bajarse de ahí y dejar que los demás hablásemos también, diésemos una opinión. Cuando nosotros tenemos una formación escasita en documental, si nos ponemos a su lado.

Entonces, ese trabajo colectivo no solo grabarlo, sino transcribirlo. De verdad, sin Paula, sin Sandra, y sin Carmen, yo no podría haber hecho esos subtítulos porque me ayudaron muchísimo. O sea, creo que ningún equipo profesional hubiese trabajado tan bien, tan rápido y de forma tan eficaz para poder llevar esto a término. Entonces, el trabajo del documental no solo es colectivo en lo que es en la imagen, sino detrás también ha habido un gran trabajo por parte del grupo. Así que, muchísimas gracias, chicas, y por supuesto, muchísimas gracias a Cecilia por haberse prestado esto de verdad.


Alejandro Calleja:—

Bueno, efectivamente, esto nació o no deja de ser una red de confianza, realmente, el grupo de Radicales, el grupo de Quererla es Crearla. El embrión seguramente fue el workshop del 2018. Aunque nos conocíamos ya virtualmente y teníamos una relación, encontrarnos, tener el contacto directo, es de las cosas que siempre más he apreciado en estos encuentros, porque al final, el desvirtualizar, nos parece que no, pero es un plus. A mí me encanta el contacto con las personas, el contacto directo, la confianza que vas generando porque, si no, este proyecto hubiese sido imposible. Al final, en el documental, todos nos hemos desnudado un poco; yo me he desnudado como nunca. Le costó, pero bueno, la verdad es que lo hice muy a gusto porque estaba muy a gusto, me sentía libre para hacerlo y es una forma efectivamente de poderlo hacer.

El origen de decir: «Venga, vamos a hacer adelante», la culpa la tuvo Floren, que dijo: «Jolín, con nuestra historia y con el dictamen del comité de Naciones, Unidas, cómo no vamos a hacerla». Entonces, fue un poco lo que le impulsó. Yo pedí permiso a la familia, entre comillas, y permiso concedido. Y, entonces, ya todos tiramos para adelante, porque bueno, es un proyecto bonito e ilusionante. Cecilia ha hecho un trabajo increíble y todos hemos aportado lo mejor de nosotros mismos. Al final, en este trabajo estamos representados todos los que estamos y los que estáis, todos. Por eso seguimos.


Floren Cabello:—

Para acabar, el documental está para compartirlo con vosotros o escribiendo al grupo. La idea es que os lo llevéis a vuestro pueblo, a vuestro Centro Cultural, a vuestro centro social, a vuestra clase pequeñita, y que hagamos debate en todas partes. O sea, el documental es la documentación de un movimiento para que crezca el movimiento. Entonces, nada se acaba aquí, se supone que, igual que la victoria de la familia Calleja, la queríamos contar con el origen de un movimiento, que nos lleva un paso más allá de valentía, de osadía, de hacer un documental, lo que toca ahora es a que vayáis con nosotros, bien por vuestra cuenta, bien con alguna intervención presencial o virtual de alguna de las protagonistas, toméis el documental, lo hagáis vuestro y llevéis a todos los sitios estos debates. Así que esa es la tarea que os queda a vosotras ahora.


Concha Casasnovas:—

Lo único que os queríamos transmitir, desde nuestra familia, es que nuestra historia ha sido en soledad. Raúl ha llegado donde ha llegado, lo veréis en el vídeo, gracias a que hemos creído en él, hemos luchado, pero en aquella época estábamos solos. Hoy estáis con nosotros. (Concha se emociona y se entrecorta la voz).

(Aplausos)


Audiodescripción [AD]:

Se proyecta el tráiler del documental ‘Quererla es Crearla’. Accede a la transcripción en este enlace: tráiler.

https://creemoseducacioninclusiva.com/creamos/documentar-un-movimiento/


Nacho Calderón:—

Hemos acabado ya el corrido de lo que hemos estado haciendo durante estos cinco años. Ahora, es el momento de hacer asambleas. Todo lo que se ha comentado hasta ahora son herramientas que se han puesto al servicio de todo el mundo. Acabamos en el documental con lo que decía Concha, que no le parecía bien soñar por nuestro hijo o hija. Entonces, la pregunta con la que queremos comenzar esta asamblea es: ¿cómo creamos las condiciones para que las personas puedan adueñarse de sus sueños? Esta es la pregunta dinamizadora que recogemos de Concha. ¿Cómo podemos hacer para que las personas puedan adueñarse de sus sueños en las escuelas?

Tienen la palabra. Cuando alguien quiere hablar, tiene que ponerse de pie y acercarse un poco al centro para que pueda el streaming grabarla. Bueno, ¿quién comienza? ¿Quién arranca? Tenemos poquito tiempo.


Participante 1:—

Bueno, a mí del documental me han gustado muchas cosas, pero lo que más me gustó fue la pregunta de Antón: «¿Cómo se puede hacer para planificar la toma del Ministerio de Educación?» ¿Os acordáis?

(risas) (aplausos)

Pues así es lo que hicimos ayer. La toma del Ministerio de Educación la empezamos ayer y yo creo que la estamos planificando. Empezamos por ahí.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Muy bien. ¿Más palabras?


Participante 2 (Paula Verde):—

Yo pienso que una de las claves es estar presentes. ¿Cómo podemos empezar a no soñar por ellos? Que estén presentes. Nuestro paso, como lo he dicho en el vídeo, y muchas veces en redes. Si nos retiramos, si no hacemos que se transforme, no vale de nada. Queda mucha literatura y, después, no están. Entonces, tenemos que luchar porque estén y ser valientes. Todos, familias. Ellos, al final, son los que lo sufren y lo padecen en el peor de los casos. Pero es que si no están, no transformamos nada.


Nacho Calderón:—

Muy bien.

Participante 3 (Raúl Aguirre):— Lo primero, soñar, que nos oigan, que tengamos voz, que hay que pelear por una vida digna e independiente y que podemos oírnos con esta voz.

(aplausos)


Nacho Calderón:—

Muy bien, muy bien.


Participante 4:—

Yo quería decir, en primer lugar, que estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Paula. Es fundamental que estemos presentes, pero sobre todo que estén presentes, en mi caso, mi hija. Creo que tenemos la obligación, las familias, a pesar de la desinformación y del miedo, que es lo que tenemos cada día de nuestra vida: muchísimo miedo y muchísima desinformación. Tenemos la obligación de creer en nuestros hijos, de empoderarlos, de hacerlos personas valientes y con capacidad para tomar decisiones y con libertad, con la libertad de que ellos y ellas decidan qué quieren hacer y dónde quieren estar. Pero cuando ellos son aún incapaces de decidir por sí mismos, como cualquier otro niño o cualquier otra niña, tenemos que ser nosotros los que tomemos las riendas.

Y eso, que la única manera es creer en ellos, valorarlos. Las familias somos los principales motores del valor que les damos a nuestros hijos como personas que están en esta sociedad. Entonces, creo que es fundamental empoderarlos y valorarlos muchísimo para que ellos puedan estar presentes y tengan la libertad y la capacidad de decidir en sus vidas.

(Aplausos)


Participante 5:—

Yo quiero un sistema educativo y social que me devuelva a mi hijo, porque yo tuve tres hijos distintamente capacitados y la Administración me robó uno de ellos, me lo devolvió etiquetado, con menos valor y con menos derechos. A ese hijo, cuando terminó la secundaria, un periodista le preguntó: ¿Cuál crees que fue el secreto de tu éxito? Quiero que ningún estudiante del mundo conteste lo que contestó mi hijo. Dijo que el secreto de su éxito fue resistir. Eso no es justo. Eso no es justo.

(Aplausos)


Participante 6:—

Hola. Bueno, yo solo decir que para resistir son necesarias las redes. Y para resistir, somos necesarios todos y cada uno de los que estamos aquí, los que nos están viendo. Entonces, creo que el gran valor, y ya sé que se ha dicho, es la creación de todas esas redes que nos van a sujetar cuando nos vayamos a caer. Porque nos vamos a caer, lo sabemos. Y se van a caer nuestros hijos, nuestras hijas, nuestros alumnos, nuestras alumnas y nuestro día a día. Entonces, necesitamos tejer esas redes humanas sin humanidad.

(Aplausos)

No hay escuela, sin emoción, no hay educación. Y por favor, que lo tengamos presente, porque yo no puedo estar con mi hija todo el tiempo. No quiero estar con mi hija todo el tiempo. No debo estar con mi hija todo el tiempo. Necesitamos saber qué hay. Como se dice también en el documental, hay ciudades y comunidades educadoras en las que todos y todas aprendemos de todos. Y eso solo lo podemos construir con redes que se multipliquen. Gracias.

(Aplausos)


Participante 7:—

Yo creo que es importante que la sociedad nos vea, que vea a nuestros hijos, no nos vea. Cuando el problema no les pasa, no están viviendo lo que está pasando. Entonces, creo que es superimportante que vean, que empaticen y sientan lo que nosotros sentimos. Porque son personas, son personas y tienen derecho a ser y estar. Por lo tanto, es un trabajo que tenemos que hacer como sociedad en conjunto. Esto tiene que ser como aquella gota de aceite que hace una marea. Tendríamos que traspasar todas esas barreras, todos esos caminos que nos hacen traspasar constantemente, para que vean que es posible. Y la prueba de ello, yo siempre digo que es mi hijo, con mucho esfuerzo. Está en la universidad, ha llegado a la universidad. Es posible, con mucho esfuerzo, pero no debería de ser así, no debería de ser una lucha. Todos tienen derecho a estar. Todos tienen derecho a ser y la sociedad ha de cambiar. Empecemos por ahí.

(Aplausos)


Participante 8:—

Hola. Yo, a raíz de lo que has dicho tú anteriormente de tus tres hijos, quería decir algo que he dicho, siempre. Lo he comprobado. Yo tengo dos hijos, uno con discapacidad y otro sin ella. Cuando tienes un hijo sin discapacidad, tú decides, desde que es pequeño, dónde va a estudiar, en qué colegio le vas a llevar; decides todo con él en cuanto él puede. Pero con tu hijo con discapacidad, en cuanto le ponen la etiqueta, todo el mundo empieza a opinar. Todo el mundo, con capacitación o no, empieza a opinar qué es lo que tiene que hacer, dónde tiene que estudiar, cómo tiene que hacer, dónde tiene que ir, su itinerario de todo. Desde el más experto hasta el último que pase o se encuentre por la calle, o sea, hasta el vecino de enfrente. Y todo el mundo, además, se cree con derecho a decirte lo que tienes que hacer. Entonces, no debería haber esa diferencia. O sea, los padres somos igual de competentes para educar y para decidir sobre nuestros hijos, y tenemos los mismos derechos sobre nuestros hijos con discapacidad que sin ella. Eso es lo que quería decir. Gracias.

(Aplausos)


Participante 9 (Jesús Calleja):—

Yo, después de mucho tiempo, lo que tengo cada vez más claro es que la familia empoderada genera hijos empoderados. Si nuestros hijos no nos ven a nosotros como padres que luchamos, resistimos, sufrimos también, nos ven sufrir, ellos tampoco se van a empoderar. No van a ser resilientes. Por eso es tan importante que las familias tengamos… Porque, al final, esto, difícilmente nos lo van a arreglar los demás. La Administración Educativa y las políticas educativas tardarán lo que tarden. Pero nuestros hijos, si nos ven a nosotros empoderados, se empoderarán. Y el germen de la transformación, tanto de la Administración como de la política educativa, será el nuestro. De nosotros depende, realmente. Si esperamos a que los políticos o la Administración cambien, largo y mal lo llevamos. Así que a ponernos las pilas y para adelante.

(Aplausos)


Participante 10:—

Buenos días. Agradeceros a todos los que habéis formado parte de hacer hoy el workshop, lo de ayer y lo de mañana. Sabía de lo que iba, pero ahora mismo estoy muy emocionada y en mi cabeza salen muchas cosas. Soy mamá de dos peques con discapacidad y, al final, como todo, cuando te toca de cerca, sacas fuerzas. Hay días mejores, hay días peores. Y es maravilloso ver aquí a profesionales, a familias, a alumnos. Quererla es crearla, y veo que sí, que así es. ¡Es posible! Y no tengáis miedo. Tenemos que hacer ruido. Mañana espero veros a todos y a muchísima más gente, porque de lo que no se habla, no se conoce. Entonces, hay que ser valientes y decir lo que nos pasa. Y decirlo. Y si no tenemos fuerza, al día siguiente volver y tocar puertas y pedir. Porque nuestros hijos tienen derechos. Que no se nos olvide nunca. Gracias a todos por estar aquí.

(Aplausos)


Participante 10:—

Hola. No iba a hacerlo, pero yo es que quiero que… Yo entiendo que a cada uno le duele lo suyo, pero esto no es algo de cada uno, esto es algo de todos. A mí ya me conocéis a través de la «Habitación de Belén». A mí me echaron. Yo no entraba, yo sufría acoso escolar y a mí me condenaron. Yo no entraba en ningún compartimento estanco. Y como yo, tantísimos niños, niñas y adolescentes que no entran en ningún compartimento, no entran en ningún protocolo. Pero a todos nos puede pasar y eso es lo que tienen que entender los de fuera, que esto es algo de todos, que la inclusión es algo de todos. Yo, por todas las cosas que he vivido, hoy no estaría aquí. A mí la inclusión me salvó la vida. Si yo no hubiera conocido la inclusión a los 20 años, que fue cuando yo la conocí, no estaría aquí, es que no estaría en ningún sitio. Entonces, eso lo tiene que entender la gente, que esto es de todos, que a todos nos puede pasar y que aquí luchamos todos y todas juntos, porque esto es algo que nos beneficia profundamente.

(Aplausos)


Participante 11:—

Es difícil soñar algo si no te dejan, ¿no? O es difícil soñar si estás institucionalizado o si estás segregado. Es muy difícil soñar si no tienes derechos o si no se te ve, si estás invisible. Yo quiero recoger aquí, hoy, el testimonio de una amiga que ya no está, pero que ha estado siempre y que sigue estando. Ella estuvo institucionalizada 15 años de su vida y vivió una vida con muchísima dignidad. No cuando estaba institucionalizada, sino reivindicando ese empoderamiento de muchas mujeres, en este caso, que además se le añade el ser mujer y el tener una diversidad. Ella superó techos y cristales, techos y paredes de cristal. Ella decía: «No solo tengo paredes, tengo también techos, y como yo, muchísimas personas». Esa mujer y amiga es Soledad Arnau Ripollès, y el lema que ella siempre nos decía es: «Nada para nosotras sin nosotras». Entonces, ese lema lo recoge en su tesis doctoral, que para ella fue un sueño. Hay otras personas que hemos hecho una tesis y digo yo: «pues, quizá, no sea lo más bonito de mi vida la tesis», aunque fue de inclusión laboral la mía, de personas con diversidad intelectual y en el 2003.

Pero ella hizo su tesis: «Estudios críticos de y desde la diversidad funcional». Os recomiendo que busquéis a Soledad Arnau Ripollès. Es una persona que ha movido muchas comunidades desde este «Nada para nosotras sin nosotras» y desde el Foro de Vida Independiente y Divertad. Recordando también a muchas otras personas que no están. Y, quizás, sí, es el momento también de decir que mi madre soñó a cuatro hijas, cada una diversa, distinta, y nos ayudó también en ese proceso de soñarnos. O sea, que ese acompañamiento que decía Paula, esa manera de dejar soñar es muy importante, aunque, a veces, como madres es tan difícil porque nos sale el maternalismo o el paternalismo. Empoderar a nuestros hijos y darles a libertad. Y por poner un ejemplo de mi hijo, que igual me estoy yendo mucho con el tema del COVID y el confinamiento, hay una frase que a mí me impactó muchísimo. Le dije: «Miguel, ¿te da miedo el bichito?» Y me dice: «No, a mí me da miedo no abrazar a mis amigos y a mis amigas».

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Una palabra más, porque tenemos que hacer el descanso. De hecho, le hemos comido al descanso un cuarto de hora. Una palabra más.


Participante 12:—

Hola, gracias a todos por estar. Yo quería dejar de hablar de inclusión. ¡Qué revolucionaria!, ¿no? Yo quería hablar de trabajar con las capacidades y no machacar sobre las discapacidades. Creo que eso ayudaría a todos y a todas. Nada más.

(Aplausos)


Nacho Calderón:—

Ahora hay un descanso de 15 minutitos para descansar. Quienes no se han inscrito, que lo hagan ahora en este ratito y, después, comenzaremos con talleres. ¿Vale? Bueno, pues descansamos.


Audiodescripción [AD]:—

Todas las personas participantes de manera presencial están reunidas en una sala. Nacho se dirige a ellas.


Nacho Calderón:—

Tenemos preparada la sesión en torno a tres grandes talleres que aglutinan lo que nos habéis hecho llegar a través de vuestras inscripciones, cuando se os preguntaba qué temáticas pensabais que había que abordar ahora para transformar la realidad. Las hemos aglutinado en tres grandes talleres. El primer taller se va a desarrollar aquí, en esta sala. Este será el taller más numeroso por espacio. Todos los talleres tienen que contar con todos los miembros de la comunidad educativa. Es decir, ahora tenéis en vuestras inscripciones un color. Los colores los tenéis en las columnas. El rojo representa a familias, el azul a docentes, el amarillo a orientadores y orientadoras, el verde a investigadores universitarios, el naranja a estudiante y el rosa a ONG. Rosa.

Vamos a intentar hacer los agrupamientos dependiendo de los intereses de la gente, pero también deberíamos tener flexibilidad para que, si hay muchas familias que se han ido a un sitio o muchos docentes que se han ido a otro, algunos voluntariamente se vayan a otro taller.

El primer taller se titula: «Escuelas como espacios de convivencia y aprendizaje». El segundo taller se va a desarrollar en la sala del fondo y se titula «Dar valor a las diferencias». Y el tercer taller, que se realizará en una sala paralela a esta, se titula «Participación y activismo para transformar el sistema». Digamos que los tres talleres tienen tres grandes ideas. Una se refiere a cómo transformar las prácticas escolares. Otra se refiere a cómo transformar las culturas. Y, finalmente, otra se refiere a cómo hacer incidencia política. Estos son los tres talleres. El primero, prácticas, el segundo, cultura y el tercero, incidencia política.

Decíamos que, ahora, lo que vamos a hacer es que los que tienen la pegatina redonda, que levanten la mano y que se distribuyan ya directamente. A ver, ¿cuántas hay? ¿Cuántas rojas hay, que sois las más numerosas? Lo suyo sería que os distribuyáis, que os vayáis a las diferentes salas, dependiendo de vuestro interés. Hemos dicho prácticas escolares, cultura y política. Que se armen a los grupos heterogéneos, para que haya representantes de todos los colectivos. Podéis ir a los diferentes lugares. Si hay alguien que se queda aquí, se queda aquí. Este es el primer grupo: prácticas escolares.

Lo mismo hacemos docentes y orientadores. Nos distribuimos ya y vemos si está equilibrado o está muy desequilibrado. Rápido, que después hay una puesta en común.


Audiodescripción [AD]:

En pantalla, el grupo de las familias, sentado en círculos. Cada persona del grupo tiene post-its y bolígrafos para tomar notas mientras dialogan.


Amalia Alonso:—

Hemos dividido los talleres en dos partes. Por un lado, hay una pregunta inicial que vamos a hacer entre todos, que sería la siguiente: ¿Son las escuelas espacios de participación y de aprendizaje? Esa es una pregunta que proponemos en el taller para que podáis reflexionar en el post-it. Escribidlo en el post-it. Si alguien necesita algún rotulador, bol, etcétera, lo pedís. Luego, iremos pasando los post-its, de forma que luego los colocaremos en el papelógrafo que hay ahí en la pared. Lo vamos a colocar en medio y después iremos rellenando ese papelógrafo entre todos con las aportaciones.


Participante 1:—

Estás haciendo la pregunta, pero referida a la inclusión, ¿verdad?


Amalia Alonso:—

Claro, claro. Sí, en realidad, cuando hablamos de inclusión, la pregunta tiene que ver, como bien habéis dicho en la Asamblea, con estar presentes, con esa presencia. Con lo que es el aprendizaje, que todos los niños y todas las niñas puedan aprender y desarrollar todas sus competencias, y con la participación. Entonces, realmente, la pregunta la podemos hacer también pensando en: ¿Son las escuelas espacio o hay barreras para esa presencia, participación y aprendizaje? Si queréis verlo de esa manera.


Jesús Moreno:—

No solo de colectivos que histórica o normalmente se llaman «con necesidad de educaciones especiales». Es decir, la pregunta es: ¿Son las escuelas espacios de participación y aprendizaje?


Amalia Alonso:—

Exacto. Y la segunda, que se puede colocar en otro post-it, y si os parece, serían ideas o estrategias para que lo sean. ¿Qué ideas, qué estrategias se nos ocurren para que lo sean? ¿Vale? Entonces, ¿os parece que dejemos cinco, seis, siete minutillos para que podáis pensar, rellenar y, después, abrimos la puesta en común? ¿Compartimos?


Jesús Moreno:—

Primero sería solo la parte, digamos, diagnóstica. Ahora mismo no pensemos en la estrategia, sino en: ¿Son las escuelas?, ¿vale? Eso es lo que vamos a hacer ahora. Y después, a la una y cuarto, hacemos la segunda parte.


Amalia Alonso:—

Vale, gracias. Exacto, vamos a hacer así. Bueno, pues si os parece, dejamos el tiempo para pensar las dos preguntas juntas, despacio, en silencio, que cada uno pueda tener su espacio, su tiempo. Escribimos y luego dejamos el tiempo restante, porque es que va unido, ¿no, Paula? Lo que tú dices. Está dividido, pero ya el tiempo…

¿Todo el mundo tiene post-it? Pasamos más post-its.


