Relato de vida de Corina Álvarez 

Escribiendo mi propia historia 

Sonia López Rodríguez.

Título original: Relato de vida de Corina Álvarez. Escribiendo mi propia historia. Primera edición en lengua castellana: octubre de 2022. Autora: Sonia López Rodríguez, del texto Ilustraciones e imágenes: Corina Álvarez GuerraSonia López Rodríguez y Quererla es Crearla. Colección: Historias de exclusión y de lucha por la educación inclusiva

Texto presentado en el Máster en Educación Inclusiva, Democracia y Aprendizaje Cooperativo de la Universidad de Vic, como parte del Trabajo de Fin de Máster de la autora, titulado “Educación, resistencia e interseccionalidad: historia de una mujer venezolana con Síndrome de Down”, tutorizado por Ignacio Calderón Almendros. Este libro ha sido construido colaborativamente entre Sonia López Rodríguez y Corina Álvarez Guerra. 

Tanto el texto que aquí se presenta y el resto del informe forman parte del Proyecto de Investigación Narrativas emergentes sobre la escuela inclusiva desde el Modelo Social de la Discapacidad. Resistencia, resiliencia y cambio social (RTI2018-099218-A-I00), financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dirigido por Ignacio Calderón Almendros y María Teresa Rascón Gómez, y desarrollado en la Universidad de Málaga. 

Obra publicada con licencia de Creative Commons Reconocimiento-Compartir Igual 4.0 Licencia Internacional. https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/ 

Para nosotras.

Índice

  1. Introducción
  2. Corina Sofía Álvarez Guerra
  3. Venezuela
  4. Mi familia
  5. España
  6. Mi colegio favorito
  7. La pasé mal
  8. Hugo
  9. El amor de mi vida
  10. Soy pintora
  11. Soy actriz
  12. Acerca de la autora

Introducción

El texto que se recoge a continuación nace del encuentro y el vínculo entre dos personas. La primera de ellas quiere utilizar su propia voz para contar su historia y que el mundo la conozca. La segunda es testigo, tanto en su vida profesional como en lo personal, de cómo la voz de las personas con diversidad funcional es silenciada de forma sistemática. Aplastada, minimizada y hasta ridiculizada por parte de profesionales provenientes de diferentes ramas de conocimiento. La necesidad de ofrecer un altavoz a una historia que busca ser escuchada y reconocida, junto con la intensidad del sometimiento a la voluntad ajena, la hipocresía sistémica y la impunidad del sistema educativo para excluir a todas las personas que se salen de lo normativo han sido los motores principales que han impulsado la elaboración de este proyecto. 

La historia de Corina nos habla de desarraigo, de discriminación y de opresión, pero también de expectativas, oportunidades y resistencia. 

Corina Sofía Álvarez Guerra

Supongo que si has llegado hasta aquí es porque te interesa saber quién soy. Y, para qué engañarnos, yo también quiero que sepas quién soy. 

Cuando me piden que me defina, siempre digo que soy “ordenada”, así que empezaremos esta historia, mi historia, por el principio. 

Mi nombre es Corina Sofía Álvarez Guerra y nací el 16 de enero de 1996 en San Antonio de los Altos, cerca de 1 Caracas, capital de Venezuela. Aunque me vine con cinco años a España y vivo aquí desde entonces, soy y seré siempre venezolana. 

Venezuela

Nunca quise irme de allí.

Allá en Venezuela vivía con mi papá, que es español, mi mamá, que era venezolana como yo, y algunos de mis hermanos. 

Cuando nací era muy blanca, muy blanca, gordita y tenía el pelo parado, muy rubio, ¡blanco más bien!, y los (2) ojos azules. Nací con problemas en el pecho, en el corazón, en la vesícula, en la vista… tuve que estar en la incubadora del hospital una temporada, me operaron varias veces y de alguna de esas operaciones no salí bien… Todavía hoy tengo problemas de estómago y tengo que tomar medicinas, pero ya me encuentro mucho mejor y después de operarme la vista, por ejemplo, ya no tengo que usar gafas. 

Como te decía, en Venezuela vivía con mi papá, mi mamá y algunos de mis hermanos. Hasta teníamos dos perros que se llamaban Mufasa y Mafalda. 

De aquellos años recuerdo que mi hermanito pequeño y yo no podíamos salir del piso porque era peligroso y te podían secuestrar (3). Aun así, allá íbamos a la escuela mi hermanito y yo, al salón de infantil donde aprendí (4) muchísimas cosas: los números, las letras… ¡Todas esas cosas que estaban en mis cuadernos! En aquel colegio estaba con todos mis compañeros y mi profesora, que ya no recuerdo cómo se llamaba… También estudiaba. Iba a tareas dirigidas, hacía las actividades que me ponían y 5 comía en el comedor… ¡Solía comerme la comida de todos mis compañeros! ¡La de todos! No tengo ni idea de por qué lo hacía, pero es una historia que siempre que la cuento me hace sonreír. 

Recuerdo ponerme el uniforme, a mi abuelita preparándome la comida para llevar y de cantar el himno nacional al entrar en el colegio. 

En mi país también iba a una asociación para personas con Síndrome de Down que recuerdo con especial cariño. Allí hacía ejercicios de nacimiento, me celebraban todos 6 mis cumpleaños, había payasos, música, bailábamos, nos disfrazábamos… Me hacían sentir muy especial, cuidada y querida. 