Audiodescripción [AD]:

El grupo reflexiona y escribe sus ideas en post-its durante quince minutos.


Jesús Moreno:—

¿Qué os parece, os pregunto también a vosotros, como parte de los facilitadores, si nos vamos levantando ordenadamente, y mientras ponemos el post-it, si queréis lo leéis? Esto es una propuesta, no estoy diciendo lo que hay que hacer. Y, a raíz de ahí, podemos debatir, si queremos, un poquito. O sea, que nos expliquemos un poquito y si alguien quiere añadir algo. Yo pediría, y esto es una propuesta también, que no confrontemos con lo que ha dicho otro, sino que añadamos a lo que dice otro. Y también que, cuando lo vayamos poniendo, porque al principio habrá un solo post-it, pensemos un poco en cómo lo agrupamos. Y así podemos participar más. No sé si queréis añadir algo.


Amalia Alonso:—

Una cosilla, ¿alguien se ofrece de secretario portavoz para la asamblea posterior? Después de comer, tenemos una asamblea muy breve, en la que se va a poner en común lo principal que ha salido en cada taller. ¿Quién se anima? Pueden ser una o dos personas. O tres. O tres, pueden ser dos o tres personas. Leticia. ¿Alguien más que ayude a Leticia? Marisa y Leticia. Vale, genial. Oye, qué pedazo de compañeras tenemos, una pasada.


Jesús Moreno:—

Si alguien quiere levantarse, le doy el micro y comenta. ¿Quién quiere empezar?


Audiodescripción [AD]:—

Una tras otra, las personas del grupo se levantan y, después de cada intervención, pegan su post-it en el papelógrafo situado en el centro del círculo.


Jesús Moreno:—

Cuéntanos qué has puesto. Luego, tú le pasas directamente el micro a la siguiente persona.


Participante 2:—

Vale. Bueno, yo he puesto que no lo son, porque son espacios encorsetados, autodirigidos por el docente o la docente, que es quien marca el ritmo sin tener en cuenta la heterogeneidad del alumnado. ¿Lo pongo ahí?


Participante 3:—

Hola. Yo considero que es difícil hablar de una escuela que permite la participación y el aprendizaje en el aula, cuando desde el minuto uno ponemos bajo el brazo del alumno un dictamen que segrega, de alguna manera. Y además, aporta unas adaptaciones. Ahora sabemos que han cambiado el nombre, no sé cómo las llaman ahora, adaptaciones curriculares significativas, que además condicionan el futuro. Ya, de alguna manera, marcan una trayectoria que no tiene en cuenta las capacidades del alumno y que de alguna forma incapacitan cuando estas no están realmente justificadas, con evaluaciones psicopedagógicas pobres.


Participante 4:—

Yo he puesto que, en teoría, sí que lo son. Son espacios donde estos aspectos deberían aprenderse y vivirse para permitir el cambio social y la transformación. Porque pienso que la escuela, si realmente fuera como debería ser, es un motor de cambio.


Participante 5:—

Hola, también he puesto que sí lo son, pero que lo cuestionable es cómo se aprende y cómo se participa.


Participante 6:—

Yo he puesto que creo que sí lo son, pero no de todos y todas, ni siempre es igual. Yo tengo dos hijos y es diferente cuando no les ofreces las mismas oportunidades. Pero también he podido comprobar cómo, cuando sí se les ofrece por algún profe que sí lo hay, entonces sí es igual. Yo lo he vivido así y para mi hijo, cuando se le da la herramienta necesaria, sí lo está haciendo. Tiene solo siete añitos y yo sí estoy viendo la diferencia cuando él está con un profesor o está con otro. Entonces, creo que sí lo son, sí pueden serlo.


Participante 7:—

Para mí va en la misma línea. Actualmente no, porque creo que depende mucho de la mirada del adulto que está en esos espacios, que enseñe a esos aprendizajes para ver si están diseñados y pensados, pensando en todos los alumnos que pertenecen y forman esa aula o solo en la mayoría.


Participante 8:—

Pues yo, como gallega, depende. Depende de los profesionales que la forman, porque están supeditados a su voluntad y criterio, tanto el aprendizaje de la voluntad del alumnado como la participación de la familia.


Participante 9:—

Yo, como he puesto lo mismo que ella, aunque yo no soy gallega, pero igual. He puesto que dependiendo del centro educativo y, sobre todo, del docente que te toque. Entonces, lo voy a poner aquí con ella.


Participante 10:—

Pues yo no puse depende, pero he puesto que no, desde el punto de vista que depende del centro y de las decisiones de unos pocos. No toda la comunidad educativa forma parte, ni tampoco de forma arquitectónica ni de manera accesible cognitivamente. O sea que es un «depende».


Participante 11:—

Yo he pensado que sí, porque a mí en mi instituto sí que me dejan participar en las actividades que te ponen los profesores. Y aunque muchos colegios no comparten este sentimiento, o sea, esta afirmación, creo que todos los colegios deberían ser así y comprender a sus alumnos.


Participante 12:—

Muy bien. Pues voy a decir el mío y pego los dos. Pues yo, bueno, soy la optimista siempre. Para mí, bueno, no me ciño a mi experiencia, pero son espacios que cumplen todos los requisitos. Entonces, es un sí, aunque no se cumpla siempre, evidentemente. Voy a decir que es un sí porque cumplen los requisitos para que lo sean. Espacios de participación y diversos. Dos sís.


Participante 13:—

Pues yo en un principio también había dicho… Primero había expuesto que no, y luego digo: «mira, voy a ser un poco como… voy a pensar que si la escuela es participativa y colaborativa y trabaja la convivencia, sí se da». Y entonces en este sí se da, si se da la escucha activa, si se da el diálogo, si se da el respeto, la convivencia. Son cosas muy evidentes. Si hay tutorías con compartida, si va más allá de la clase, si hay patio, comedor, entorno participativo, si se atienden las necesidades personales del alumnado y del equipo, si es una escuela abierta al contexto, a la diversidad que en ella se encuentra. Y si no, pongo no, si no se da esto.


Participante 14:—

Bueno, yo cojo ahora el testigo porque voy un poco en la línea que ella ha comentado, yo creo que la mayoría no lo son. Como dice Paula, sí que todas cumplen los requisitos para hacerlo, pero mi experiencia ha sido que mi hijo ha estado en una escuela que no lo era y ahora hemos encontrado una escuela que sí lo es. Entonces, yo he tenido las dos experiencias y pongo que la mayoría no lo son. ¿Por qué? Porque para verlo, yo creo que tiene que haber la regla de las tres ‘P’ que yo le llamo. No es mi idea, la cogí de algún sitio, pero siempre la recalco. Tiene que haber presencia, porque si no hay presencia en el aula, no puede haber participación. Y si no hay participación, no hay progreso. Entonces, para que sea una zona de participación del alumnado y de la de aprendizaje, yo creo que se tienen que cumplir esas tres cosas: presencia, participación y progreso.


Participante 15:—

Me ha tocado. Bueno, pues yo voy en la línea del no y, además, entre admiraciones. Basándome en mi experiencia más cercana. Yo soy profesional, soy orientadora y, en mi contexto cercano, la escuela es un espacio jerárquico donde los docentes deciden quién, cuándo, cómo se participa y se aprende de manera unilateral.


Participante 16:—

Yo he puesto que no, porque siempre están esas barreras camufladas que excluyen al alumnado más vulnerable, limitando su participación en el aula cuando el contenido se lo reducen desde Infantil y, específicamente, con las adaptaciones curriculares significativas.


Participante 17:—

Yo voy en la línea del no, lo siento. Lo vi como alumna, lo sigo viendo en la universidad y lo veo como profesional. Las escuelas son espacios de aprendizaje, no son espacios de aprendizaje, son espacios de enseñanza, porque tienden a olvidarse del factor más importante que es el alumno, que es el que aprende. Y no puede haber espacio de participación y aprendizaje si no se considera bien al alumno y se le ve como un ser íntegro, que tiene emociones, que tiene capacidades y que tiene voz propia.


Participante 18:—

Yo diría no, pero no puedo decir que no, porque sí he visto que a veces, cuando se dan las condiciones, cuando se quiere, se puede. Solo a veces, solo algunas y solo en clases o coles muy específicos, contados y maravillosos. Concha, estabas tú, ¿no?


Participante 19:—

Bueno, yo no estoy muy actualizada en la situación del momento presente. Tengo nietos que están en la escuela, pero son nietos que no tienen dificultades. Entonces, participan plenamente en todo. Pero mi opinión es que ni teórica ni prácticamente cuenta la voz del alumnado, de todo el alumnado. Entonces, creo que es un «no» rotundo.


Participante 20:—

A mí me ha salido un «no lo son» de forma categórica, y me he quedado triste. Y lo que más me sorprende es que en las aulas haya tanto silencio entre ellos. Yo paso por las aulas y el silencio es absoluto, así no se aprende. Está la voz del profesor o la profesora, pero demasiado silencio, poca comunicación.


Participante 21:—

Nada, yo en la misma línea, creo que no son espacios de participación en absoluto y para nadie, como decía Concha, son espacios plenamente jerárquicos, donde la voz de los estudiantes y del alumnado no tiene cabida, no hay participación efectiva. Y de aprendizaje solo lo son para un tipo muy determinado de alumnado, así que no.


Participante 22:—

Bueno, cuando empecé, sí tenía esa ilusión y esas ganas como orientador de crear esos espacios, pero sí que es verdad que hoy por hoy tengo muchas dudas de si realmente lo son. Yo los veo como transmisores de contenidos. Hay diferente… alumnado, en el cual transmitimos información. Entonces, en el medio, como gallego que soy.


Participante 23:—

Yo puse que deberían de serlos, pero que no, y que depende muchas veces de la voluntad del profesorado o de las personas que trabajen con ellos.


Participante 24:—

Yo puse que en general no, aunque mi experiencia es positiva. Empezó siendo negativa porque a mi hijo lo rechazaron en el primer colegio que yo tenía pensado. Bueno, fue un rechazo… de esos… Pero ahora mi experiencia es positiva. Creo que si se quiere, se puede, como decía la compañera. Y sí, hay algunos profesionales que quieren y hay que apoyarlos y darles empuje.


Participantes 25 y 26:—

La participante 25, acompañada por la participante 26, interviene. Al finalizar, la participante 26 transmite sus palabras para el grupo.

«Para promover la participación, hace falta variedad de perfiles profesionales. Es necesario escuchar a los estudiantes y no juzgarlos por su apariencia, porque todos tienen capacidades. Así que en medio.»


Participante 27:—

Pues yo me he ido a la parte negativa también. A ver, yo creo que seguimos priorizando el aprendizaje individual. La participación se da poco en las escuelas. Es verdad que hay algunos casos, algunos centros, pero seguimos con la nota, con los contenidos, como decían algunos compañeros. Aprendizaje sí, pero no para todos, con lo cual, en el momento en el que alguien no aprenda o no participe, yo considero que no se puede considerar un sistema educativo o participativo si alguien se queda excluido del sistema y seguimos basándonos en los déficits y no en las competencias o en las capacidades del alumnado. Así que yo me he ido por el lado negativo.


Participante 28:—

Pues yo también sigo en negativo. Mi experiencia es un poco como estudiante, como investigadora que acabo de empezar y también como profesional, porque trabajo en un colegio, no como profesora, pero de apoyo al alumnado con necesidades. Y mi perspectiva es que no, por desgracia. Y pienso que en un espacio en el que no todos y todas pueden aprender y no todos y todas pueden participar, no se puede llamar un espacio de aprendizaje y participación. Entonces, un poco por ahí.


Participante 29:—

Yo, como periodista, he puesto que sí, porque objetivamente hay que aprender para poder pasar de curso y a lo que vas. Y también tienes que participar, hasta hay unos puntos de participación obligatoria, pero que la forma en la que se hace es completamente incorrecta. Entonces, es un sí, pero negativo. Y creo que el problema viene de la rigidez que lleva a la discriminación y a cortar el potencial de desarrollo de cada estudiante.


Participante 30:—

Hola. Yo entiendo que deben ser lugares de aprendizaje y no solo de contenidos curriculares, sino de aprender comportamientos adecuados, socialización y cómo estar en el mundo y cómo estar en la vida normal. Entonces, de aprendizaje lo son si se les permite estar en el aula ordinaria. Si tú les apartas, en ese momento hay que estar primero para aprender. Muchos de los niños que están, aunque no se les enseñe, aprenden ellos por sí mismos, aprenden muchísimo más de lo que nosotros nos pensamos. Solo con estar, solo con estar. Y, luego, ya si se hace diseño universal de aprendizaje, que ahora mismo es obligatorio por la ley, pero que sigue siendo a voluntad de los demás, pues entonces ya aprenderían muchísimo más. De participación, pues mayoritariamente en los niños con discapacidad, no. Se deja la participación como si fuera el niño el que la tiene que hacer. «Es que no participa». A lo mejor no participa porque no tiene los apoyos para participar, porque no tiene los medios para expresarse o porque le da vergüenza; por múltiples factores, ya que piensa que se van a reír de él.

A lo mejor, entonces, hay que apoyar la participación. Ahí yo creo que el apoyo es fundamental. Hay que hacer las estrategias de apoyo activo para fomentar la participación de estos niños, y no es que «no quiere trabajar» o «no quiere participar». Yo creo que llegan ya al aula con la mirada del efecto pigmalión. O sea, ya llegan con la evaluación puesta y las perspectivas son muy bajas desde el momento en el que entran en el aula. Entonces, depende mucho de la mirada del profesor. Además, ellos, en un procedimiento de evaluación, perciben si la persona espera algo de ellos o no. Si tú le estás transmitiendo que no sabe, que no puede y tal, ellos piensan que no vale la pena en esfuerzo y que para qué van a demostrar nada, aunque realmente lo sepan. Depende mucho de nuestras actitudes. Pero si están, si se les deja estar, aunque nosotros no hiciéramos nada, ellos aprenden. Y aprenden todos, desde el más competente al menos competente.


Participante 31:—

Hola, gracias por la participación. Actualmente, no, las escuelas no son centros de inclusión. Quizás los sean de integración. La diferencia es obvia. O sea, una cosa es que un niño esté en una escuela y otra cosa es que esté integrado, participando activamente en la escuela. Yo, a veces, pienso que los profesores no tienen muy claro esa diferencia, y creo que es parte del problema. Sí que existe un esfuerzo docente. O sea, el esfuerzo lo tienen. Lo vemos todos los días. Lo que no tienen son los medios.

En la actualidad, la ley está haciendo que tengamos esa inclusión, convirtiéndola simplemente en integración, no dotando a los centros educativos con los medios suficientes para que esa inclusión pueda ser efectiva. De manera que el profesor, en difícil situación, no puede dar atención que requiere a ese grupo de niños, incluyendo a los niños de necesidades especiales. Y ese es el problema, básicamente, y por eso digo que no, que aunque quieren y trabajan para ello, les faltan muchos medios para poder conseguirlo. Por lo tanto, es una cosa que se intenta conseguir, que de hecho estamos trabajando para conseguir, pero que en la actualidad, para mí, es un no rotundo.


Participante 31:—

Yo creo que los recursos son importantes, pero que sobre todo es importante la voluntad. Por muchos recursos que haya, si ellos no se lo creen, si siguen pensando que esto es como un favor, una utopía que el niño no puede evitar, por muchos recursos que tengan, no va a ser posible. O sea, depende de la voluntad. Si tú tienes pocos recursos, pero tienes voluntad, te buscas la ayuda de los padres, de lo que sea. Te buscas la vida como sea. Si tú tienes muchos recursos, pero piensas que es imposible, que es una moda y que tal, da igual lo que tengas. Los recursos son necesarios, pero no son lo más importante. Lo más importante es la voluntad.


Participante 32 (Jesús Soldevila):—

Bueno, yo pensaba que, en realidad, nos han engañado un poco, en el sentido de que una escuela no es inclusiva porque todos entren por la misma puerta, sino por lo que pasa dentro, que es lo que hay que tener en cuenta. Y, por lo tanto, aun siendo optimista y luchador hasta que me muera, es que no. Siguen siendo espacios de sumisión, de exclusión, de segregación, de clasificación, debido a su finalidad. Al final, la escuela se inventó en su momento para esto y la herencia sigue viva y sigue realizando esas funciones. Y hasta que nos rompamos con eso, no nos vamos a mover.

¿Y sitio de aprendizaje? ¿De qué tipo de aprendizaje? Es decir, señalabas (dirigiéndose a otra participante) «se aprenden contenidos» y tal, pero se aprende lo que es necesario para la vida. Porque en realidad, lo que decía, la escuela está vendida al mercado y si eres productivo, vales y puedes estar, y si no eres productivo, no vales y no puedes estar. Y el tipo de contenido está ligado al mercado, que aprendas sobre todo para poder ser un buen obrero u obrera, y ya está. Y si no puedes ser un buen obrero u obrera, pues no sirves ni para la escuela ni para la sociedad. Con lo cual yo, un no. Pero vamos, que seguiremos luchando para el sí.


Jesús Moreno:—

No voy a repetir lo que ha dicho él, estoy totalmente de acuerdo. ¿Qué tipo de aprendizaje, qué tipo de sociedad buscamos? Pero lo mío también es un no. ¿Y participación? ¿Qué tipo de participación? Realmente, participación para mí sería, y esto ya un poco dentro de lo segundo, que lo que estudiamos también lo decidamos nosotras y nosotros, desde que tenemos tres años. Me parece bien que las normas del centro también las decidamos nosotras y nosotras, que no sea el profesor una figura de autoritarismo, de autoridad, y que la escuela sea de todo y todas, más allá de la discapacidad o no discapacidad, de la etnia o no etnia. O sea, es que no es participativa para nadie. En realidad, la escuela es profundamente autoritaria. Entonces, yo me vengo aquí (espacio del ‘No’ en el papelógrafo). Lo pongo aquí porque no puedo ir más lejos.


Amalia Alonso:—

Ya que estamos por aquí, me animo. Bueno, la verdad es que una pregunta compleja. Yo he puesto «en proceso». Trabajo desde hace mucho tiempo, casi más de 20 años, en formación permanente del profesorado. No solo en formación inicial, sino lo que sería, una vez que ya están trabajando, profesionales que quieren seguir en periodo de formación. Y creo que los procesos de exclusión-inclusión están estrechamente ligados, de forma que yo como docente he cometido muchas veces errores y he dejado fuera en mi aula algún alumno o alumna.

Y, luego, me he ido y he empezado a deconstruir o a desaprender, intentando hacer mejor mi aula, más inclusiva. Y me he ido a hablar con Nacho y le he dicho: «fíjate, cómo no he visto esta realidad». Entonces, creo que todos somos escuelas, que todos en algún momento excluimos e incluimos. Y creo que una de las cosas que más estoy aprendiendo en el proyecto en el que estoy participando, lo he apuntado aquí, es que necesitamos cambiar la mirada y que necesitamos, lo que habéis dicho todos y todas, visibilizar. Pero, quizás, de las cosas más bonitas, para mí, en del documental, es que hay un momento en el que Cecilia ha reflejado cuando los niños, muchos están aquí, se asoman al balcón del Ministerio. Y yo pensaba: «qué momento, si ellos fueran los que gobernaran, si fueran el Gabinete de Educación».

Pues esa es la escuela con la que sueño, donde el cambio viene de la mirada y de las voces de los niños y las niñas. Creo que sois los protagonistas. Si os tenemos como protagonistas, todo cambiará. Ya está.


Participante 33:—

Bueno, yo, desde mi punto de vista, como estudiante que soy, actualmente diría que sí, que todo el mundo participa en clase y los profesores te ayudan, aunque no es siempre. Eso también hay que admitirlo. Pero esto fue peor cuando era más pequeña, porque los profesores se lo tomaban todo a broma, y cuando pedías ayuda, ellos no hacían nada para solucionar estas cosas. Pero actualmente, mi instituto sí cumple las cosas. Y claro, todos nos ayudamos entre todos, no solo los profesores, sino que también los alumnos. Y nadie, en mi caso, no excluimos. Y bueno, tengo una compañera autista que está en clase, en clases presenciales, y llevo dos años con ella. Nunca en la vida ha sido expulsada de la clase.


Participante 34:—

Yo pienso que la mayoría de los casos no lo son, ya que no nos animan a participar. Solo participa el que lo sabe. Y más que adquirir un aprendizaje, se aprende a memorizar y a competir entre nosotros. Y si no llegas a eso, te tienes que quedar atrás y pierdes el derecho a participar y aprender.


Audiodescripción [AD]:

El grupo reflexiona sobre la segunda pregunta y anota sus respuestas en post-its.


Jesús Moreno:—

Para seguir, para profundizar, para avanzar más en qué funciona. ¿Por qué la escuela es un lugar de aprendizaje y de convivencia, o sea, de participación? ¿Por qué lo hace?


Participante 13:—

A mí me ha gustado especialmente lo que ha dicho Alberto, pero muchísimo. Me ha removido mucho porque, aunque estés con el optimismo de decir «qué escuela queremos, soñamos, vamos a soñar despiertos, la estamos construyendo entre todos», él ha dicho del sistema educativo: «nos enseñan a competir y nos enseñan el ‘no me copies’». Me ha impactado. La primera vez que yo escuché a mi hijo en primaria decir «no, no me copies», le dije: «Miguel, eso no se dice nunca». Porque «no me copies» lleva mucho detrás. Es que nos están enseñando, como dijo Alberto, a competir, no a colaborar ni a convivir, a juzgarnos a nosotros mismos desde muy pequeños si no damos la respuesta correcta, a machacarnos, porque vemos cómo también se machaca a otros.

Y claro, viéndolo así, el tema de la convivencia está muy vinculado al acoso escolar, que es solo la punta, pero hay muchas realidades que están en esa lucha diaria. Ver la escuela, que debería ser un «jo, qué bien», convertirse en un sitio donde el lunes empiezan los dolores de cabeza, de tripa, el malestar de decir: «Yo no quiero estar aquí», eso es muy heavy. Eso no debería pasarle a ningún niño, a ninguna persona. Y si hay algún profesional que favorezca esto, mejor que se dedique a otra cosa, no a la educación. Entonces, sí que me ha llegado mucho lo que dijo sobre ‘enseñar a competir’. ¡Qué frase más potente y más buena!, porque nos enseñan a ver al de al lado como competencia, como en el juego de las sillas, que se suponía que era un juego colaborativo. A mí una vez se me desmontó. Teníamos que hacerlo cooperativo, y fue un desafío cambiar la mentalidad de eliminar sillas sin eliminar personas.

De repente, se me monta una cosa. ¿Pero cómo que el juego no sigue las normas del juego? También se ha hablado de normas de convivencia. Esas normas de convivencia, ¿están construidas desde la base de todo? Es que voy a cambiar el papel.

(risas)

Claramente, no, tampoco, no. Yo intentaba darle una visión positiva y decir: «¿qué escuela sueño yo?» «¿Y mi escuela?» Claro que es participativa, claro que es colaborativa, porque es mía, contigo, con el otro, con el otro… No sé, me ha gustado mucho lo que ha dicho Alberto. Nos enseñan a competir y a memorizar. Y es verdad, nos enseñan a eso y nos debían enseñar para que fueras tú a convivir y a participar.

(La participante 13 cambia su respuesta en el papelógrafo.)


Participantes 26:—

Yo también estoy con ella, me ha removido lo que ha dicho Alberto. Esa parte y luego ha dicho algo así como que, hay alumnos a los que les transfiere como más participación que a otros, o hay veces que incluso como que pierdes esa oportunidad de participar.

Creo que muchas veces yo he vivido en mi instituto, un tipo de educación de premio y de castigo. Y creo que es como lo que decía Alberto, como que se reproduce en todas las aulas y que es casi como una forma de enseñar, pues como de prisión, prácticamente. Si te portas bien, tienes acceso a las cosas buenas que te puedo ofrecer como profesor, y si te portas mal o no llegas a mi vara de medir mínima, ya no tienes esa posibilidad. Y otra cosa.


Participantes 25:—

(La participante 26 transmite sus palabras para el grupo.) «Hay muchas formas de participar. Si una persona tiene dificultad de hablar, por ejemplo, hay muchas formas de participar. No siempre hace falta hablar, sino que se puede participar de diversas maneras.»


Participante 30:—

A mí, no sé cómo te llamas, me ha gustado mucho lo que ha dicho ella. Sí, Mariana. Sobre el documental de la voz de los niños. Yo me incluyo, la primera, llevamos mucho tiempo hablando de la participación de las familias, de dar voz a las familias, pero creo que la verdadera clave es dar voz a los niños. Entonces, es importantísimo: los niños. Esto viene de la Convención de los Derechos del Niño, que el niño tiene que decidir sobre si la cuestión que se decide afecta al niño. Los niños en las evaluaciones psicopedagógicas no pintan nada. Nadie les pregunta dónde quieren estudiar, en qué colegio, cómo quieren decidir. Y eso, además, viene también en nuestra ley. El niño tiene que decidir si la cuestión que se decide afecta al niño, administrativamente y en todos los planos. Y también viene la reciente ley de protección a la infancia y a la adolescencia, porque si tú le cambias de colegio, a lo mejor puede ser una forma de violencia contra el niño.

Entonces, creo que son ellos los que tienen que decir la voz. Yo tengo un niño de 13 años que es muy inteligente, pero no tiene lenguaje oral, se comunica con un comunicador. No descarto que lo tenga algún día, pero ahora con la vergüenza que le da ser tan diferente, pues entonces habla menos. Como yo cuando hablo inglés por mi acento, pues me da vergüenza y no hablo. Entonces, con el comunicador, cada vez que hemos ido al médico… Este año le dije: «es que tienes que decirlo tú allí, porque a ti te van a escuchar. Yo puedo pelearme, decir lo que quieras, pero a quien van a escuchar es a ti. Podrán poner en duda lo que yo digo, pero te van a escuchar a ti.» Y él lo ha empezado a hacer. Lo ha empezado a decir lo que quiere con su comunicador, con salida de voz, dónde quiere estar, qué colegio quiere ir, qué es lo que le pasa en el colegio. Entonces, creo que es importante darles cada vez más voz a ellos, ya tengan 14, nueve u ocho años, igual que los niños sin discapacidad a la misma edad.

Se les tiene que escuchar, según la ley, exactamente igual que a los niños sin discapacidad, dándoles los mecanismos de comunicación que ellos tengan. Y creo que el futuro son ellos y pasa por darle voz a ellos, porque hasta ahora nadie les ha preguntado nada. En ninguna evaluación psicopedagógica entra nada de qué piensa el niño, qué quiere estudiar, dónde quiere ir. Es que en ninguna. Entonces, me parece importante lo que quiere el niño. O sea, a mí me parece fundamental y creo que el futuro tiene que pasar por ahí. Las familias, sí, pero lo más importante son ellos, sí.


Participante 3:—

Entrando en lo de las evaluaciones psicopedagógicas, considero que estamos todavía muy arraigados en esa perspectiva clínica o en esa perspectiva conductista, que no ayudan en nada. Creo que hay que empezar a cambiar, yendo a lo que habéis comentado, ese cambio de mirada, ese cambio de concepciones que tenemos cada uno y apostar por una mirada desde las evaluaciones psicopedagógicas más humanistas, más colaborativas. Tener más en cuenta al niño, a la familia, tener en cuenta todo el contexto que involucra a esa alumna que presenta necesidades. Tan mal vi la situación cuando empezó el colegio mi hijo, que yo he decidido estudiar pedagogía. Estudié mi segundo año y veo esperanza, veo que podemos cambiar las cosas, pero necesitamos también entrar en la universidad. Necesitamos formar a esos futuros pedagogos y pedagogas, a esos futuros docentes, desde esa perspectiva inclusiva.

Lo comentaba antes con mi compañera. O hacemos que asignaturas que son ahora mismo optativas, que trabajan o que enseñan sobre alumnos con necesidades, sean obligatorias, o va a ser complicado cambiar. Va a ser un camino… No va a ser de hoy para mañana, va a ser largo, nos va a llevar años. Pero veo a los chavales, soy casi la mamá de muchos de ellos, y los veo con ganas, muy conscientes. Creo que tenemos la clave ahí, en las universidades. Hay que empoderarlos a ellos también.


Participante 20:—

Es que no me sale la voz. Yo empecé a trabajar de orientadora el año pasado, el 3 de febrero. Y en la agrupación de zona todas discutían por coger las pruebas. Y a veces es más fácil de lo que nos pensamos, porque a mí me preguntan: «¿Y tú, no pides ninguna?», y yo respondía: «No». «¿Y cómo lo haces?», «Preguntando qué necesitan». Por ejemplo, si una niña tenía temblores, ¿qué necesitas?, y ya está. Es preguntar qué necesitas. Y es como tan evidente y tan fácil, y parece ser que no lo es siempre.


Participante 11:—

Yo, al principio, he puesto que el cole para mí es bueno, porque si un profesor hace actividades con todos los compañeros, al final le estás dando la oportunidad de que se relacione con otras personas y, a la vez, está descubriendo las capacidades de ese alumno. Claro.


Participante 35:—

Bueno, sería rápido porque lo tenía escrito. Bueno, las ideas de elaborar, yo lo que he puesto es que tendría que ser a través de una participación activa, potenciando las capacidades de todos, desde la perspectiva en comunidad, dándole a todos las mismas herramientas y oportunidades, pues a través de documentos visuales, pictogramas… Para ello, creo que es imprescindible la formación e implicación de los docentes a través del cambio de mirada.


Participante 4:—

Vale, me explico. Yo estaba en el sí, pero en el sí teórico. Es decir, es no, para mí, totalmente no, y más si hablamos de una forma generalizada. Luego ya hay casos puntuales. Pero sí que es verdad que la escuela tiene todos los elementos para serlo y que esos niños vivan esa realidad participativa para poder después, luego, cuando sean adultos, cambiar esa sociedad.

Entonces, como estrategias, yo trabajo en un colegio y necesito una política y normas que a mí me avale para poder hacerlo. Y creo que, por lo menos en la Comunidad Valenciana, todo se puede mejorar, pero la tengo. Lo que pasa es que se vulnera, repetidamente. En muchas ocasiones, a veces no. Pero sobre todo necesito eso, que haya una persona que no lo haga y yo pueda decirle: «disculpa, no lo estás haciendo y la ley te dice que lo has de hacer. No es que tú quieras o no». Es importante la actitud, pero si no la tienes, lo siento, te bajas. Necesito planes y prácticas sistemáticas en mi centro que me digan: «Tienes que hacer esto. No es que tú lo quieras hacer. Es que hoy toca, tienes este espacio para participar, para tal». Y, luego, necesito evaluarlo. Ver si realmente lo estoy haciendo o no para mejorarlo. «Mirad, no nos ha dado resultado, vamos a hacer más cosas».


Participante 31:—

Yo quería comentar que, como sabemos, el colegio no es democrático, aunque sí es participativo. Nosotros podemos participar no solo a título individual y no llevemos nuestra guerra individualmente, que muchas veces caemos en ese error o nos apoyamos en unos cuantos padres. Tenemos que participar con las AMPA de los colegios, hacerles entender la situación. Yo creo que todos sabemos que muchos padres no saben bien cuál es el problema. Y muchos padres nos ven a nosotros y a nuestros hijos como un problema. Un problema en el avance de sus hijos y señalan a nuestras familias y a nuestros hijos como parte del no avance de sus hijos, que es un error, por supuesto, pero ellos no lo saben. Tenemos que participar con las AMPA.

También hay que intentar meternos en los consejos escolares, que es un órgano participativo en el cual podemos opinar, decir y hacer más fuerza desde dentro, desde una posición. Dentro de un consejo escolar de cada colegio. Es muy importante. Y sobre todo, siempre, siempre, mantener la compostura y buscar el razonamiento. A veces, cuando algo sucede y nos encendemos, yo creo que nos ha pasado a todos por situaciones de injusticia social, y al final eso se vuelve contra nosotros.

Tenemos que buscar apoyo del resto de los padres. Es lo más fundamental y lo más importante.


Participante 33:—

Bueno, para progresar en esto, deberíamos practicar el aceptar a todo el mundo y también tener charlas o, incluso, clases sobre la aceptación. No discriminar a otros y aprender a colaborar con los demás. En Artes Escénicas, mi bachillerato, tenemos que aprender a colaborar, aunque nos caiga mal X persona. Tienes que aprender a hacerlo, también a convivir y a trabajar con esas personas. Para nuestro trabajo, necesitamos ayudarnos entre todos, porque esto que estudio yo es un trabajo colectivo y si se cae uno, nos caemos todos.

(Aplausos)


Participante 34:—

Para mejorar la escuela, hace falta ser conscientes de los límites de cada alumno. Y si hace falta, por ejemplo, mandarle un correo y decirle: «Se han hecho tales cosas hoy». Es decir, informarlo e incluirlo en la clase aunque no esté presente.

En verdad, sí que hay medios. A día de hoy, hay mucha tecnología como para ayudar a alguien a quien le haga falta. Por ejemplo, si no falta, pero no llega al ritmo marcado, hay mucho material y muchas maneras para enseñar y que todos aprendamos.

(Aplausos)


Participante 14:—

Yo creo que los docentes que quieren dar el cambio y que tienen ese cambio de mirada, deberían de involucrar al resto de docentes a que también lo hagan. Por ejemplo, el equipo directivo de un colegio, tanto la orientación como el director, tienen mucha mano en los docentes. Yo os voy a volver otra vez a mi mala experiencia y a mi buena experiencia. El colegio donde está ahora mi hijo es una comunidad de aprendizaje. Estamos en contacto tanto con familias como con el equipo directivo y profesorado. En el otro colegio no era así. Si yo al orientador le decía: «Oiga, es que esta profesora no está incluyendo a mi hijo en el aula», me decía: «Bueno, ella verá cómo tiene que hacer su trabajo».

No, porque en el colegio que estamos ahora, de hecho, yo veo que está participando. Nos ha tocado un profesor en prácticas que no tenía mucha idea y me ha pedido consejos a mí, como madre, como la persona que conoce mejor a mi hijo, para que le dé estrategias de cómo trabajar con él. Entonces, yo creo que el cambio es, como decía una compañera por ahí, cuando tienes la voluntad, se puede mucho mejor. Y si hay un profesor o dos que tienen la voluntad y el resto no, yo creo que deberíais de hacer que se contagie el resto de profesores de ese cambio de mirada.


Mariana Alonso:—

Después de comer, tenemos asamblea para compartir las conclusiones con nuestras maravillosas secretarias Marisa y Leticia. Y luego, vamos a volver a tener espacio de talleres para poder seguir. ¿Vale? Venga, ¿nos vamos a comer?

Audiodescripción [AD]: Las personas participantes de los tres talleres se reúnen y toman asiento en círculo para comenzar la asamblea, formando un solo grupo.

Ignacio Calderón:— Vamos a hacer una pequeña asamblea. Venga, seguimos entrando. Por aquí hay más sillas, si alguien quiere entrar. Bueno, terminamos de tomar sitio.

(Murmullos)

Ignacio Calderón:— A ver, la sesión de ahora es cortita, es media hora solo para compartir lo que hemos hecho en los diferentes talleres. En cada uno de los talleres se había designado a alguien que va a hacer de portavoz de ese taller. Y bueno, ahora es el momento de que esos portavoces vengan, nos cuenten qué es lo que ha pasado en cada uno de esos talleres y comentemos un poco la jugada para continuar trabajando. El taller 1, venga.

Participante 1:— Nuestra pregunta diagnóstica era si las escuelas eran espacios de participación y aprendizaje. Y había tres grupos de respuestas, los no rotundos, porque mi experiencia me dice que eso no es así o la escuela no está pensada para ser un espacio de participación, y luego, había los síes condicionales y los síes aspiracionales. Los síes condicionales eran «puede serlo cuando se dan una serie de circunstancias» o «puede serlo porque, aunque no es mi experiencia general, sí he tenido algún momento en el que he vivido la escuela así o he conocido escuelas que verdaderamente lo son». Y los síes aspiracionales, «tiene que serlo; no lo es, pero tiene que serlo». Eso sería más o menos el diagnóstico. Yo creo que había más acuerdo en el «no», pero no queremos quedarnos en el «no». Luego, en la segunda parte, la más propositiva, nos hemos quedado muy cortos de tiempo y no hemos podido aportar todo lo que nos gustaría. Entonces, de lo que hemos recogido, había una parte más dirigida a la necesidad del cambio de mirada, que ya se ha estado hablando aquí. A la necesidad de reconocer la riqueza de la diversidad, una parte más de la transformación cultural necesaria, también de la transformación estructural y política.

Alguien comentaba que, por suerte, en su marco normativo, en la Comunidad Valenciana, por lo menos, había ciertos textos legales a los que agarrarse mínimamente para hacer ciertas cosas. Y bueno, esa idea de «necesitamos un marco normativo que no deje a la gente escaquearse de hacer esto». También, propuestas que tienen que ver con el profesorado. Con el profesorado, por una parte, siempre con la necesidad de formación inicial y continua, con una transformación de esa formación.

Una intervención muy interesante que hablaba de la riqueza de nosotros, expertos por nuestra experiencia como formadores de formadores, esa necesidad de tener espacio en los espacios de formación para que nuestra experiencia fuese valiosa. Y otra también que tiene que ver con el profesorado, con la necesidad de que el profesorado sea diverso, que es imposible construir una escuela abierta a la diversidad, cuando la estructura de poder es toda homogénea, cuando ya no hay ni un posible reconocimiento del alumnado diverso en los docentes. Y luego, hemos agrupado un último grupo de propuestas más concretas, más de estrategias y prácticas, que tienen que ver en muchos casos con el DUA, con la implantación de técnicas propiamente de acoger a la diversidad y darle y construir ese aprendizaje que no sea solo aprendizaje curricular, sino aprendizaje convivencial. El aprendizaje entendido en un sentido más amplio, a través de prácticas pequeñitas. Más o menos.

(Aplausos)

Participante 2:— Raúl y yo. ¿Quieres empezar tú, Raúl?

Raúl Aguirre:— Tú.

Participante 2:— Vale. En el segundo taller, se nos planteó la pregunta de si valoramos todas las diferencias por igual o si solo las que nos afectan directamente. Estábamos bastante de acuerdo en que no valoramos todas las diferencias por igual. Valoramos las que sufrimos y las que conocemos. Y que las diferencias están bastante jerarquizadas, se les da más importancia a unas que a otras. Se hablaba de la rentabilidad de las diferencias. Se nos pidió proponer estrategias para cambiar esto. Han salido muchas. La primera pasa por visibilizar y conocer todas las diferencias y sentirlas como propias, porque todos podemos tener. Todos y todas, en algún momento, podemos formar parte de cualquier colectivo diferente al que se le excluye por ser diferente. La información para empatizar: hablamos mucho de la empatía, de la importancia de la empatía para echar el miedo fuera. Más estrategias. Ah, hay que estar para visibilizar, hay que estar en los sitios. Hablaba aquí una mamá de las AMPA, de los consejos escolares, de las asociaciones, de la política. Para visibilizar, hay que estar, y para dar a conocer, hay que estar.

También se habló de la necesidad de la convivencia y de la creación de espacios comunes en los que poner de manifiesto todas estas diferencias. Todo lo que podemos aportar y hacer desde nuestra posición, posición que siempre va a ser de privilegio, como apuntaba Leo. Nos ha gustado mucho esa parte. Más estrategias. Escuchar; la importancia de escuchar más y hablar menos. La importancia de dar un paso atrás, ver cuál es nuestra posición y, a partir de ahí, entender que estamos en una posición de poder y que tenemos que utilizar nuestro poder para empezar a transformar más. A cambiar el foco, modificar la escala de valores, entendiendo el contexto neoliberal y capitalista en el que nos estamos moviendo hoy en día. Deconstruirnos, aliarnos, sentir las diferencias, todas las diferencias como ‘lo nuestro’. Unir el activismo a la legislación, porque sin legislación no vamos a conseguir nada. La importancia del lenguaje y de trabajar desde la primera infancia. Necesitamos medios y hay que facilitar esos medios desde cualquier entidad, cualquier administración, para poder acceder la accesibilidad y establecer vínculos, crear redes como las que estamos creando hoy aquí, por ejemplo.

No sé si me he olvidado de algo. Seguramente sí. ¿Tú qué crees, Raúl?

Raúl Aguirre:— Creo que no.

(Risas)

Participante 2:— Pues ya está.

(Aplausos)

Nacho Calderón:— Antes de que hable César, quería comentar que, de nuevo, es importante que estemos en las redes. Es importante que, durante los talleres y la asamblea, estemos tuiteando cosas para que no sean solo los que estamos aquí, sino que hagamos partícipes a otra gente. Venga, César, si quieres, siéntate aquí.

Participante 3:— La incidencia política. A nosotros se nos han hecho dos preguntas, de las cuales una era: ¿hay cambios? Y la otra, ¿cómo movilizar? De la primera pregunta han surgido cuatro bloques: uno, en el que «no cambia nada»; otro, en el que «hay cambios»; otro, que es un puente, «aquellas cosas que se están haciendo, pero que se verán en un futuro próximo». La segunda pregunta es: ¿cómo se produce el inmovilismo? Dentro de todos estos cuatro bloques, partimos de la base de la que han surgido ideas. Se parte de la base de que los políticos iban cambiando los sillones, las personas que dirigen; de que hay inmovilización y que las leyes no se respetan, o que se están creando leyes que van lentas y no respetan esos derechos y el movilismo. Luego, había la parte de las personas que sí veían esos pequeños cambios y nos hablaban de cosas que habían sucedido años atrás, que eran como pequeñas brechas y que tenían que servir como lanzaderas de entrada para cambiarlo todo.

Y, luego, después, en el puente, son todas estas cosas que están sucediendo ahora, como ‘Quererla es crearla’, que están haciendo todo este trabajo y que creen en los alumnos. Los estudiantes nos han hecho partícipes de que estos pequeños cambios se producirán y se verán en un futuro. Y después, ¿cómo se produce el inmovilismo? No haciendo nada al respeto. No sé si me dejó algo. Si queréis, Alejandro y la gente que estaba, me echáis una mano. Podéis participar todos.

Después, en la segunda pregunta, ¿cómo movilizar?, han surgido los tres bloques que os he dicho. Aquellas personas que no saben cómo hacerlo o que ya los han intentado y que no saben cómo continuar. Aquellas que dicen que se ha de continuar haciéndolo ver a través de redes sociales, a través de la colaboración de toda la sociedad civil, a través de las federaciones y confederaciones, a través de las entidades, o sea, trabajar como un movimiento social donde hagamos partícipes a todas las personas. Y después, hablando de cómo generar estas resistencias, cómo romper estas resistencias, cómo lo hacemos. Entonces decían hacer ajustes razonables, que existan procesos de participación. No podemos pensar que la solución seamos nosotros únicos, sino que se implique toda la sociedad civil.

Vamos, en definitiva, que si los políticos, aporte mío, no hacen nada, hagamos que hagan algo. Ya está, si me dejo algo, gracias.

Ignacio Calderón:— Bueno, ronda rápido antes de volver a los talleres. ¿Alguien que quiera comentar? Vamos a continuar trabajando sobre cómo hacer que suceda. Entonces, hay ronda ahora.

Participante 3— (Dirigiéndose al grupo) A ver, tenemos que participar todos, por favor. Estamos diciendo que hay que hacer un movimiento civil y social, por favor, participad.

Participante 4:— Hola. Bueno, nosotras venimos de Menorca, de Islas Baleares, y queremos lanzar una propuesta para el año que viene de poder seguir con estos encuentros de trabajo. Somos personas que estamos aquí, de Mallorca, Menorca, Ibiza, y nuestra propuesta es hacer estos encuentros un año en cada isla. El año que viene, 2023, en octubre. Estáis invitados todos a que vengáis al primero, pero la propuesta, la otra parte de la propuesta, es que esto se repita en cada comunidad. Creo que es súper necesario, porque de alguna forma todos estamos trabajando en cada comunidad de manera, quizás, más individual, y todo esto se tiene que trasladar y compartir. Entonces, iremos a todas las comunidades donde queráis hacer algo.

Ignacio Calderón:— Más ideas.

Participante 5:— Yo quería decir que tenemos que pensar en ideas, para intervenciones, para hacer las cosas. Creo que una cosa que debemos tener clara es cómo llamamos a cada cosa, o sea, tener claros los nombres que les damos. Yo estudio pedagogía y este año, en una asignatura, han dicho una expresión que me gusta muchísimo: «garrulería pedagógica». Una expresión con la que denominan aliarte con las ideas y a llamar a los conceptos de otra forma. Por ejemplo, hacemos garrulería pedagógica cuando a la integración la llamamos inclusión. Entonces, para avanzar, vamos a dejar de hacer garrulería pedagógica. Vamos a tener claro los conceptos y así podremos avanzar mejor.

Ignacio Calderón:— Venga, más palabras.

Participante 6:— Buenas. Yo, que soy bastante tecnócrata en esto de organizarnos, estaba pensando en… no lo digo por la experiencia que yo pueda tener en accesibilidad y demás, creo que es importante. Yo soy del plan «next action», marcarnos objetivos a corto, medio y largo plazo. Decir, «bueno, aquí nos podemos comprometer hoy las personas que estamos desde aquí, tanto a nivel personal como a nivel de entidades y demás, y volvernos a encontrar periódicamente para también hacer seguimiento». Decir, «bueno, ¿dónde estamos?» Porque si no, nos pasará como en el día de la marmota, ¿sabes? Estaremos dentro de un año atravesando lo mismo. Entonces, yo creo que estaría genial que de hoy, de estos encuentros, pudieran salir como propuestas muy concretas y decir, bueno, qué cosas son competencias estatales o autonómicas o no sé qué. Y cómo las canalizamos. Muy a saco, pero teniendo en cuenta esto, las acciones tanto a nivel personal como colectivas, porque si no cuesta mucho aterrizarlo y hacer red, ¿no? También con quiénes nos podemos aliar. Antes ha salido, ¿cómo lo tenemos con los colegios profesionales?, ¿y con otras maneras de educación en general?

Ignacio Calderón:— Gracias.

Participante 7, (Jesús Calleja):— Bueno, aprovechando, efectivamente, el próximo año, yo creo que es muy importante porque es un año de elecciones autonómicas, municipales y nacionales. En la incidencia política, cada uno en nuestro territorio, sí que podríamos molestar, ser un poco moscas cojoneras. Y al político de turno y a la Administración de turno, pues bueno, removerla, inquietarla un poquitín, decir las cosas claras, llamar las cosas por su nombre. Lo que es un delito, es un delito, si no demuestran lo contrario. Lo que no se está haciendo bien, no se está haciendo bien, lo que se está haciendo bien, se está haciendo bien, tampoco pasa nada. Pero bueno, el próximo año yo creo que tenemos margen para ir organizando algo, ir removiendo un poquitillo. Al final, al político y a la Administración, lo que les molesta es la luz, que las cosas tengan luz, que los delitos se vean, se denuncien. Eso molesta mucho y el político lo lleva muy mal.

(Aplausos)

Ignacio Calderón:— Diría alguna cosilla sobre lo que se ha comentado ahora… ¿Antón? Venga.

Participante 8 (Antón Fontao):— Yo no sé cómo será, pero yo creo que la manifestación de mañana se debería hacer todos los años.

(Aplausos)

Ignacio Calderón:— Bueno, salen dos ideas de aquí: una que tiene que ver con cómo se articula territorialmente el trabajo, otra con la periodicidad. Ahora, Antón hablaba de la concentración, o sea, de la concentración o manifestación, que no sea solo una puntual, sino que sea periódica. De la misma manera, antes se hablaba del workshop en las islas. La idea es que el trabajo que hagamos se articule en cada uno de los territorios. Aquí estamos personas de Extremadura, Andalucía, Galicia, de un montón de sitios, y nos iremos cada uno a nuestro territorio y, allí, hay que montar algo. Hay que pensar a lo largo de la tarde cómo montamos ese algo, de modo que se genere un grupo motor en cada uno de los territorios. El grupo motor no es el grupo protagonista, el grupo motor es el que moviliza. Es el grupo que, de alguna manera, estimula a otra gente, trabaja con el resto de la gente, no se convierte en el protagonista de ese territorio. ¿Me explico?

De la misma manera que en todo lo que hemos visto aquí, hasta ahora, no había ningún protagonista, o mejor dicho, había muchos protagonistas. La cuestión es que habría que pensar en cómo trabajamos en el territorio. Por ejemplo, cómo se hacen encuentros participativos en cada territorio. Sería algo genial que se pudiera hacer, igual que se puede hacer un workshop allí, que se pueda hacer uno en Extremadura. Entonces, ¿quién podría tirar eso para adelante? Pues comienza a hacerlo el grupo motor que se constituya cuando volvamos a cada uno de nuestros territorios. Una idea.

Otra idea es, ¿cómo hacer para que esos trabajos territoriales no sean cada uno por su cuenta y se convierta esto de nuevo en separación o en división? ¿Cómo podríamos hacerlo? Tendrá que haber una red que integre a todos los territorios, estatal, que también tendrá que tener su propia lógica. Hemos visto que hay herramientas que hemos ido creando a lo largo de los últimos años. Habrá que utilizar esas herramientas o, seguramente, vayan surgiendo otras herramientas, pero tienen que ser herramientas que nos lleven estratégicamente a algunas soluciones. Venga.

Participante 9 (Paula Verde):— ‘Quererla es crearla’, subdivisión ‘no sé qué’, o ‘Quererlas es crearla’ y la letra de la comunidad. No, no, es broma. Estaba yo haciendo, como siempre, algún chiste de todo. Mira, con referencia a lo que dice Nacho, no nos olvidemos de aquello que nos comentó Floren del documental. En la medida de lo posible, [intentemos buscar huecos para proyectar y generar debate]. Yo tengo el apoyo grande de Foanpas, que está aquí representado por un montón de personas que vienen desde Vigo. Chus es una de las pedagogas, y ellos siempre hacen que busquemos huecos para proyectar y generar debate. Abrirlo a otras personas, a otras personas que no se han podido desplazar hasta aquí. Como idea, el documental es una herramienta buenísima para iniciar un montón de cosas. Entonces el documental está a disposición y con la necesidad de que sea proyectado para empezar ese cambio y a generar, o sea, partimos ya de esa primera idea que ha dejado Floren en el documental.

Ignacio Calderón:— Claro, lo interesante es que no se abre por una cuestión estratégica. A lo mejor, vamos a presentarlo en festivales, porque puede ser una forma de promoción del propio documental, y si se abre ya, es posible que no pueda presentarse a festivales. Entonces, lo que sí que podéis hacer, y está en la página web, es pedir para que se hagan proyecciones en los diferentes territorios. ¿En tu cole quieres hacer una proyección? Bueno, pues mira, yo he preparado para que el día tal, en el salón de actos del colegio, lo que sea, se va a proyectar. Lo pides, se os manda el enlace y tú vas a tener el documental sin problemas, pero no va a estar en abierto. Y eso habría que pensar, porque el documental es una gran herramienta que tiene que ver con el trabajo que habéis estado haciendo en aquella sala sobre transformación de cultura. No solo el documental, sino generar después un debate a partir del documental. ¿Qué piensa la gente, qué es que más se le ha roto, a dónde nos hemos quedado?

Bueno, más ideas. Última idea.

Participante 10:— Hola. Yo quería comentar que también sería importante pensar en los alumnos del presente que están sufriendo, facilitar muchas herramientas para que no sea solo algo como una utopía a largo plazo, sino que se beneficien las familias desde hoy. Lo que están pasando, está pasando hoy, y la exclusión sigue muy presente.

Ignacio Calderón:— Lo que tú planteas es que pensemos en el ahora también. Muy bien. Bueno, pues si os parece, dejamos aquí la asamblea y ahora nos ponemos de nuevo en los talleres. Tiene lógica que quien ha empezado a trabajar esta mañana, continúe. Si hay alguien que diga «no, yo puedo aportar más en otro lado», bueno, pues no pasa nada, se te cambia, pero si puede continuar en ese taller, pues continúa, porque ya tiene un seguimiento de por dónde han ido los debates.

Bueno, que sea productivo. Nos enfocamos en la transformación, en ¿qué hacemos? ¿Vale?

Audiodescripción [AD]: La gente se dirige a las aulas asignadas para cada taller. En pantalla, el grupo de familias está sentado en círculos, con post-its y bolígrafos para tomar notas durante el diálogo.

Amalia Alonso:— A ver, ¿se oye? Sí, se oye. Yo no sé en vuestro grupo, pero a nosotros nos ha costado para de hablar porque se nos han ocurrido unas líneas de acción espectaculares. Así que, ¿os parece que las vayamos compartiendo y, luego, ya decidimos?

Participante 1:— Yo escribí muy rápido porque me siento muy pequeña aquí. Como decía alguien, me comprometo a apoyar, a visibilizar a las familias que lleguen a mí. Y como madre, me comprometo a algo que creo que también es importante: educar en la diversidad. Creo que es donde hay que empezar, desde abajo. Y como son muy simples, pues no he puesto nada más.

Jesús Moreno:— Los compromisos que están perfectos, los asumiremos al final. Ahora, podemos ir más allá del compromiso.

Participante 2:— En la línea de mi compañera, escuchar al alumnado y a las familias desde nuestra federación, de ambas. Entonces, eso es a lo que nos comprometeríamos. Y algo más allá sería centrar el proceso de aprendizaje en el alumnado, que sea el centro de todo eso, que sea el alumnado el centro del aprendizaje y no los contenidos, sino el alumnado. Y a partir de ahí, generar los conocimientos, participación, aprendizajes, todo lo que queramos. Pero siempre desde el alumnado. Yo lo que haría es siempre escuchar al alumno sus necesidades, y a partir. De ahí generar el conocimiento. ¿Qué necesita ese alumno de esa escuela? Y, a partir de ahí, generamos los contenidos, procedimientos, lo que queramos, pero a partir de escuchar al alumno. De lo concreto, luego ya podremos ir más allá. Nosotros somos orientadores de familias, somos pedagogos, y orientamos a las AMPA, a familias que nos vienen a nuestra federación, con diferentes temáticas. Es para quien está de docente o de orientador en un centro.

(Risas)

Participante 3:— A ver, yo sí que estoy en un centro y, cuando habéis propuesto la pregunta, les comentaba a ellas lo que he pensado: ¿qué puedo hacer este lunes mismo o qué podríamos hacer? Y, entonces, he visto que no había tenido ocasión de pararme a ver bien todo el material que hay en la página de ‘Quererla es crearla’. Y a mí me viene de perlas para hacer un curso de formación o proponer un curso de formación a mi claustro con todo ese material, porque veo que ahí hay un material muy interesante y que se puede aprovechar y, al final, sensibilizar. Creo que puede sensibilizar muchísimo, porque a mí, en mi centro, lo que me pasa es eso. O sea, yo tengo recursos, lo estábamos hablando, lo tenemos todo y, aun así, cuesta mucho. El recurso está, lo tenemos, tenemos todo lo que nos hace falta, pero, aun así, es difícil.

Y, luego, ha añadido nuestro compañero que ‘no solo al claustro’, a las familias. Llegar, de alguna forma, a sensibilizar con todo esto a las familias, porque también te encuentras que hay familias que no lo entienden. Y pues eso, esa es la propuesta que he tenido.

Participante 4:— Sí, con permiso, lo matizo un poco. Bueno, yo entré en una AMPA de un centro de educación especial, precisamente por las deficiencias que veía al trasladarme de Granada a Melilla. Encontré que veníamos de un centro de educación especial que, al menos, tenía un buen servicio, una buena atención a los niños, a un centro en el que prácticamente no se hacía nada, era un aparcamiento de niños. Claro, eso me pareció lamentable. Me metí en la AMPA, de la AMPA, me metí en la Federación, de la Federación, me metí en la CEAPA.

Ahora soy directivo nacional de CEAPA y coordinador general de inclusión y necesidades especiales. Me ofrecí voluntario porque veo la deficiencia. A medida que he ido avanzando, pues imagínense. Conozco casos tremendos y terribles que prefiero no estar explicando aquí, son demasiado tristes, es muy duro. Uno de los problemas principales que tengo, y que vivo no solo en Melilla, sino en todas partes, es que los padres de niños neurotípicos no entienden la situación realmente, no son conscientes de lo importante que es la inclusión y lo bueno que es para sus hijos crecer en un entorno en el que se trata igual a personas con otras capacidades. Es muy importante.

Entonces, la propuesta que hago, muy concreta, es que cada uno de nosotros, a través de la tutoría o de la dirección de su centro, consiga una reunión con el resto de padres, porque los niños de su colegio o los propios padres no pueden decir que sus hijos van mal por culpa de ese niño o de esa familia. Yo me he encontrado y he vivido denuncias, denuncias en juzgados a las familias para que se lleven a niños de necesidades especiales del centro a un centro de educación especial, cuando yo creo que todos estamos de acuerdo con que, cuando eso sucede, el niño deja de tener cualquier tipo de oportunidad académica. Estará bien tratado, estará bien cuidado, pero de lo que se trata en educación es de educarlos e intentar darle algún tipo de posibilidad académica, y para eso luchamos.

Entonces, considero que es importante que nos dirijamos a tutores, directores y consigamos una reunión con los padres de nuestro curso para darles a entender la situación y que va a ser justo todo lo contrario. Va a ser muy positivo para ellos, para nosotros, para nuestros hijos. Y no nos encontramos situaciones desagradables en las cuales, precisamente, las personas que nos deberían ayudar no nos ayudan, no porque sean malas personas, sino porque no entienden lo que pasa y consideran o llegan a creer que de verdad sucede algo tremendo, que es que sus hijos van mal por culpa de que hay un niño retrasado en su clase. Ya sabéis que ellos los llaman así. No sé si me he conseguido explicar. Yo creo que es muy importante que hagamos eso. Vale.

Participante 5:— Cojo la palabra ahora porque, referente a lo que él acaba de decir, en el colegio anterior de mi hijo yo hice eso. Me reuní con las familias de toda la clase de mi hijo a partir de tres años, porque él estuvo los tres años de infantil con el mismo grupo. Me reuní con ellos más que nada porque un día en el parque mi hijo Sergio fue a subir el tobogán, claro, llevaba todavía pañal, y entonces, claro, hubo una niña que me dijo: «Es que mi mamá dice que Sergio es un bebé porque todavía lleva pañal y no sabe hablar». Entonces, pues claro, yo pensé: «si esa niña dice eso y lo han dicho en su casa, probablemente en otras casas también lo hayan dicho». Entonces, yo quería, como él dice, formar un poco a las familias sobre qué tenían que responder a sus hijos cuando les preguntaran: «¿Por qué Sergio no habla? ¿Por qué Sergio lleva pañal o está en mi clase si es un bebé?» Lo hice con la clase de infantil de mi hijo, y en este colegio, con la pandemia, no he tenido oportunidad de hacerlo, pero mi idea es que el día 21 de marzo, el día internacional del síndrome de Down, hacer algo en el colegio, al nivel no solamente de aula, sino de todo el centro, para también darles una formación.

Mi idea es hacer un vídeo explicativo sobre qué es el síndrome de Down. En mi caso, por ejemplo, lo voy a hacer así porque mi hijo tiene síndrome de Down, pero también para darle a conocer a las familias la particularidad que pueda tener un niño con necesidades y que no por eso sus hijos pueden ir más atrás que hubieran ido si ese niño no estuviera en la clase o en el colegio, en general. Entonces, ya aprovecho, si queréis, para contar la línea de actuación. Entonces, he ido un poquito más allá del centro educativo. Yo he ido a las delegaciones, es decir, por ejemplo, en mi delegación, que es la de Guadalajara, a la que pertenecemos, pues vemos que cada vez que nos presentamos una mamá, somos ‘la mamá loca’, que no nos toman en serio porque «tu hijo es un caso puntual que no está incluido en el centro, pero son la minoría». Entonces, yo creo que no es así. Lo que he pensado es proponer la proyección del documental de ‘Quererla es crearla’ no en un centro educativo, sino en la delegación de Guadalajara, a la que pueden asistir tanto docentes, como familias, como alumnado, como docentes que se estén formando en este momento. Que puedan ver la proyección y, a partir de ahí, que la delegación se comprometa un poco con que los distintos centros lleven a cabo tres acciones.

Primero, no permitir sacar del aula al alumnado a la hora del apoyo, por lo tanto, ahí habría una presencia. Voy en la misma línea de antes: presencia, participación y progreso. Entonces, ahí habría presencia, pero que realmente se vigile que no se saca al alumno, porque, por ejemplo, en el colegio de mi hijo no se hace, pero sí conozco otros colegios de Guadalajara que lo sacan para darle el apoyo. Entonces, que eso la delegación lo tenga en cuenta, que no permita que el alumnado salga del aula. De hecho, en Castilla-La Mancha, hay un real decreto en el que hay un artículo que dice que el apoyo de todo niño va a ser dentro del aula. Los colegios que lo están haciendo, al final, están incumpliendo esa ley. Entonces, que la delegación se haga cargo de que esa ley se cumpla.

La segunda acción que propondría a la delegación sería llevar a los distintos centros educativos, en este caso de la comunidad de Guadalajara, la formación en aprendizaje colaborativo, en DUA, en inclusión. Llevarlo a los distintos centros, porque si se ha dado una formación en delegación o en cualquier sitio, los profesores pueden acudir o no acudir. No, que se haga en horario lectivo y que todos los profesores estén presentes. No sería una obligación decir, «Vete a la delegación, que estamos haciendo una formación», porque muchos profesores no van a asistir, pero no pasaría si la formación se lleva al centro. Yo creo que ahí es donde van a estar los profesores y van a recibir la formación sí o sí. Entonces, ahí estaría la participación, porque estamos hablando de formación en DUA, en aprendizaje colaborativo. Ahí, ya podrían participar todos.

Y, luego, la tercera acción que propondría a la delegación después de esto sería hacer llegar a los equipos de orientación y de inspección la idea de que tienen que hacer un seguimiento y vigilar que el alumno con necesidades educativas especiales también está progresando en sus aprendizajes. Muchas veces se les hacen exámenes y evaluaciones al resto de niños, pero al niño con necesidades se les excluye de esas evaluaciones. Que hagan una evaluación acorde a su currículum, acorde a su nivel de aprendizaje, pero que le hagan una evaluación para que ellos se den cuenta de si ese alumno realmente está progresando. Entonces ahí estaría el progreso. Hay que vigilar que realmente se entendió. ¿Y cómo se vigila o cómo se ve realmente? Viendo si el alumno tiene un progreso o no. Si el alumno no tiene un progreso, pues probablemente no se esté haciendo esa participación que queremos que se haga. Entonces, eso es todo.

Gracias.

Jesús Moreno:— Yo lo que quería decir es que a mí me gustaría, no sé qué pensáis vosotros dos y los demás, que lo sistematizáramos colectivamente. Quiero decir, si empezamos a ver nexos de unión, cosas en común, que no esperemos a escucharlo todo, sino que «esto tiene que ver con lo que he dicho yo y a mí me interpela directamente esto». Lo que yo quiero decir justo entra en la línea que tú acabas de decir y vayamos tejiendo esa línea de actuación, más allá de que nosotros como profesionales de la universidad hagamos el análisis como expertos, que eso es una mierda, perdón, no he dicho mierda, que lo hagamos entre todas y todos. No sé qué pensáis.

Participante 6 (Paula Verde):— Por lo que yo luego pregunto, de las cosas muy positivas de esta mañana, es que en este grupo me da la impresión de que ha hablado todo el mundo. Es muy importante que consigamos que, en el tiempo, todo el mundo diga algo, porque al final, que alguna voz no se escuche, pues nos podemos perder algo. Entonces, me parece muy positivo lo de la mañana y vamos a intentarlo.

Participante 7:— A ver, nosotros hemos intentado tener muy presente qué podemos hacer, pero no qué podemos hacer individualmente, sino intentar hacer propuestas que nos parecen viables desde el espacio ‘Quererla es crearla’. Desde donde estamos, así, como agentes externos y poco legitimados, pero que podemos promover cosas. Entonces, han salido muchas ideas, la verdad, así que me voy a liar un poco.

En primer lugar, que las propias personas con diversidad que ya están en la educación superior o que son profesionales, sean los profesores que formen a grupos, que vayan a los centros educativos y a las universidades para dar formación a otros profesionales de la educación. Que la formación esté en las personas con diversidad como protagonistas, que sea esa experiencia en primera persona la que forme a los demás. Después, ¿qué más ideas han salido? Pues que, como muchas familias, no nos ha quedado más remedio que generar nuestros propios materiales de apoyo, más con orientación DUA, más adaptados a las necesidades que encontramos en casa, para intentar que el seguimiento académico sea más o menos viable. Como esos materiales ya existen, organizarlo en un repositorio, tanto al alcance de otras familias como al alcance de los profesionales que nos dicen: «Es que no sé cómo se hace». Bueno, pues por lo menos yo te puedo proporcionar este material, que ya está generado para unas necesidades concretas y que es un esfuerzo que estamos derrochando al hacerlo individualmente.

Luego hay una idea que tiene que ver con infiltrarnos en las redes de formación del profesorado. Necesitamos que toda nuestra experiencia y todo nuestro conocimiento, que es muy válido, sea percibido como legítimo por el cuerpo docente. Cuando hablamos desde las familias, siempre nos tratan de locas, histéricas, «tú qué vas a saber». Pero en realidad, hemos ido acumulando muchísimas herramientas y experiencias, cosas que, a lo mejor, no sirven generalizadamente, pero sí que pueden servir puntualmente. Entonces, para hacer que nos puedan escuchar, digamos que buscar ese espacio en los Centros de Formación del Profesorado, para que a centros y docentes no les llegue como la perspectiva de las familias, sino que les llegue desde una estructura que para ellos es válida y, además, que les ofrece recompensas. Y, aunque no estén interesados directamente en la temática, pues que se les da puntos. Poner ese conocimiento, que ya está en un lugar, para que tenga algún interés para ellos.

En la misma línea, necesitamos una red de orientadores y orientadoras conchabados con las familias. Tiene que ver con lo mismo. Cuando nosotros decimos: «mira, esto funciona porque yo sé que esto funciona porque lo estoy haciendo así», no nos escuchan. Entonces, territorialmente, contar con profesionales de la orientación que den nuestro mismo mensaje, para que venga desde un sitio que lo van a escuchar. Nos parece interesante articular esa red de agentes también un poco infiltrados. Una necesidad que no sabemos cómo se puede cubrir, pero que tampoco nos parece inviable, es tener una herramienta de apoyo legislativo en la autodefensa. Es decir, las familias nos enfrentamos constantemente a que sabemos que la ley nos da la razón y, aun así, no conseguimos que eso sea eficiente por puro desconocimiento jurídico de cómo se reclama, en qué lugar o con qué procedimiento para que sea válido.

Entonces, contar con gente que sepa cómo se hace y, además, en territorio, que no es lo mismo en Galicia que en Madrid, que las redes no son las mismas. Buscar, no sé cómo, esa forma de tener una asesoría legal para que podamos defendernos de la violencia que se ejerce contra nuestros hijos. Y en esa misma línea, salía la idea de buscar alianzas con las fiscalías de menores. O sea, tenemos que aceptar que lo que se hace en muchos casos con nuestros hijos es maltrato y, por lo tanto, la fiscalía tiene que hacerse cargo de acusar de ese maltrato y de penalizar ese maltrato. Buscar vías de tener esa alianza, porque sabemos que también son espacios muy hostiles. Buscar ese espacio. Y por último, por los casos que había en nuestro grupo, se nos ha revelado materialmente que el arte es un espacio inclusivo por sí mismo, es decir, que no tiene barreras por su propia forma de ser. Ver cómo en los centros educativos se creen más espacios artísticos, porque en sí mismos son laboratorios de inclusión, naturalmente, y son espacios donde se pueden percibir que la inclusión no es una utopía.

Entonces, también tiene que ver con buscar agentes dispuestos a hacer ese tipo de residencias. Bueno, no está así concretísimo, pero que sería una vía que creo que se puede explorar. Creemos que se puede explorar, sí. Todo.

Jesús Moreno:— Por apuntar un poco, y enlazando ya el grupo, no sé si lo sabéis que en el proyecto ya estamos poniendo en juego, y por eso es muy valioso, que las voces de las personas comunes estén en la universidad. Por ejemplo, en nuestras clases pensamos, no sé qué pensáis el resto, que para educarnos nosotros los educadores, no nos podemos educar desde las teorías frías, que no digo que la teoría sea mala, sino que tenemos que educarnos desde las experiencias válidas, dolorosas, resistentes y valiosas de las familias. Entonces, es importante que las familias y que los orientadores estén. Luego, esto es para tejer redes, o sea, que de puta madre. Y lo de la red de orientadores, justamente el grupo de orientadores estamos trabajando en una ‘Alterevaluación’ y en cómo generar redes de orientación al servicio de las familias y no al servicio de una escuela mercantilizada que busca la cosificación del alumnado. Entonces, de puta madre.

He puesto ahí dos post-its, en formación. Si hay más post-its en formación, tanto permanente como inicial, pueden ir directamente allí, del tirón. He puesto en medio el post-it de ‘redes’ porque creo que va a ser algo que, también, va a estar presente. Y lo he puesto en las redes con una línea de orientación, porque las redes de orientación son especialmente importantes, quizás para que tengáis ese amparo. Luego, también comunicaros, y a lo mejor no tendría que decirlo, que Nacho, Luz y yo estamos trabajando en un articulito que parece una tontería, porque muchas veces están al servicio de nuestros currículums y al de la universidad, pero que justamente es una revisión sistemática de cómo la literatura científica, desde hace ya muchos años, dice que aprendemos más y mejor todas y todos juntos. No la persona que tiene una etiqueta, no, todos y todas juntos. No está aceptado ninguno todavía, pero está en proceso. En él, intentamos desmitificar que la educación especial es la que da respuesta a las necesidades. Por darle un poquito a lo que tú estabas diciendo.

¿Seguimos?

Participante 8 (Concha Casasnovas):— Querría un poco apostar por los dos comentarios que habéis hecho vosotros en relación con las familias. A mí me gustaría ampliarlo más. Quiero decir, yo creo que hay que trabajar con el municipio, con el barrio, e implicar a la escuela con la comunidad de vecinos y a la comunidad de vecinos con la escuela. Creo que es fundamental lo que él decía. O sea, si con los padres de los que consideramos niños normales no trabajamos, no servirá de nada lo que estamos haciendo. Es verdad que son piedras en los zapatos constantes que, además, salen al barrio, al municipio y terminan estigmatizando. Entonces, yo creo que la escuela no puede ser una entelequia, un centro que está ahí arriba, donde son los guais que saben mucho y el resto tiene su propia cultura, sus propios estigmas, sus propias historias. Creo que ahí hay que hacer un trabajo comunitario y tendremos que contar con quién. Lo que habéis hecho en La Parra, o sea, yo creo que La Parra es clave para eso. Entonces, que se reúna todo el mundo y que los abuelos, los niños y los del supermercado trabajen las matemáticas comprando higos en el pueblo. Pero no puedes separar lo que realmente luego en la escuela, como tú bien dices, va a etiquetar, porque los padres van a decir: «Mi niño no avanza porque este tiene no sé qué cosa».

O sea, yo creo que lo que tenemos que aprender juntos todos es que aprendemos todos de todos. Y eso no se hace solo en la escuela.

Participante 9:— Sí, lo de las comunidades de aprendizaje, ojalá pudieran extenderse más, pero bueno, en esa línea vamos al final. Bueno, lo que queríamos comentar, va un poco sobre lo que habéis comentado también vosotros: esa necesidad de llevar la realidad de los propios alumnos, de cómo lo han vivido los alumnos. Es que, al final, son ellos los que te van a poder decir «Oye, es que a mí me ha faltado esto, he tenido estos problemas», «cómo me imagino yo la escuela ideal». Y darles esa oportunidad de hablar y que sean ellos los que enseñen a los futuros docentes, a los futuros pedagogos. Yo me la imaginé el año pasado, también, porque era un trabajo que tenía que hacer de la universidad. Tenía que hacer un proyecto para poder aprobar esto es así, pero lo enfoqué a la inclusión y me dije, «Ostras, por qué no hacer unas jornadas en la universidad donde se presente un documental y, tras ese documental, hacer una mesa redonda donde no hay expertos, sino familias, alumnos, los que han vivido en primera persona esto». Y darles voz y que sean ellos los que se expliquen y los que de alguna manera formen. Sería maravilloso. De hecho, lo hemos estado comentando, creo que vamos a mirar de llevar el documental que presentasteis a la facultad, ponernos de acuerdo las sedes de Baleares, presentarlo y hacer ese debate detrás.

Eso nos abrirá las puertas y, luego, poquito a poco, bombardear con todo este material que tenéis aquí, que es maravilloso. Yo creo que lo primero que voy a hacer el domingo cuando llegue a mi casa es la Guía de Evaluación Psicopedagógica Inclusiva. Se la voy a dar a la orientadora del colegio de mis hijos. Creo que es lo primero que voy a hacer. «Toma, ya tienes deberes para ti». Y creo que no me dejo nada.

Participante 10:— Sí, una cosa es llevar la realidad de los centros. Yo no trabajo en un centro educativo, trabajo en una asociación, en una entidad, pero llevar nuestra realidad a la universidad y que la universidad nos pueda hacer proyectos de investigación para nuestra vida diaria.

Participante 11:— Sí, que fuera la universidad que forma docentes, nuevos docentes, que, junto a esa línea de investigación, fueran los que realmente introdujeran la inclusión. No como asignatura optativa, que es lo que les estaba sucediendo a ellas, sino obligatoria. Porque creo que, cada vez que vamos a una administración, y de hecho se nos ha puesto una nueva ley en la cual dice que tenemos que ser inclusivos, los docentes se han revelado en las Islas Baleares y han dicho que no tienen las herramientas. Entonces, si los docentes en la universidad están dando clases, están impartiendo a nuevos docentes, que sean ellos los que los instruyan. O sea, desde la universidad se tiene que hacer conjunto con esa investigación, ese equipo de investigación. Que se les den esas herramientas, pero no que sean optativas, como está sucediendo en Baleares, sino como una asignatura obligatoria.

Participante 9:— Solo por matizar, así, rápidamente. O sea, esa propuesta viene de decir, claro, a mí me están dando una teoría, ¿no? De cuál es la línea a la que debe ir la pedagogía actual, pero claro, queda muy lejos de la realidad y de lo que está pasando. Entonces, al final, soy yo la que siempre tiene que dar por saco en las clases, no os lo imagináis. Decir «sí, la teoría es muy bonita, pero esto es lo que yo me estoy encontrando y no me lo han contado, es que lo estoy viviendo yo con mi hijo». Una cosa es lo que debería ser y otra es lo que está siendo. Entonces, eso es lo que decimos, que tendríamos que trasladarlo a las universidades para que sean realistas con lo que realmente hay.

Participante 10:— Sí, porque lo que ocurre es que la Administración forma docentes, pero, a lo mejor, se quedan cursos que solo están limitados para los que quieren ir. Yo creo que si queremos hacer una sociedad inclusiva, no solo tendría que ser para esos que quieren ir, sino que tendría que ser para todos si queremos cambiar este concepto de inclusión real, efectiva, y no que se quede en una ley que, a lo mejor, dura dos años y luego la quitan porque no había herramientas. Hay algo más que se me ha ido y ya no sé, te lo dejo a ti.

Jesús Moreno:— Como he dicho, voy a aplicarme la norma que he propuesto de no contradecir nada, pero voy a decir, no contradigo, pero digo. Yo pienso que, en realidad, la única forma de sanarnos no es que nosotros desde la universidad enseñemos, porque es lo que estamos haciendo, lo que llevamos haciendo mucho tiempo, es que vosotros nos enseñéis. Entonces, no sirve de nada que nosotros enseñemos porque lo estamos haciendo mal. A la vista está que lo estamos haciendo mal y, además, la inclusión no es optativa. La asignatura de inclusión, la que sería de inclusión, es troncal de primer año en casi todas las carreras, en primaria, en infantil y en pedagogía, pero es una mierda porque no sabemos lo que es la inclusión en la universidad, ya que seguimos desde un modelo clínico deficitario, individualista, al servicio del mercado, y seguiremos así porque somos la universidad. Entonces, hace falta que vengáis vosotros y digáis: «No, es que no es esto, es lo otro, y yo vivo esto, y yo sufro así». Y pensamos de verdad en el grupo, en la parte más pequeñita de Málaga, y no sé qué pensáis de que la única forma de que nos eduquéis sea desde el sufrimiento y desde que nosotros suframos con vosotros. Porque si no sufrimos con vosotros no cambia nada.

Participante 11:— Bueno, parece que se van repitiendo las cosas. Yo, a nivel personal, soy profesora universitaria, también he estado 10 años en presencial y, ahora, llevo ya casi ocho años online. Imparto materias muy vinculadas con la inclusión. La inclusión es algo que me creo, la diversidad también. Y en el 2006 organizamos unas jornadas en la Facultad de Educación de la Complutense, en las que participaron 300 estudiantes. Lo dejamos abierto; también dábamos un crédito de libre y tal, que eso animaba. Pero me gustó el clima que se generó, porque hicimos como el espacio también accesible. Introducimos el concepto de diversidad funcional, que también cambia cómo nombras a las personas, implica cambio social. Y la gente decía, «¿Qué es esto de lo de la diversidad funcional?» De la diversidad funcional, te estoy hablando del 2006. Y en esa lucha hay muchísimas familias, profesionales y personas que plantean ese cambio de mirada, necesario para hacer esta transformación. Y lo que más me gustó es que, en un determinado momento, no hay ningún estudiante con ningún tema de salud mental y, allí, de repente, levantan las manos tres. En ese momento, cada facultad tenía un coordinador en ámbito de diversidad y yo era la coordinadora. Había una media de 35 estudiantes que estaban estudiando Educación Social, Pedagogía, algún Magisterio o Psicopedagogía en la facultad.

Había como 35 estudiantes, más o menos, de media en la facultad de Educación. Y dos estudiantes levantaron la mano: «Nosotros tenemos un tema de salud mental, por si nos queréis hacer alguna pregunta». O sea, se generó un ambiente como de estar en familia, muy agradable. Esto en 2006, ha llovido, sigue lloviendo, se siguen haciendo millones de cosas. Es maravilloso todo el proyecto de educación inclusiva que, como decía Nacho, ha bebido también de todo el foro de Vida Independiente, de todas las propuestas del «Nada para nosotros sin nosotros» desde el ámbito de la propia diversidad, desde la universidad. Entonces, es importante lo que hemos dicho desde el principio, ese cambio de visión que en nuestras clases hace cada uno de nosotros, desde que salió el primer vídeo, desde el primer minuto. Que todo este material y recurso se lleve al aula como se ha llevado, se lleve a toda la comunidad y que nuestros alumnos y alumnas que van a ser futuros maestros y maestras, pedagogos, tengan todos estos materiales que les aporten y ellos mismos también creen.

Entonces, bueno, mi propuesta es así. Parece que estamos escuchando lo mismo desde hace mucho tiempo y es muy bonito decir: «Venga, vamos a aterrizarlo, ¿yo qué haría?» Siempre ha habido esa necesidad y esa importancia de que esta formación sea real y llegue a quien luego va a estar en el aula. Pero claro, vemos todo lo que estamos comentando desde la familia, que no es un camino fácil, que estamos ahí, pero luego dices: «Madre mía, algo que es tan evidente, de lo que todos, todas y todes estamos formando parte» y que luego, al final, haya tantas injusticias, que es lo que te hierve la sangre. No sé, quería decir que sí, que es verdad que se hace formación, que es necesario seguir haciéndola y que es necesario cambiar esa visión de ver a la persona, porque a veces por mucho que valga un hombre o una mujer, no tiene más valor que el de ser persona y se nos olvida. Y hay que recordarlo en los mundos en los que vivimos, tan acelerados.

Participante 12:— Es más, perdón, es que me he sentido aludida porque yo he ido a la universidad a dar charlas y demás, pero lo que quería comentar, sobre todo, es que, vale, yo he ido a dar charlas a futuros profesores y profesoras sobre diversidad y literatura, tengo formación en literatura, pero creo que ninguna de las familias que estamos aquí perderíamos nada, muchas veces, por intentar crear esa red con la universidad de nuestra localidad o de nuestra comunidad autónoma ofreciendo ese contacto. Somos ‘x’ familias, tenemos esta experiencia vital, queremos compartirla con vuestros alumnos y alumnas porque no necesitamos ser expertos en literatura o expertos en lo que sea, necesitamos contar nuestra experiencia vital, que eso sí que es toda una especialidad. Entonces, además, en mi caso no es por mí, sino porque yo lo que conté fue mi experiencia, no solo mis conocimientos. Y fue de lo más valorado en todo el curso para el alumnado. Entonces, esto transforma al alumnado. A lo mejor no les da las herramientas para, luego, en el día a día, trabajar, pero sí transforma sus miradas. Entonces, yo quería animar a quien pueda que intente buscar ese nexo con la universidad que le queda más cerca.

No tienes por qué ser, yo qué sé, lo que sea, especialista en literatura y diversidad, especialista en matemáticas. No, eres familiar, lo conoces en vivo, en tus carnes. Perdón, que estáis pidiendo palabra por ahí.

Participante 13:— Yo soy estudiante de Educación Social en la Universidad de Huelva y, siguiendo con el tema que estabais comentando antes, a mí me parece que lo que necesitan los profesores es naturalizar la diversidad. Es que la tienen desnaturalizada. Yo soy hermana de un niño también con condición genética poco frecuente. Entonces, desde pequeña, he aprendido a tener esa mirada inclusiva. Y claro, ver el desprecio de los demás hacia las personas con diversidad, me hace sentir pena por esas personas, mucha pena. Yo creo que lo que he aprendido para tener esa mirada se basa en mis experiencias, porque he conocido cómo es mi hermano, si se puede enfadar, puede tener las emociones que quiera, pero es que eso lo hace ser único. ¿Y por qué, siendo único, no tiene los mismos derechos que las demás personas?

Entonces, lo que nosotros habíamos pensado era naturalizar esta diversidad mediante experiencias de sensibilización en las universidades. Y lo que a mí me gustaría hacer dentro de mi universidad sería proyectar este documental y, después de verlo, debatir y hacer talleres.

Participante 14:— Al fin y al cabo, si estamos aquí es porque tenemos la mecha encendida, o sea, que a nosotros no hay que convencernos. Pero cuando antes alguien decía que lo primero que iba a hacer el lunes es llegarle con la guía, pues a lo mejor esa persona coge y la mete en un cajón porque no está con la emoción que tienes tú. Entonces, nos parecía que es muy importante lo que estáis diciendo, que tengan que ser las propias familias y personas las que tengan su voz, pero nosotros, a lo mejor también, es decir, darle la vuelta para decir cómo podemos intentar trasladar esa vivencia. Nos compartía Arantxa que ella con 20 años vivió como… (dirigiéndose a Arantxa, a su lado) Si quieres, vamos haciendo aquí un tándem, ¿no? Por ir sumando.

Participante 15 (Arantxa):— Sí, bueno, pues les contaba una experiencia de sensibilización que hice, que me ha marcado cómo soy ahora. A lo mejor era el destino, no sé. Y claro, pues es eso, que dar una guía es difícil. Es difícil coger 20 páginas y encontrar un momento para leerlo, que eso está guay cuando ya estás en marcha para tener apoyo y decir: «A ver, esto es verdad», pero que lo que necesitamos es eso, sensibilizar. Por experiencias de sensibilización decíamos de escape room, pero a los propios profes, claro, las propias familias, los alumnos, bueno, es un poco en general.

Participante 14:— Y, luego, a partir de ahí, cuando ya estás sensibilizado, empezar a hablar y empezar a compartir diferentes experiencias que nos habían funcionado cuando acompañábamos a un claustro para llevar a cabo prácticas, digamos, más inclusivas. Reconociendo también el primer punto, cómo segregamos sistemáticamente, cómo estamos desde la teoría, pensando que nuestra mirada está en hacerlo, pero realmente no. O sea, reconocer lo que hacemos a diario. Entonces, desde ahí, antes de intentar entender qué hoja de ruta seguiremos. Vivenciar, acogiendo y escuchando experiencias. Nosotros, desde una manera muy humilde, llevamos a cabo prácticas en las que había como un objetivo, y se generaron grupos donde también pusimos diferentes niveles de apoyo para que la gente sintiese esa frustración. No es comparable con el de dolor de una madre, de una hermana, de un padre, pero sí un poco ese nivel de impotencia de decir: ¿cómo en un momento dado te pierdes acceder al aprendizaje, por mucho que estés presente? Ahí es el punto.

Entonces, desde ahí, pensamos en esas dinámicas que habíamos llevado a cabo, antes hemos empezado a enumerar elementos que nos facilitaron comprender la accesibilidad cognitiva, visual, sensorial, tal, en cómo darle una vuelta y, si estamos hablando de ese repositorio, compartirlo para que, al final, se pueda decir: «Pues a mí me ha funcionado esto y esto», porque también hablábamos de cómo algunas veces se convierten en un arma de doble filo y no sirve para lo que funciona, sino para estigmatizar aún más. Pero bueno, que ese repositorio, al final, podía ser compartido. Nos parecía eso como una acción muy potente: la sensibilización. Y, luego, después de visualizar todo lo que podíamos hacer a partir de del documental, apoyarnos las unas a las otras. Arantxa estuvo ayer en la visualización, pero nosotros nos perdimos todo lo que es la visualización y estar en el debate de lo que vosotros sintieseis, pero, a lo mejor, ella se compromete a venir a mi barrio, yo al suyo. Ser un apoyo cuando lo compartamos con las familias, con toda la comunidad. Ahí es, también, donde se debe incluir a toda la gente que pertenece al barrio; estar en ese avivar, avivar a los comentarios y reconducir.

Lucía también hablaba de trasladarlo allá a esa universidad y nosotros, a lo mejor, desde la parte online, también podemos darle apoyo. Decirle «no estás tú sola presentando el documental, sino que aquí nos tienes», también como apoyo en la logística. Y, luego, también hacia las acciones concretas. Quizás, esto sea más personal, pero para mí la inclusión empieza en la atención temprana, en cómo se acoge a la familia y cómo se traducen, también, acciones concretas desde la escuela infantil.

Entonces, bueno, hacia esa presencia y esa participación y ese aprendizaje. Poder compartir dentro de ese repositorio herramientas concretas que ya van dirigidas hacia eso, que, a lo mejor, nosotros no siempre las manejamos, pero hay herramientas muy útiles para trabajar con el profesorado. Yo, en concreto, las que manejo son de educación infantil, pero también para marcar como un punto diferente en esa conversación con la familia, para recoger sus preocupaciones. Y lo mismo hacer con el aula: ¿cuáles son tus preocupaciones en el aula? Y, ahí, también se identifica qué es lo que puede estar pasando, pero no porque el niño tenga autismo o parálisis cerebral, sino irnos a cuáles son las limitaciones para participar, para estar implicado, para tener relaciones sociales. Yo creo que esto es lo que nosotros, en ese repositorio, tenemos que dejar de hacer también: segmentando.

Jesús Moreno:— El tiempo es el tiempo que tenemos y me parece tan interesante, tanta sabiduría la que tenéis y no hay nada ahí (señala la cartulina en el suelo). Quiero decir, es que lo que no esté ahí, se nos queda solo para nosotras. Entonces, estamos haciendo un acto egoísta, porque yo me lo estoy pasando muy bien, estoy muy a gusto y aprendiendo mucho, pero no lo podemos compartir con el resto. Lo que propongo es que ahora te doy el micro a ti, pero que vayamos pensando dónde vamos a poner nuestro papelito. Aquí, he dejado espacio porque yo. Quienquiera que lo escriba, quedan 7 min.

Participante 15:— Va relacionado con lo que decían sobre los niños neurotípicos, que la familia de los niños neurotípicos no se implica, no entiende. O sea, si convertimos esto en algo de uno y de otro, es normal que no se impliquen, porque tú no te puedes implicar ni entender algo que a ti no te están concerniendo. Entonces, una línea de la que hablábamos era la de abandonar la idea de los compartimentos estancos y de que esto sea de algo de todos. La escuela tiene que servir a todo el alumnado que alberga. Romper con eso de «ellos y nosotros». Hablábamos también, de todo lo habéis dicho, de esa formación específica para el equipo directivo, obligatoria, no solo para el profesorado, como decía. El equipo directivo tiene la clave de lo que pasa en su centro educativo. Meterse en la universidad, eso lo habéis dicho todo. También utilizar recursos externos que asesoren a la universidad, a los colegios o a todo. Plantear una nueva formación de profesorado y, también, trabajar con las familias, que es muy importante. Empoderar a las familias, informarlas, dar estrategias y acompañar. ¿Tú quieres incluir algo más?

Participante 16:— Bueno, quiero añadir ir más allá de la formación, hacer una supervisión de todo el claustro, donde de alguna manera que den evidencia aquel profesional que falta el respeto, que tiene acción, no me sale la palabra, que incluso puede utilizar la violencia o faltas de respeto hacia un niño o a una niña y empoderar o dar más fuerza que el profesional que lo está haciendo bien. Es una supervisión mucho más allá de una formación.

Participante 17:— Bueno, brevemente quería compartirlo con vosotros. He llegado tarde porque vengo de viaje. Hablo de mi experiencia, de lo que a mí lo que más me ha ayudado. Todo lo que ha salido es evidente, pero sigue habiendo una incapacidad de llegar. Lo que he notado en mi periplo como madre es que, al inicio, la barrera o la distancia que yo sentía con el equipo docente con el que yo me quería aliar era cada vez mayor. Conforme yo más les señalaba lo que no hacían y lo que no conseguían hacer y sus fallos, ellos se sentían más lejos de mí y cada vez peor.

Y de repente, buscando soluciones donde no las hay, estaba en una charla con Gerardo Echeita y me dijo una cosa: «Ruth, quizá esto que te digo no te hace sentir bien, pero ¿te has planteado que a lo mejor tú estás, sin darte cuenta, poniendo más barreras a la inclusión de tu hija?» Entonces, yo empecé a pensar: «Yo estoy diciéndoles a ellos todo lo que no hacen, justo lo que yo estoy pidiéndoles que no hagan con mi hija». Y a partir de ahí. hice un esfuerzo horroroso y lo sigo haciendo. Me cuesta muchísimo, muchísimo, cada vez que me reúno, regularme, no señalar la falla, reconocer todo lo que están haciendo, pero, a la vez, decir cómo quiero que vayan las cosas. Es costosísimo, es un nivel de regulación permanente. Sin embargo, creo que hay muchos docentes queriendo hacer bien las cosas, yo diría la mayoría, pero no saben cómo hacerlo y están acojonados. Y, entonces, noto que, cuando encuentras ese lugar de encuentro, empieza a moverse algo. Sigue siendo todo muy precario.

Pero si no empezamos por ahí, yo creo que por mucho que vayamos a un equipo directivo y le digamos: «Es que si tú haces una formación obligada, te va a dar igual, es que no te va a servir». Algo servirá, creo que son niveles. Entonces creo que hay un nivel institucional, un nivel macro, un nivel formativo, pero luego está el nivel micro de relación y cómo conseguir ayudar a familias y a docentes a establecer esos niveles de colaboración.

Teresa Rascón:— Bueno, al escucharte, un poco en la línea de lo que hemos hablado, para mí la experiencia de La Parra ha supuesto un aprendizaje increíble, precisamente por bueno, porque hemos convivido, nos hemos encontrado, porque yo creo que la inclusión tiene más que ver de lo que voy aprendiendo, con conocernos, querernos, aceptarnos como somos. Y bueno, retos, problemas, conflictos, va a haber siempre en un centro. Esta es mi experiencia en la formación. Pero si vamos juntos, la cosa cambia. Por ejemplo, La Parra, que me sorprendió mucho, también a mis compañeros Nacho y Tere, es que dan voz primero a los alumnos, después a la familia.

Al principio hablaba todo el profesorado y apenas asistían familia, alumnado 0 y el propio claustro, como si no pasara nada, ¿no? Pues no, tiene que venir la familia, el alumnado. Y desde hace tiempo, en las reuniones, primero escuchamos lo que dicen los alumnos y alumnas, porque son nuestros grandes maestros y maestras, son los que tienen más claro lo que hay que hacer y los que ven las cosas, las solucionan de una manera muchísimo más sencilla. Por supuesto, escuchar y aprender de las familias. Y nosotros, los de la universidad, no vamos a darle ninguna charla ni ningún curso.

Es decir, no una charla en un momento puntual, que creo que es importante, sino un proceso de vivencia, de convivencia, de conocernos, de querernos, de apreciarnos. Eso es, estamos en camino de la inclusión, yo creo que porque además es muy peligroso. El 50 % de los centros cambia al año siguiente, con lo cual tenemos que seguir conociéndonos, aprendiendo y conviviendo juntos. Y, luego, yo sí me comprometo a seguir en esa línea, es decir, la idea es que no se quede en La Parra. Vamos a formar redes con otro centro, que el centro sea el punto del que emerja ese trabajo desde todos los sectores de la comunidad, como decía Concha, con el pueblo.

Incluso, yo añadiría algo más, como aprender haciendo un servicio a la comunidad, lo que hablamos de aprendizaje-servicio. Yo creo que si el próximo año se suman dos centros más, fantástico, que se suman al año siguiente tres, cuatro…, así podemos ir creando redes. A mí me parece un aprendizaje espectacular como persona, independientemente la voz de dónde venga.

Jesús Moreno:— Yo quiero decir una cosilla, pero a ver cómo lo digo. La inclusión no es algo absoluto, es un proceso. Es verdad, pero a mí, por ejemplo, y voy a hablar desde el yo, esto me requiere un esfuerzo, porque aprendo muchísimo, pero a la vez tengo mucha falta de humildad. Y lo digo así porque, cuando escucho e incluso leo cosas ahí, se me remueven cosas, porque no estamos en los mismos sitios todos y todas. Y a mí me gustaría señalar algo. Todos queremos lo mismo, que es lo mejor para todos, todas y todes, pero creo que es importante que también seamos y pensemos que esto es una cuestión, sobre todo, política, no es una cuestión de ser bueno o ser malo. Es una cuestión política y, también, paradigmática. Quiero decir una palabra muy fea que usamos en la universidad: «ontológica». Es decir, cómo entendemos la realidad, cómo nos posicionamos frente a ella. Y quizá nos tenemos que revisar, porque cuando decimos, sin querer, que tienen diversidad, yo no tengo diversidad, los que tienen diversidad funcional son ellos. Si son ellos, a lo mejor, siguen siendo las personas discapacitadas. Es una cosa que hay más. O si pensamos desde el paradigma de la normalidad, por ejemplo, sin ánimo neurotípico, neurotípico es normalidad. Entonces, en realidad, estamos legitimando discursos que van en nuestra contra.

No es una crítica a nosotros y nosotras. Para mí todos los que estéis aquí tenéis un valor tremendo y estamos en el mismo arco, pero que pensemos, porque a veces estamos queriendo ir para un lado, pero utilizamos las herramientas de los enemigos y los lenguajes de los enemigos y nos colonizan el discurso, y al final todo el mundo es inclusivo. Yo estaba en un congreso hace un mes. Las percepciones de los docentes sobre la inclusión eran que todos son inclusivos, pero faltan recursos. Los cojones somos inclusivos. O sea, en este workshop he escuchado varias veces a personas decir que sus familiares son personas, como lo dirían en el 2006 y en el 82, y lo dirán en el 2032, porque hay que recordar que son personas porque estamos en el paradigma de la normalidad. Y bueno, no me voy a enrollar, pero que pensemos muchas veces que el lenguaje configura la realidad y dónde estamos más allá de las prácticas concretas.

Muchas gracias.

(Aplausos)

Audiodescripción [AD]: El taller concluye y las personas del grupo comienzan a levantarse y a conversar animadamente. Luego, se unen el resto de grupos. Bajo la proyección, en la mesa central, se sientan Jesús Moreno, Teresa Racón, Ignacio Calderón y Luz Mojtar. Enfrente, el grupo completo se prepara para compartir opiniones. Han retirado la cartulina del taller anterior. Las tres portavoces de cada taller toman asiento en sillas contiguas, frente al grupo.

Ignacio Calderón:— Bueno, vamos a continuar. Teníamos en realidad pensadas dos asambleas que hemos unido porque nos hemos pasado de tiempo. La primera era para hacer una apuesta en común, que vamos a hacer ahora, de las cosas que se han hablado en los talleres, a dónde hemos llegado con cada uno de los talleres y, a partir de ahí, una toma de decisiones para ver en qué se concreta la estrategia que vamos a seguir a lo largo del próximo año. Ahora tendrían que venir los y las portavoces de cada taller a mostrar qué es lo que se ha decidido allí del taller número 1. Venga.

Portavoza 1 (Leti):— Hola. Bueno, voy a intentar que os calléis hablando, pero no sé si lo conseguiré (risas). Maestra de infantil y voy a intentar dar unas pinceladas porque han salido muchas estrategias. Muchas tienen que ver con el papel que tenemos las familias y los estudiantes en la formación de docentes y de formadores. Hemos dedicado mucho tiempo a eso. Entonces, en primer lugar, aprovechar muchísimo el material que ya existe como catalizador de esos procesos de sensibilización, porque es un material que ya existe y que, digamos, parte de un lugar un poco más legitimado que el de las familias o el de los estudiantes, aunque sean nuestras voces, como que tiene más autoridad. Entonces, tenemos que aprovechar ese material en todos los espacios que se pueda. También, trabajar mucho lo que tiene que ver con la comunidad a diferentes niveles. Es decir, fortalecer las redes escuela-barrio, barrio-escuela y, también, actuar como agentes inclusores, nosotros, con nuestro contexto. Es decir, formar no solo a los docentes, sino a las familias de los compañeros de nuestros hijos y a los compañeros de nuestros hijos e hijas. Llevar la realidad de los alumnos a la formación de docentes, aprovechando este material que decíamos y también proponiéndonos a nosotros. Es decir, sintiéndonos agentes válidos para ir a la facultad de Educación que tengamos más cerca y decir, «yo tengo una experiencia de vida que creo que es muy valiosa y que deberíais tener en cuenta».

Entonces, yo y mi grupo nos ofrecemos como agentes educativos que podéis aprovechar en la formación de formadores. Aprovechad también los recursos que ya generamos en muchos casos las familias y, en otros casos, otros agentes, como pueden ser asociaciones y materiales puramente educativos. Somos muchos y muchas los que adaptamos materiales para nuestros hijos, con un enfoque más inclusivo, más accesible, con un enfoque de DUA, y son recursos infrautilizados que existen, usamos para nuestros hijos y ahí se quedan. Entonces, generar una especie de repositorio que pudiese estar al alcance tanto de otras familias como de ese profesorado que nos dice que no sabe cómo hacer y que nosotros ya hemos hecho el camino de cómo hacerlo. Un repositorio disponible. Y, también, con experiencias de sensibilización, crear ese repositorio de las cosas que sí han funcionado para crear esa receptividad, que es el primer paso antes de seguir adelante. Tiene que haber la necesidad de hacer el cambio. Recopilar y poner a disposición esas experiencias de sensibilización.

Luego, hay una línea más como de guerrilla, que tiene que ver con infiltrarnos en las redes de formación del profesorado. No de una forma sibilina, sino para conseguir que nuestro discurso, que es muy valioso, esté en espacios legitimados por el profesorado y que estén dispuestos a escucharlo. Entonces, buscar esas alianzas con las redes de formación del profesorado para poder colocar las experiencias de los estudiantes y de las familias. Y, también, en una red de orientación que ya se está formando. Aprovechar esas voces autorizadas para trasladar al centro experiencias y prácticas que ya existen y que no somos las madres histéricas las que venimos a imponer nuestra visión utópica de la educación.

Y, luego, tiene que ver con la autodefensa y con los derechos, buscar redes de apoyo legal en las comunidades. Es decir, en muchos casos nuestras demandas no prosperan porque no sabemos cursarlas por los cauces adecuados. Intentar formar esa estrategia. Asumiendo que lo que se está haciendo en muchos casos es maltrato, ver cómo llegamos a las fiscalías de menores y que estas estén predispuestas a escucharnos. Y por último, unas últimas cosas que tienen que ver con experiencias como el arte como espacio inclusivo, naturalmente inclusivo. Ver formas también de que el arte tenga más espacio en las escuelas para que sea una experimentación, una vivenciación de experiencias inclusivas de éxito. Cuando las cosas se hacen en entornos más flexibles y creativos, funcionan, porque sabemos que funcionan. Entonces, proporcionar esas experiencias de éxito y demostrar que es posible buscar alianzas en el arte. Y aparte de supervisar las prácticas.

Dos últimas aportaciones que nos parecen esenciales, aunque son igual más abstractas, y tienen que ver con no hacer a los centros lo que nosotros no queremos que les hagan a nuestros hijos. Que muchas veces estamos muy en la posición de «es que no hacéis esto, es que no hacéis esto, es que no hacéis esto». Cuando nos quejamos de las reuniones en las que nos dicen: «Es que tu hijo no hace esto, es que tu hijo no hace esto, es que tu hijo no hace esto». Entonces, buscar la forma de ser nosotros, aunque no nos toque, los generadores de un espacio de verdadero encuentro y de verdadera escucha, por mucho que nos duela y muy difícil que sea porque está el mundo en guerra con nosotros. Generar esa convivencia para que sea, a partir de la confianza, donde pueda surgir la colaboración.

(Aplausos)

Portavoza 2:— Me falta Raúl aquí (señala una silla a su lado). Raúl, acompáñame. Y mientras Raúl viene, voy a decir que los del taller 1 nos han copiado un poco a los del 2.

(Risas)

Audiodescripción [AD]: Raúl Aguirre se acerca y toma asiento a su lado.

Portavoza 2:— Mi cabeza está ya un poco saturada. Si me dejo algo atrás o si digo algo, por favor, corregidme y ampliadme. Hemos debatido mucho y coincidimos en algunas cosas y estrategias con las que ha planteado Leti. Seguimos insistiendo en la creación de redes y compartir lo que ya hacemos cada una en nuestro espacio y desde nuestra posición con las demás. Hay una compañera que hablaba de que tienen como escritos con base en la legislación, que nos los va a pasar a todas. No sé dónde está ahora. Nos los va a pasar, pero teniendo en cuenta que cada comunidad tiene su legislación. Luego, otra estrategia era compartir también las experiencias, que decía Leti. Hay cosas que ya se están haciendo, que no tenemos que inventar nada. Entonces, compartir y dar voz a esas experiencias, colaborar no solo entre nosotras, sino implicar a otros entes como la universidad, colegios de abogacía, otras entidades, asociaciones, ONG y cosas varias que pueden aportar.

También, una estrategia muy interesante, que habría que ver cómo hacerla, es hacer un observatorio de negligencias educativas. Una compañera ha buscado la definición de negligencia y, bueno, creo que nos han salido como 20, así, de sopetón, a cada una. Entonces, estaría bien lo del observatorio. Insistir en la convivencia, porque es la garantía del cambio de mirada, acompañarse en las reivindicaciones y acompañarse físicamente, uniendo sororidad y presión, lo que implica que una familia vaya acompañada a un despacho, por ejemplo. Invertir nuestro tiempo en las reclamaciones, a pesar de que sea tedioso y de que, a veces, no sirva para nada.

Otro aspecto muy interesante es el de implicar a las administraciones locales. Ya sabemos que no tienen competencias en Educación, pero la inclusión tiene que ser interseccional, nos tiene que atravesar e ir más allá de la escuela. Entonces, a lo mejor, empezando por lo local, vamos ampliando. Luego, seguimos hablando de darle voz al estudiantado, creando consejos estudiantiles, comisiones de alumnado, trabajando en su participación; fomentando, favoreciendo y creando espacios en los que se sientan con libertad para expresarse. Y hablamos del contagio, tenemos que buscar contagiar, buscar aliados y aliadas entre el profesorado, entre las familias. Aquí, entrarían también las AMPA, que ‘haberlas, haylas’ que trabajan por la inclusión, algunas.

Insistir en la formación y en la información para empoderar tanto a las familias como al profesorado. Y buscar lo positivo e ir hacia lo positivo, partir de lo positivo. Sabemos que lo negativo está ahí y que gana muchas veces a lo positivo, pero tenemos que buscar la grieta a través de la cual va a empezar a nacer la hierbecita en el muro. Y nada, no sé si me he dejado algo por ahí. Las redes de centros. Tú hablabas de red de orientación, hablamos de las redes de centros, de compartir las buenas experiencias. Bueno, un poco lo que estamos hablando aquí, lo que ya sabemos y en lo que tenemos que remangarnos y cada una y cada uno empezar a trabajar en nuestro ámbito y desde nuestra parcelita. Y, a partir de ahí, ir sumando. ¿Está todo bien? ¿Lo he dicho bien? (Dirigiéndose a Raúl)

Raúl Aguirre:— Sí.

(Aplausos)

Portavoza 2:— Gracias.

Portavoza 3:— Bueno, a mí me toca hablar de las estrategias que hemos debatido. También ha habido debate en referencia a la incidencia política y hemos identificado cuatro bloques fundamentales. El primero de ellos es crear redes de confianza tanto con medios de comunicación como con los políticos. El segundo es contar con el material que ya está creado, las diferentes guías, documentos que nos puedan servir, la proyección del documental y poner a trabajar a los alumnos en las escuelas, a las familias a través de las AMPA, a los orientadores, a los profesores. El tercer bloque es crear conciencia con la ciudadanía, crear espacio con otros movimientos y otras asociaciones, pero es muy importante identificar qué asociación, qué colegios oficiales, qué sindicatos, qué partidos políticos, qué universidades, qué centro de formación. Y el cuarto, que hemos considerado que es transversal, es crear una estrategia definida. Tener una estrategia definida, realizar un argumentario para llevar el mismo mensaje. Y ese argumentario tiene que tener tres puntos fundamentales: un argumento, el razonamiento y la evidencia.

También tenemos que tener en cuenta dos visiones, tanto la visión positiva como la negativa. ¿La negativa por qué? Porque tenemos que identificar para poder argumentar y para poder rebatir esa visión negativa. Los tres puntos fundamentales son tener un argumento, un razonamiento y la evidencia. Y para terminar, yo quiero decir que más feliz no se puede ser, que estoy encantada de estar aquí y nada, que me habéis hecho muy feliz, de verdad.

(Aplausos)

Nacho Calderón:— Bueno, las tres portavoces. Como tenéis vuestros apuntes, a lo mejor, si pasáis ahora a la mesa y habláis con Jesús y Luz, podéis revisar las notas que hayan tomado por si hay algo que queráis enfatizar. Bien, ahora se genera un debate para tratar de aterrizar todo esto o algunas de esas líneas, no hay que hacerlas todas. Tenemos que fijar un norte. La idea es hacer un trabajo que tenga una duración de un año y que sea un trabajo por territorios y que todos esos territorios también estén relacionados entre sí. Entonces, la primera tarea que habíamos planteado también en nuestro grupo, que era sobre incidencia política, pero que al final todo es incidencia política, es que las prácticas en las escuelas son políticas. Cómo construimos la cultura, también es política y, por supuesto, cuando hablamos de la estructura más amplia. Entonces, habíamos pensado que una primera tarea podría ser la construcción de grupos motores en cada territorio. Entonces, ahora yo me voy a Málaga y digo: «vale, y con quién juego primero».

En el pecho, tenemos los lugares de procedencia, porque a lo mejor hay dos personas que han venido de un mismo lugar y no lo saben. Quizá, ahora sería el momento de tomar nota de esa gente. Pero más allá de esa gente que ha venido ahora, estará la de localizar qué otras personas y aliados pueden servirnos para construir esos grupos motores. Antes lo decía en el otro grupo. El grupo motor no es el grupo protagonista, no es el grupo importante, es un grupo importante, pero no es el importante, ¿vale? Es importante porque tiene que mover a otra gente y, entonces, los grupos motores tienen que ser diversos. Deben tener al alumnado, al profesorado, a otros agentes de las escuelas, a investigadores universitarios, a personas de asociaciones o a vecinas del barrio, ¿vale? La cuestión es pensar que la primera tarea es construir un grupo motor en un plazo corto, por ejemplo, un mes, para que todos esos grupos motores se hayan constituido y podamos comenzar a echar la rueda a andar.

Bueno, esa es una primera propuesta. Y entre las cosas que yo he oído por ahí, estaba la de contar con otra gente y habría que pensar en buscar aliados. Aliados significa que no vale cualquiera. A lo mejor, esas personas que ahora mismo no valen, dentro de poco sí valen, pero para este momento es importante hacer buenas alianzas, construir las alianzas que entendemos que tienen que ver con lo que hemos estado diseñando hasta ahora. Y una cosa más, aparte de todo esto que se ha estado hablando, incluso una de las cosas que se ha dicho ha sido la de utilizar el material que tenemos. Vuelvo a recordar, tenemos una guía de cómo hacer investigación-acción participativa en las escuelas, es decir, una guía para escuelas y comunidades escolares. Tenemos una guía sobre cómo disentir, que tiene sus pasos. Tenemos una guía sobre cómo el alumnado puede ponerse a trabajar para hacer su escuela más inclusiva, el alumnado como protagonista. Y tenemos una guía de evaluación psicopedagógica. Todo esto, en ese plazo del mes, yo creo que vamos a tenerlo todo. Si no está publicado bonito, a lo mejor está no bonito, ¿vale? Pero vamos a poder contar con ellos. Tenemos la guía de evaluación psicopedagógica, es decir, cómo podemos hacer evaluación psicología pedagógica desde un enfoque inclusivo. Y por último, tenemos una guía sobre cómo hacer incidencia política, que la diseñamos para la LOMLOE, pero que vale para las comunidades.

Entonces, todo eso forma un puzle que está sobre un pivote, que es la participación, y creo que tiene mucha lógica y que podemos utilizarlo. Bueno, ya me callo. Y ahora ronda de propuestas para ver cómo aterrizamos todo esto o qué aterrizamos para llegar a acuerdos que vamos a hacer.

Participante 1:— Yo propongo que, de cada comunidad, al menos las que estemos aquí, salga una persona un poco, entre comillas, representante de la comunidad, que pueda tener informada al resto de la gente de esa comunidad y que, además, pueda crear esa red de comunicación entre todos.

Ignacio Calderón:— No creo que haya que hacerlo aquí hoy.

(El grupo habla a la vez) (Risas)

Ignacio Calderón:— En realidad, la propuesta participativa no pretende la representatividad, sino la participación. Entonces, aquí no hay nadie que esté representando a otra gente. Aquí ha habido estudiantes que, a título personal, se han puesto a hablar y esas voces las hemos reconocido como valiosas, pero no estaban representando a nadie. Entonces, lo mismo vamos a hacer en las propuestas que planteamos, pero por comunidad autónoma. Venga, seguimos. Más ideas. Regalo un micro. Más ideas.

Participante 2:— Pensando en lo que hemos hablado también en el taller tres, a lo mejor a través de ese enlace, coordinar la difusión del documental en todos los lugares posibles, instituciones, centros educativos, de una forma coordinada y que se pueda difundir para todo el mundo sepa dónde se está reproduciendo. Como está recién estrenado el documental y se proponía ponerlo y empezar a moverlo ahora, a lo mejor no sabría cómo hacerlo, ¿no? Pero a través del enlace o del grupo motor si se crea pronto.

Ignacio Calderón:— Yo creo que para los grupos motores tampoco hace falta mucho tiempo. Yo creo que si nos ponemos un plazo de un mes, es un plazo más que razonable, y nos da tiempo a prepararlo. Y más allá de eso, podemos ir haciendo las propuestas a ‘Quererla es crearla’, por ejemplo, si alguien quiere hacer una proyección en un ayuntamiento. Eso sí, seguramente sería interesante que, después, los grupos motores digan, «Bueno, pues una línea estratégica va a ser proyectar el documental en nuestro ayuntamiento»; esa es una línea estratégica. O vamos a intentar que vaya a las escuelas, esa es otra. Eso lo podríamos decidir, quizás, un poquito más adelante, o sea, plantear que se vayan haciendo proyecciones en algunos lugares emblemáticos. (Dirigiéndose a la participante 5). ¿Iba por ahí a lo que te referías?

Participante 3:— Y la guía de debate.

Ignacio Calderón:— Ah, sí. La guía de debate fue una propuesta que se planteó en el nuestro grupo, si quieres explicarla.

Participante 4:— Bueno, habíamos comentado que si se hace la proyección del documental, para sacarle máximo jugo y provecho a nivel de inclusión, hacer alguna ponencia o tener el guion de un debate para que no sea verlo, darnos media vuelta e irnos para casa. Si tenemos un guion con unas fases, siempre ayuda para que realmente tenga visibilidad y que la gente se lleve un mensaje de inclusión.

Ignacio Calderón:— Muy bien. Más ideas.

Participante 5:— ¿Quién va a hacer el guion?

Ignacio Calderón:— Hombre, yo creo que no es difícil. Nosotros o el grupo promotor que ha estado implicado en el documental puede hacer un guion, creo yo, como para dinamizar un debate que lo pueda hacer cualquiera. Yo creo que va a ser una herramienta útil. Muy bien, más ideas.

Participante 6:— Como las tareas que han salido más transversales, el argumentario, o sea, veo como los grupos territoriales y no sé si, de ahí, luego, sacamos gente para hacer estas tareas más colectivas o si se hace un grupo para, por ejemplo, esa actividad concreta. Hablábamos del argumentario porque veíamos que nos hacía falta.

Ignacio Calderón:— Sí, el argumentario es algo que ha salido en el taller de incidencia política. Planteaba la necesidad de crear un argumentario, porque aunque pensemos que pensamos lo mismo sobre inclusión, no pensamos lo mismo. Tenemos que tenerlo claro. No pensamos lo mismo, y no pasa nada. No pensamos lo mismo y, además, la gente que se una tampoco va a pensar lo mismo; no pasa nada, pero tenemos unas líneas ya creadas. Entonces, esas líneas creadas deberían generar argumentarios que sean sencillos, que podamos compartir y decir, «bueno, pues esto de temas que sean especialmente candentes o que son de actualidad». Por ejemplo, el tema del cierre de los centros de educación especial lo van a preguntar en todas las comunidades. Entonces, podemos hacer un argumentario sobre eso. Tiene que ser algo sencillo. Carla antes ha estado explicando muy bien cómo hacerlo de manera sencilla y tenemos debajo todo el trabajo que se ha desarrollado, que está desarrollado profundamente y avala eso que podemos contar en pocas palabras. Eso también creo que deberíamos ahora mismo asumirlo quienes han estado haciendo de grupo motor aquí.

Bueno, más ideas. Aunque a lo mejor sí que se podría plantear que se diga sobre qué temas nos parece importante que se hagan argumentarios. Algunos serán emergentes, porque mañana sale una noticia de lo que sea y un tema del que hacer un argumentario, pero otros son permanentes. El de los centros de educación especial es un tema permanente. Hay otros temas, por ejemplo, las evaluaciones psicopedagógicas. El otro día, tuve una entrevista y un periodista que me hizo un examen sobre educación inclusiva y me preguntó por las adaptaciones curriculares. Bueno, vamos a hacer un argumentario. Más ideas.

Participante 7 (José Luis Aguirre):— A mí, lo que me gustaría proponer, para cuando debatimos con los centros o con las personas y familias que son forofas de los centros especiales, es hacer un estudio económico de lo que realmente cuesta la educación especial y cómo podría revertir eso en la escuela ordinaria, en la escuela única. Un estudio por escrito y argumentado, «Son 6 millones que van a esto y van al otro». Y si se pasan, a la educación inclusiva, porque siempre dicen: «no, no, es que…». Y de hecho, muchísimos fracasos de la escuela ordinaria, vamos, todos han sido por falta de recursos. Entonces el tema económico es muy importante. Y se agarran muchísimo las familias a este tema. Entonces, hacer un estudio, a ver si somos capaces de que no lo sea, incluso, por zona.

Participante 8:— Dos cosas concretas que habían salido, una que se me ha ocurrido después de debatir un rato largo. Por un lado, es el tema de los talleres de defensa de derechos, de cómo se llevan a práctica, o sea, no solamente con una guía, sino de talleres presenciales de defensa de derechos. Y, luego, estaba pensando otra cosa que compañeros, creo que de Ecologistas en Acción, me comentaban: talleres de activismo. Por ejemplo, en el taller que estábamos éramos varias personas y es como, «bueno, es que a lo mejor también necesitamos aprender herramientas de estrategias de incidencia política». Con lo cual, de la misma manera que, a lo mejor, hacemos talleres de defensa de derechos, de cómo resolvemos esto paso a paso, más allá de tener la guía, que a veces también cuestan entender, podemos hacer talleres de activismo. Tal cual. Por ejemplo, cómo relacionarte con la administración.

Ignacio Calderón:— Lo que pasa es que habría que pensar, más allá de las ideas que estamos elaborando, cómo asumir hacerlas. Por ejemplo, si tú tienes la capacidad de formar un grupo que haga ese taller online, por ejemplo, para toda la gente y todos los territorios, pues eso que nos llevamos.

Participante 8:— De hecho, yo creo que tenemos alguno grabado, luego lo miraré y a ver si lo podemos recuperar. Y hablo ahora ya, no como Monse, sino como Ecom. La dificultad que quizá veo, o sea, es que en el marco general lo podemos tener muy claro, pero luego, a veces, cada comunidad autónoma tiene una normativa específica, un funcionamiento específico, y aquí puede ser donde nos podamos llegar a perder. O sea, yo en Cataluña, pero creo que también estaría interesante bajarlos a cada comunidad autónoma porque, quizá, tenga también una normativa específica o un funcionamiento específico, no sé.

Ignacio Calderón:— Ahora mismo, corremos un peligro, yo lo veo, ¿vale? Corremos el peligro de ahogarnos en demasiadas cosas. Entonces, creo que lo importante que es tratar de simplificar y saber que siempre hay profundidad, o sea, hacer algo simple que después siempre se puede profundizar. Y, después, tenemos que pensar también que ahora mismo estamos diseñando lo general; por supuesto, después se desarrolla en cada sitio. La idea de hacer formaciones creo que debería recorrer las diferentes herramientas que tenemos. Por ejemplo, la guía «Cómo hacer investigación-acción participativa». Si vamos a hacer investigación-acción participativa en los diferentes territorios, más allá de tener la guía, deberíamos poder hacer un encuentro online o varios encuentros online en los que se piensen juntos cómo hacerlo, que se planteen las dudas. Ahora, ¿qué es lo que hacemos nosotros? Bueno, pues lo que podríamos plantear es esto o aquello, de modo que no se quede la gente sola, sino que hagamos grupo de apoyo. Bueno, más ideas.

Participante 9:— Sobre el tema de la accesibilidad, yo quería proponer que en todas las producciones que salgan de este grupo y las que ya hay, se creen varios formatos. Por ejemplo, un vídeo en lengua de signos o en lectura fácil, para que realmente pueda llegar a todo el mundo, porque al final hay un formato que es estándar y si utilizamos diferentes formas de representarlo, llegaremos a más gente.

Participante 10 (Raúl Calleja):— Sí, mira, quería puntualizar lo de hacer el estudio económico argumentando sobre lo que supone tener abiertas las escuelas especiales. Ese estudio ya existe. Existe, yo tengo la información. Es un estudio que, además, desmantela todo el argumentario de la escuela especial, porque son carísimas, carísimas. Y la prueba es que es más del 60 % de los centros especiales son privados. Hay un estudio a nivel nacional muy bueno, y a nivel internacional también, sobre cómo se pierde producto interior bruto al tener a las personas en los centros de educación especial y no tenerlas participando en la vida social.

Ignacio Calderón:— De hecho, a mí me duele decirlo, porque una de las ideas que plantea la propia Unesco es que las escuelas inclusivas son más eficaces y económicamente más rentables. Pero hay que tener cuidado al decirlo, porque te pueden dar la vuelta a la tortilla.

Participante 11:— Tiene que ver con lo que decía allí la compañera, Montse, y con algo que alguien mencionó por la mañana: ¿qué hacemos con lo que está pasando hoy con x niños, con tal chico, con tal chica? Raúl decía: «Yo me ofrezco a dar formación para orientadores o un grupo de apoyo». Creo que de forma online, no sé cómo, sin ahogarnos, que eso también me preocupa, pero tener esos talleres de autodefensa. Si las familias no conocemos o si el profesorado se siente solo en su centro, debemos compartir estrategias más allá de esos materiales. Esta mañana estaba con Conchi que decía: «Pues yo, esta batalla, desde aquí hasta cuarto de la ESO que estoy», y digo yo, «pues lo que haga de saber». Entonces, es algo que hemos hablado también para los chicos y chicas, ¿no? Talleres de autodefensa. Apoyar un poco esa idea. No sé cómo lo podemos hacer. A lo mejor, un primer taller piloto de alguien que haya hecho algo. Probar uno para los estudiantes, otro para las familias. Tenemos la experiencia de los talleres de autodefensa feminista. ¿Cómo podemos llevar eso aquí? No sé, a mí me encanta eso, el compartir esas estrategias del día a día, de que vayas por la calle y te digan, «¿a dónde vas?, ¿y tu mamá?», y tal, y cómo poder responder. A lo mejor, compartir si ya se está haciendo.

Participante 2:— A ver, dos cosas. Una en relación con lo que se está hablando. Yo propongo, y me meto en un jardín, que las federaciones de AMPA organicemos cada una en nuestra provincia, en nuestra comunidad, estas formaciones, porque hablamos de que en cada comunidad hay una normativa que varía, entonces hacerlas adaptadas. Que cada federación de AMPA, pueda hacerlas adaptadas a la comunidad. Ahí queda, mi compañero me va a matar. Y, luego, hablamos de compartir las buenas experiencias, las redes de centros, redes de orientación. Entonces, propongo hacer un documento colaborativo donde vayamos exponiendo estas buenas experiencias y qué centro trabaja bien, para luego hacer una base de datos que se pueda publicar y que todo el mundo pueda acceder y ver lo que se está haciendo.

Ignacio Calderón:— Yo propongo, en la línea de lo que estás planteando, de aquí a un año, que en cada territorio se escoja un centro y que ese centro ponga en marcha alguna de las propuestas que tenemos hechas, que lo documente en vídeo y, al final del año que viene, hacemos un documental con esos vídeos dentro de la escuela. Digo que va en esa línea y creo que podría ser útil, tipo CEIP La Parra o tipo la guía de los estudiantes, o no sé, otras experiencias que hay por ahí. Nosotros hablamos de que las escuelas son excluyentes, sí, pero también hay escuelas que están haciendo cosas que funcionan y, a lo mejor, no lo están haciendo todo perfecto. La Parra tampoco lo hace, o sea, no conozco una escuela que sea perfecta porque es imposible que lo sea, pero están en el camino. Entonces, lo que hay es que recoger qué es lo que están haciendo en el camino algunas personas, centros que sirvan a otros. Más ideas.

Teresa Rascón:— Bueno, recogiendo un poco la idea que comentabas de hacer más accesible el material. Las personas que construimos ese material somos todas, pero es verdad que, muchas veces, para materializarlo somos menos. Entonces, sí que me gustaría proponer de aquí, porque escuché esta mañana alguna compañera que le decía Nacho: «Yo creo que ese documental lo tendréis que traducir a otro idioma, yo me ofrezco porque yo me dedico a esto». Pues en ese sentido, si hay otra persona que se dedique a eso, que pueda hacer más accesible alguno de los materiales, que a través de la página de ‘Quererla es crearla’ se ofrezca, ofrezca ese servicio. Nosotros se lo agradeceríamos muchísimo, porque cuanto más lejos llegue este mensaje, a más gente llegaremos y se producirá ese cambio de cultura. Eso, por un lado, es decir, que cada uno aporte lo que pueda aportar, y que lo diga, ¿vale? Y lo aprovechamos.

Y, por otro lado, va un poco en la línea de lo que han comentado María Jesús y Marta. Por ejemplo, en el taller que yo estaba, que era el taller número 2, ‘Familias por la inclusión’, una asociación comentaba una cosa que estaban haciendo en Castilla-La Mancha. Básicamente, habían creado una asociación en la que estaban colgando o iban a colgar, por ejemplo, los derechos que tienen las familias en esa comunidad autónoma, porque sabemos que la legislación varía de una comunidad a otra. Los derechos e instrumentos que tiene la familia, que muchas veces desconocemos. Correos tipo. Su idea es colgarlo y que, únicamente, tengamos que modificar todo lo relativo a la legislación, todos esos pasos que se van dando, y que esa lucha que las familias llevan, se vaya colgando para que quienes vienen de nuevas, tengan todo eso ahí hecho. Tengan hasta las plantillas de los correos. Esto se está haciendo en Castilla-La Mancha. Me comentaban también que hay otra asociación que se ha hermanado con ellos, en Aragón, y seguro que hay muchísimas iniciativas en este sentido en otras comunidades autónomas.

Bueno, esta sería mi propuesta: crear una red de información, por ejemplo, del ámbito legislativo o ampliarla a otro. Crear esa red. Si hay alguien que haga contacto con esas entidades o trabaja en esas entidades, también sería bueno que volcara, ahí, el trabajo de esta entidad y su comunidad autónoma. A ver si los podemos poner en contacto e ir tejiendo esas redes.

Participante 12:— Nada, es un apunte rápido por materializar algunas de las ideas que salieron. Lo de los aliados, que en teoría debería buscar cada comunidad autónoma, dónde vamos a volcar esa información, porque sería óptimo operativizar una base de datos compartida para, cuando haya una presentación de un documental o una nota de prensa, poder lanzarla a todos esos agentes colaboradores del territorio.

Ignacio Calderón:— Yo diría que habría que pensar aquí lo que vamos a hacer en red y, después, se hace en los territorios. Cada territorio va a tener que concretar a los suyos.

Participante 13 (Paula Verde):— Hilando con lo que decías, Nacho, de cara al año que viene, esos vídeos de prácticas, relacionados con lo que hablaba Chus, también positivas, me recuerda a las respuestas cuando se lanzó la propuesta de Leo, sobre la soledad, que se hicieran vídeos concretos de prácticas y cosas que se estaban haciendo en positivo para que no hubiera soledad en los patios. Yo, por ejemplo, tuve una experiencia positiva, concretamente, pero podría prestarse el centro a contarla como tal. Ahora [Héctor] ya no está en ese centro, pero como eso más. A lo mejor, son experiencias pequeñitas y concretas, que no hace falta que sea un ‘La Parra’ todo ese movimiento, pero cosas concretas que contagien en positivo, porque se habló mucho del contagio en positivo. Me vino a la mente lo que hicimos y que pedimos esos vídeos, ¿verdad?

Ignacio Calderón:— En nuestro taller también se ha hablado de tratar de no mostrar todo el rato lo negativo, sino también mostrar lo positivo. Bueno, más ideas. Queda menos de media hora y hay que cerrar. (Señalando la proyección de la pared) Eso es un listado como un demonio de grandes, ya que eso no se puede hacer. Ahora tenemos que pensar estratégicamente qué vamos a hacer.

(Risas)

Participante 14:— Buenos días, buenas tardes…, ya no sé a qué hora vivo.

(Risas)

Participante 14:— Bueno, si os dais cuenta, creo que os habéis dado cuenta. Prácticamente, todas las opciones y todo lo que se ha propuesto desde cada uno de los talleres coinciden en un montón de cosas con las que los que estuvimos ya en el Workshop de Málaga propusimos. Están saliendo aquí, hoy, cuatro años después. Entonces, si nos podemos aterrizar un poquito más y centrarnos, yo diría que en el próximo año todos estaremos haciendo trabajo en los distintos territorios. Vamos a ponerlo muy fácil, vamos a alinearnos con todo lo que ya está hecho. Hay un montón de cosas que hacer en un año, no vamos a tener tiempo en volver a generar un montón de vídeos, no es esa la tarea. La tarea es hacer incidencia hoy con lo que ya está hecho. Entiendo que si todos los que estamos aquí, que somos más de cien, nos comprometemos a buscar un lugar donde se retransmita el documental, es algo aterrizado, es fácil y cada uno lo hace en su sitio, claro, y el que pueda en dos. Y ya hemos proyectado 400 veces el documental. Si nos comprometemos a ponernos en contacto con la Formación del Profesorado, porque esto tiene que partir de ahí, en muchos casos, habrá gente que conseguirá algo, habrá gente que no, y tiene ahí muchísima información de la que partir.

Imaginad un visionado en cada uno de los centros de Formación del Profesorado, y también en un ayuntamiento. No creo que sea una meta inalcanzable; en un año podríamos proponernos asegurar la accesibilidad de los materiales, que me parece un objetivo fundamental. Si ya tenemos todo el material e información, mañana nos manifestaremos con un manifiesto al que nos hemos adherido y sobre el cual estamos todos de acuerdo, los que estamos aquí. Eso ya nos da trabajo para un año. Claro, tenemos trabajo para un año porque tendemos a dispersarnos y hay que concretar lo de los grupos motores. Pero, mira, hace cuatro años, Nacho, no te asustes.

Ignacio Calderón:— A ver, hay que coger líneas, pero también creo que no hay que quedarse en una de las herramientas. Una de las herramientas, cualquiera, da igual. Imagínate que en una comunidad se dice: «en una escuela hemos conseguido que se utilice una guía». Una guía, ¿no es interesante que de esa experimentación salga un vídeo?, ¿eso no es posible? Lo genera el propio centro y, después, se manda a la estatal. Y, ahí, se genera algo que es colectivo del tipo: «en Extremadura pasa esto, en Galicia está pasando esto, en Andalucía está pasando esto otro…». Digamos que, sobre lo que hemos hecho, sale algo. Muy bien. Más ideas, más ideas. Pero para concretar.

Participante 15:— Hola. Tal vez, no sé qué les parece, pero si se piensa de aquí, no a un año, pero sí a dos meses, la primera de las acciones ya fue dicha: que durante el primer mes se identifiquen los grupos motores en cada comunidad. Puede ser que en el segundo mes. Una vez que ya estén identificados esos grupos motores, que cada grupo motor haya identificado cuáles son las escuelas, los orientadores o los políticos con los que se va a conversar. Tener eso listo, por ejemplo, ya en el segundo mes ese mapeo de actores, tal vez puede ser factible y es una de las cosas iniciales y principales que hay que hacer, saber con quién se va a hablar para, después, saber cuáles son las ideas. Y durante este segundo mes igual, por ejemplo, la Universidad de Málaga también tiene conexiones con otros centros académicos en otros lugares de España. Entonces, no solo ver qué existe en nuestro territorio, porque las personas que viven en otros territorios también conocen o tienen conexiones con otras instituciones. Entonces, empezar a crear ese mapeo en el segundo mes, por ejemplo, y en el tercer mes ya saber con quién vamos a hablar. Por ejemplo, teníamos una lista de 50, y vamos a hablar con cinco. Ir dando esos pasos en este campo en específico. Tal vez, se puedan hacer otras cosas en paralelo, pero tal vez irle dando ese orden puede ser importante. No sé.

Participante 16:— A ver, a mí se me está ocurriendo que, como todos estamos diciendo que lo principal que teníamos que hacer sería proyectar el vídeo en cada comunidad autónoma, lo que se me ocurre es, por qué no, bajo el nombre de Quererla es crearla, podríamos hacer una jornada de inclusión en cada comunidad autónoma y, en esa jornada de inclusión, podemos tanto proyectar el vídeo como crear una asamblea o un coloquio después de proyectar el vídeo. También podemos exponer, como ha dicho Nacho, las experiencias positivas de cada colegio. Yo creo que en esa jornada de inclusión, podemos hacer todo eso. Y bajo el nombre de Quererla es crearla, podríamos hacernos un calendario y decir, «En tal fecha, lo vamos a hacer en esta comunidad». Evidentemente, no vamos a poder, a lo mejor, estar todos en cada jornada de inclusión, pero sí que, como hemos dicho, el grupo motor de esa comunidad que sí esté en la jornada de inclusión. Creo que si es una jornada de inclusión en la que, además, también hay profesionales y familias, podríamos también dar nuestra experiencia o negativa o positiva. Entonces, yo creo que en una jornada de inclusión se puede hacer todo lo que estamos proponiendo.

Participante 17:— Tal vez, pondría un calendario y una fecha, a lo mejor, diría: «para el mes que viene, todos tenemos el compromiso de llevar el documental» y, luego, ver si se ha hecho ese seguimiento y si ese objetivo se ha cumplido en todas las comunidades y qué impacto ha tenido. Creo que sería la propuesta, así, a corto plazo, para que se cumpla y se lleve a cabo. A lo mejor en otro mes, a lo mejor otra idea podría ser ir a los colegios.

Ignacio Calderón:— Creo que tenemos que salir de aquí con la idea de que, primero, lo que hemos decidido, podemos hacerlo. Eso es lo primero, tiene que poderse hacer. Entonces, la idea de hacer proyecciones del documental, la idea de hacer los grupos motores, sabemos que lo podemos hacer. ¿Vale? Y ahora vamos a pensar, ¿qué otras cosas decidimos que sí se van a hacer también?

Jesús Moreno:— Voy a intentar ser práctico. Pienso que, aquí, había gente con etiquetas azules, que son docentes, maestros y tal. Yo quiero pensar, desde mi posición, como profesor de universidad, que me comprometo a que este curso, en mi clase, algunas personas aquí presentes sean actores en mi clase, ¿no? A que se vea el documental. Entonces, en mi clase, yo sé que Nacho lo va a hacer, yo sé que Luz lo va a hacer. Lo que pido a los demás docentes es que nos comprometamos todos a hacerlo, o todos los que podamos de esa manera. Entonces, si somos 10, pues 10 que ya bastáis. Y si podemos también ir hablando con otros docentes de lo que estamos haciendo y tal. Pensad los maestros de escuela y los padres qué podéis hacer. Yo me comprometo con eso y creo que puede ser interesante que lo llevemos a cabo.

(Aplausos)

Participante 18:— Yo no pude ver el documental ayer, pero me enteré de que vino la ministra, ¿no? Entonces, mi propuesta es que, si se logró poder traer a la ministra de educación, si hay gente que puede influenciar en nuestras comunidades para hacer llegar el documental al consejero de Educación, yo qué sé. De hecho, lo comentaba Alejandro, vienen las elecciones el próximo año, y podemos invitar a los partidos políticos, no sé, a hacer un evento con todas estas cabecitas que mueven las fichas de las partidas, estratégicamente hablando, y hacerles llegar este documental. Si pudo venir la ministra, yo creo que, a lo mejor, desde nuestra comunidad autónoma, también esas personas claves en Educación o, a lo mejor, en partidos políticos, estratégicamente, pero hacerlo llegar.

Participante 19:— Hola, buenas tardes. A mí me parece genial todo lo que estamos hablando, pero yo creo que, a lo mejor, nos estamos yendo de manera muy global, como se decía en la agenda antigua 2021. Piensa globalmente y actúa localmente. Yo, antes de ver el documental, ya escribía un correo porque sentí esas necesidades de decir, «oye, yo esto lo hablo en mi ayuntamiento, no sé cómo lo puedo organizar», hablar con las AMPA. Incluso, ahora me han dado una idea con el centro de profesorado de mi provincia, que sería, «oye, pues a mí me gustaría en mi propio pueblo, porque realmente es donde yo veo, que puedo actuar». A nivel de la región, me parece un poquito más amplio, porque si yo doy publicidad, por ejemplo, sí, se va a hacer en Andalucía, Sevilla; sin embargo, los profesores que yo quiero que vean el documental son los profesores de mi hijo, las familias que conviven y no van ahí. Ahora, si lo hacemos en un sitio más cercano a todos…, a lo mejor sabéis lo que quiero transmitir. Entonces, yo por lo menos me comprometo a que yo lo voy a intentar en mi ayuntamiento e intentaré contactar con las AMPA de Rota, a ver qué me dicen y a ver cómo podemos organizarlo a nivel local. Si ustedes ven que, realmente, se tienen que hacer por comunidades, entonces, como ha dicho ella, las jornadas a nivel de la comunidad me parecen de más envergaduras, ¿no?

Ignacio Calderón:— (Se dirige a varias personas participantes) Deberíais hablar de vuestra experiencia en formación de profesorado.

Participante 20:— Nosotras, además de representar a la Federación de Cádiz, representamos a la Confederación Andaluza de AMPA, con lo cual tenemos contacto directo con las consejerías, con los centros de profesorado y podemos hacer extensivo todo lo que se vaya acordando. Y, desde luego, nosotros podemos llegar a más sitios y, de hecho, nos ofrecemos y nos comprometemos a ello. Ya lo sabéis, el año pasado tuvimos la experiencia en Cádiz, donde por primera vez, según vosotros, y yo me alegro de que fuera por primera vez, se le ofreció la oportunidad de hacer una mesa de solo alumnado, una mesa de familia, donde se compartieron todas las experiencias de cada uno y fue, la verdad, de las experiencias más emocionantes que hemos podido tener como federación y como familia. Esperamos repetirla. Ya lo hemos dicho, que quedáis invitados, emplazados, a Cádiz, otra vez. Ya iremos afinando todo esto, pero os digo que nos ponemos a disposición las AMPA de Andalucía porque estamos representadas aquí, ahora mismo. Desde luego, con el acuerdo de todos y cómo lo queramos y decidamos hacerlo, estableciendo las líneas.

Participante 21:— Yo voy a transmitir y a compartir que, personalmente, me estoy agobiando con el tema de la coordinación, porque creo que muy fácilmente puede pasar que muchas fuerzas individuales, sin estar coordinadas, a lo mejor se pisen, se malinterpreten y se repitan.

Ignacio Calderón:— Yo propondría que, de todo eso que ha salido ahí, pongamos en negrita unas poquitas líneas. Primera, organizar proyecciones del documental. Parece que esta es evidente. Y la de generar guías para una persona como enlace y la construcción de grupos motores. Sí, eso sale. No es trabajoso. Yo miro a Susana para que no me regañe.

(Risas)

Ignacio Calderón:— La proyección la va a solicitar cada territorio. Es decir, que no va a pasar si tú no llamas y le preguntas al ayuntamiento si os va a dejar la sala tal día. Sí. Dime, Raúl…, ¿te vas? Adiós.

(Todo el mundo se despide de Raúl Aguirre con aplausos)

Ignacio Calderón:— Decía eso, ese alguien que lo hace no tiene que ser nadie representativo de nada. Me acerco a mi ayuntamiento y le pido que me dejen una sala para hacer una proyección. Si me dicen que sí, mando un correo a ‘Quererla es crearlas’, y ya la he organizado. Y, después, le tengo que dar la difusión. Vale. Eso es otra cosa. Para eso, hay el tema de los guiones.

Vale, (señala una propuesta en pantalla) lo económico, fuera. O, si acaso, lo que se puede hacer es poner ese estudio económico. Vamos a poner el estudio económico que ya está realizado en la web de Quererla es crearla, en el apartado ‘Sabemos’. ¿Vale? Si alguien quiere utilizarlo para lo que sea, ya tiene ahí el documento. Vale, venga, más cosas. Algo que se puede hacer. Venga, yo le pregunto a Susana para que no me regañe. Susana, ¿qué se puede hacer?

Participante 22 (Susana):— (Ininteligible), a menos no nos vamos a comprometer. Y al argumentario. El argumentario. Creo que hay una cosa más importante y es que todas las personas que estamos aquí hablemos el mismo idioma y sepamos de lo que estamos hablando. Y para eso es empaparse de la web. Eso es lo principal. Eso es lo principal y, sobre eso, pivota todo lo demás. Y yo creo que sería lo más importante, empaparnos de la web, las proyecciones, en la creación de los grupos, para estar coordinados en lo que se hace en cada territorio, compartir información, y que cada uno pueda llegar hasta donde pueda llegar. Hay gente que está haciendo un montón de cosas. Si realmente nos alineáramos con la web, estaríamos hablando de lo mismo en todos los territorios. Es que eso ya es tela.

(Aplausos)

Participante 23:— Ahora vengo yo con la agenda, que ellos ya me conocen, que aquí hay que agendar las reuniones, porque si no, no viene ni Dios a las reuniones. Así que, lo que ella estaba diciendo sobre el miedo que tiene a la coordinación, a que no nos pisemos…, creo que a un año vista es demasiado tiempo. Hay que quedar antes, agendar también el primer mes, el segundo mes, pero también ir relatando las dificultades que hemos tenido en el intento de hacer estas cosas. Y para eso necesitamos reunirnos antes. Y como ponga una fecha, o sea, yo me encargo de poner la fecha.

(Aplausos)

Participante 24:— A mí me parece que es fundamental el tema que ha comentado ella de la accesibilidad del material, porque estamos todo el tiempo hablando por ellos, con ellos, y no podemos ser nosotros los primeros que trabajemos o pretendamos trabajar y mostrar accesibilidad e inclusión con un material que no es accesible. (Dirigiéndose a Susana) No sé, Susana, si la oficina de accesibilidad de Extremadura nos puede ayudar en esa tarea. Pregunto. ¿Lo negociamos, no? Lo negociamos, lo negociamos.

Ignacio Calderón:— Es lo que estamos diciendo: si son cosas que son como estatales, tiene que asumirla alguien o alguien es.

Participante 25:— Yo me ofrezco a hacerlo, pero que alguien me eche una mano, por Dios. Vale, gracias, Carmen. Sobre qué clase de ayuda. Tenemos que reunirnos de primeras y ver qué podemos hacer. Estaba pensando en lectura fácil, estaba pensando en lengua de signos. En lectura fácil tengo experiencia. Entonces, bueno, podemos ir viendo a ver qué podemos aportar.

Ignacio Calderón:— Yo diría también que lo que se dijo de los idiomas, es cuestión de que alguien levanta la mano y diga: «Yo puedo hacer que se traduzca este documento al inglés», por ejemplo, ¿no? Pues manda la propuesta a ‘Quererla es crearla’.

Participante 26:— Bueno, no sé si voy a cambiar un poquito de tema porque me ha gustado mucho la propuesta de que nos empapemos de la web. Y es verdad que yo conozco la web, pero no me he empapado de ella. No sé si existe dentro de la web un apartado de foro o algo así para que podamos ponernos en contacto. Yo, por ejemplo, soy profesional de la educación también, además de mamá, y a veces me surgen en el día muchas dificultades para poner en marcha ciertas actividades o ciertas estrategias. Y, a lo mejor, estaría bien tener un foro en el que hablamos el mismo idioma, porque yo puedo preguntar en la red, pero a saber quién me contesta. Pero si tenemos un foro de Quererla es Crear, donde todo el mundo habla el mismo idioma que yo, o por lo menos debería, puedo hacer ciertas consultas de cómo soluciono este tema. Por ejemplo, a mí me agobia mucho el tema de la evaluación. La gente que me conoce, lo sabe, es un tema que me preocupa mucho. Entonces, yo puedo entrar en el foro y hacer mi consulta y que orientadores u otros profesionales o educadores como yo, me puedan decir: «Mira, yo sé que la legislación es diferente de comunidad en comunidad, pero yo lo he solucionado de esta manera», yo hago esto», y yo ya traduzco a mi legislación eso que se está haciendo en otros sitios.

Participante 27:— Estábamos hablando, Raúl y yo, que la red de orientadores y orientadoras es una cosa muy específica y que la deberíamos de trabajar, tener, comprometernos. Sería interesante ampliarla, por lo que si conocéis orientadores y orientadoras que se puedan unir, podemos habilitar un correo.

Ignacio Calderón:— Apuntad por ahí que se habilita un correo para el equipo de orientadores como apoyo para otros orientadores. Y ahí se genera una red.

Participante 28:— Pero no lo veo en forma de foro, sino en forma presencial online.

Ignacio Calderón:— Yo pienso igual. Proponer encuentros online en los que se resuelven dudas, se explican cosas, y tal. Yo creo que si el profesorado quiere algo parecido, debería generar eso otro. Pero para eso hace falta rodaje, creo yo. Plantear foros, primero, técnicamente, tiene una implicación y, después, hay que alimentarlos. Muchas veces los foros, si no están bien alimentados y bien le hacen un buen seguimiento, al final, llevan un trabajal que…

Participante 29:— Yo tengo lo de ‘La habitación de Lucía’, como sabéis. Hicimos charlas y algunas entrevistas. Yo me ofrezco, desde mi canal, a compartir si queréis experiencias de familias, que hay bastantes, o si queréis unirnos todos y hacer charlas o debatir algo. También hay charlas sobre informes psicopedagógicos. Hay muchas cosas ahí que se pueden usar, creo.

Ignacio Calderón:— Vamos a intentar cerrar, no abrir más campos, sino acotando, estamos como subrayando lo que decidimos.

Participante 30:— Yo quería decir, respecto a la evaluación, que la evaluación psicopedagógica es una etapa muy traumática que hemos pasado todos. Un estrés para los niños y las familias. Entonces, además de preguntarle y que los alumnos puedan participar, me parece que se ha dicho en nuestro taller sobre la evaluación psicopedagógica, no se tiene en cuenta la opinión del niño en ningún momento. Ni se le pregunta. Lo que tampoco puede ser es que te entreguen esto, han hablado contigo, cambien a lo mejor completamente lo que tú has dicho, la información que les has dicho y tú eso te lo tengas que comer y no puedas rebatirlo de ninguna manera.

Ignacio Calderón:— Está en la guía.

Participante 30:— ¿Está en la guía? Vale, vale, vale. ¿Y lo de rectificación de los datos inexactos de la agencia, o sea, del delegado de protección de datos y tal, también está? Por lo menos, en la contraportada de Madrid pone: «Usted puede ejercer su derecho de oposición, rectificación, supresión de los datos, tal, acudiendo al delegado de protección de datos asignado, en este caso, de la Comunidad de Madrid, y si no, la Agencia de Protección de Datos». Porque es que hay veces que ponen datos falsos y tú no puedes hacer nada con eso. Entonces, un camino es por ahí, por la protección de datos.

Participante 31:— Yo quería preguntarle a Susana, no me quiero quedar con las ganas de la parte de las experiencias positivas. Es que creo, de verdad, que las comunidades educativas tienen que sentir y ver qué se puede hacer. Y, entonces, no sé de qué manera podríamos organizar algo operativo. Porque es cierto que Nacho, mientras hablabas de que se grabara dentro de los centros, me parece maravilloso, pero yo lo que me he encontrado es que, en general, al menos aquí, en la Comunidad de Madrid, hay una rigidez tremenda a la entrada de cualquier cámara.

Ignacio Calderón:— Lo más sencillo es que, cada grupo motor se haga un aliado o alianza en la universidad. Entonces, se puede plantear, «Oye, mira, una experiencia piloto con esta guía en tal escuela». Claro, buscáis la escuela que creáis que puede ser más afín, se hace la experiencia piloto y, al final, se graba. Es que eso en realidad no es difícil y no es una tarea añadida. Eso es hacer uso de una guía y registrarlo. A ver si, por ejemplo, ahora mismo estoy yo con una guía en Almería y comenzó la semana pasada, a final de año vamos a tener ya un vídeo y lo vamos a mandar a la Unesco. ¿Eso se puede hacer? Claro que se puede hacer, no hay problema con eso. Y creo que es un material que puede ser poderoso y, si lo hacemos interterritorial, puede ser muy poderoso.

Bueno, poned fecha para el siguiente encuentro, que va a ser online, ¿vale? Final de noviembre. Para el último día de noviembre tienen que estar los grupos motores en cada territorio. ¿De acuerdo?

(La gente habla a la vez)

Participante 32 (Antón Fontao):— Estoy super emocionado. Nadie sabe lo que significa para mí lo de ayer, lo de hoy y lo de mañana. Tengo tanto que agradecer, a tantas personas que no lo hago, porque mañana tenemos que ir a la manifestación. Yo sé que va a haber una escuela inclusiva, y eso.

(Aplausos)

Ignacio Calderón:— ¿Hay algún acuerdo que no esté puesto en negrita y que debería estarlo o estamos ya? ¿Estamos ya, sí? Bueno, pues espera, espera, espera, que está.

Participante 22 (Susana):— Mañana tenemos una concentración, imagino que va a ir todo el mundo. Hay que leer un manifiesto y nos gustaría que hubiera gente que se ofreciera a leer cada uno un párrafo y que esté representado por las familias, alumnados, profesionales, todas las comunidades, incluso todas las lenguas. ¿Sonia, te atreves a un párrafo en lengua de signos? (Risas) Igual, mañana hay alguna persona del colectivo sordo, igual le podemos enganchar para que suba. sería muy bonito que se hiciera al revés, que el intérprete lo tradujera al lenguaje oral. Luego, habrá testimonios. Bueno, pues eso, para que haya algo de chicha, que no sea solo gritar.

Ignacio Calderón:— Se ha planificado que la primera media hora sea silenciosa, y durante la segunda media hora, vayamos contando testimonios cortitos de 1 min o una cosa así. Entonces, os invitamos a que todos y todas traigáis vuestro propio testimonio, si queréis lo podéis leer y contar. Que sean breves, eso sí. Creo que va a ser importante y valioso, no solo la lectura del manifiesto, sino los testimonios de la gente. A lo mejor, también podríamos hacer espacio en esos testimonios para el optimismo, para lo bueno que nos ha ocurrido también cuando hemos disfrutado de la escuela, cómo hemos vivido la escuela inclusiva también, incluso en esta escuela excluyente. Entonces, que pensemos un poco en qué es lo que podemos contar mañana y que todo el mundo se implique en contar algo, que no se quede el micrófono solo en ningún momento.

Luz Mojtar:— Vamos a marcar negrita la propuesta que ha hecho Jesús, que Nacho y yo la llevamos a cabo, Tere y Floren también. Entonces, ¿más docentes se apuntan a marcar esto, no? La marcamos. Vale, vale.

Ignacio Calderón:— Bueno, ¿estamos? ¡Qué placer, qué maravilla y que mañana nos vemos! Felicidades, enhorabuena. ¡Gracias!

(Todo el mundo aplaude y da las gracias.)

Fotografía. Asamblea del Workshop Crearla, Madrid, 2022. Intervención de una persona asistente entre el público.
“Asumir la educación inclusiva como derecho humano con todas sus implicaciones supone el reconocimiento en el contexto escolar del valor intrínseco de la persona, que la resitúa en el mundo. En un mundo con historia, en la que no hemos ocupado posiciones equivalentes. Solamente cuestionando las fronteras que nos delimitan, y que dividen luchas y sueños, podremos construir una pedagogía inclusiva radical, que se asiente, también, en nuestro protagonismo en la historia.”

Calderón y Echeita (Forthcoming) Universidad de Málaga y Universidad Autónoma de Madrid

Organizado por

Dónde, cuándo y cómo se desarrolló

  • Fecha: 22 de octubre de 2022, de 10:00 a 20:00 h.
  • Lugar: Ateneo La Maliciosa. Calle Peñuelas 12, Madrid

Producciones científicas a partir del workshop

Algunas publicaciones científicas

Conferencias en congresos científicos