Me acuerdo de todas las comidas de mi país: de las arepas con queso de mano, de pan normal, con carne mechada, con chicharrón. Me acuerdo de las areperas. De las cachapas, de los crepes y de las tortitas. También había empanadas de pescado. ¡Se comía tan bien allá!, ¡bien rico, bien sabroso! Aquí sigo comiendo las comidas típicas de mi país, pero no es lo mismo. 

Sin embargo, mi abuela decidió que mis hermanos y yo debíamos irnos de Venezuela y nos mudamos a España en el año 2001, cuando yo tenía 5 años. Yo nunca quise irme de allí y, si lo hubiera sabido, no me hubiera ido del país. No me gustó cómo se hicieron las cosas, no me gustó cómo lo viví. Sentí… ¿cómo explicártelo? Una tristeza… Yo quería quedarme con mis padres que eran lo más importante para mí, no quería dejarles solos. Si pudiera… ¡volvería hoy mismo sin dudarlo! Pensar en aquello me pone triste y aún hoy no entiendo por qué tuvimos que irnos. 

Mi familia 

Ella fue la primera que me vio.

Antes de continuar con la historia, lo primero que tenéis que saber es que tengo mucha familia. Familia en Venezuela y Miami por parte de mi mamá y familia en Galicia por parte de mi papá. 

Arturo, mi papá, se fue a Venezuela cuando era joven y allá conoció a Raiza, mi mamá, y se enamoraron. Fue un amor de película y fueron muy felices juntos. Cuando nos vinimos de Venezuela, ellos se quedaron allá y a mí se me partió el corazón al tener que separarme de ellos. Mi mamá falleció en el año 2003, cuando yo ya estaba en España, y mi papá se fue primero a Caracas, donde conoció a Xulia, su pareja de ahora, y después se fue a Argentina. Hace unos meses que se vino a vivir con nosotros a Galicia. En la casa me prepara el desayuno: él se hace su café y yo me sirvo mi jugo. Me hace muy feliz que esté aquí. Hace poco que también se vino Xulia. En el momento en el que me la presentó, en cuanto la vi, supe que era la pareja ideal para mi papi. Es la mujer de su vida. Él es su Romeo y ella es su Julieta. Xulia conmigo es muy especial, muy cariñosa, como si fuera mi propia madre, ¿sabes? ¡Y es toda para mí! 

Hablamos, compartimos, comemos juntas y paseamos. Le leo poesía, poemas de amor, y a ella le encantan. Como hace poquito que llegó, salgo con ella a pasear para enseñarle la ciudad. Yo la quiero mucho y la aprecio. 

Después están mis hermanos. Somos cinco: Juan Manuel, Jean, Jenny, yo y Luis. 

A mi hermano Juan Manuel, que es hijo solamente de mi papá, y a mi sobrino Daniel Arturo, su hijo, los veo poco porque viven en otro sitio. 

Después está mi hermanito bello, Jean, que es mi (7) hermano mayor, hijo de mi mamá, y además, como si fuera también mi padre. Jean me crio, me dio un techo, me dio comida, amor, afecto, cariño… Me cuidaba, me protegía. Tenemos una relación muy especial. Él era cocinero, aunque ahora trabaja de otra cosa. Hizo varios cursos de cocina que le sirvieron para trabajar en diferentes restaurantes de la ciudad. ¡Si supieras lo delicioso que cocina! 

Luego está mi hermana Jenny, que vive en Santiago. Es también mayor que yo, como Jean, y estudió estética. Le gusta la danza como a mí y, aunque tiene su carácter algunas veces, la verdad es que conmigo no lo saca y tenemos buena relación. 

Luego estoy yo, que soy la del medio (pero de mí os hablaré más tarde), y mi hermano Luis. 

Luis era más pequeño que yo, y recuerdo que de recién nacido era tan hermoso, tan lindo, ¡tan bello! Nació en Venezuela, como yo. Fuimos al colegio juntos, allá en mi país y también aquí, salíamos juntos, íbamos a comer tequeños y heladito… Y me dio a mi sobrino Dieguito. Mi hermano falleció hace unos meses y… fue uno de los peores momentos de mi vida porque él lo era todo para mí. Aquel día estaba tan asustada, tan enfadada, llorando… Recuerdo no querer comer nada y ver a mi hermano mal… Me di cuenta de que en su mirada había sufrimiento y no sabía qué hacer. No pude hacer nada. Y eso es algo que no se olvida, ¿sabes? No se puede olvidar. Estaba triste, muerta en vida. Le quería muchísimo. A mi manera, por supuesto, pero le quería muchísimo. Fue un gran hermano para mí. Luis es mi recuerdo más triste, y a la vez más feliz. 

Y después está mi abuela. Mi abuelita bella, hermosa. (8) Ella es la mamá de mi mamá y… ¿qué contarte de ella? El día que yo nací, ella estaba. Desde el primer día, en el hospital en Venezuela, ella estaba ahí. Me vio a mí recién nacida en la incubadora, me agarró en sus brazos, me besaba y me consentía. Me daba el tetero yo me dormía (9) en su pecho. Ella fue la que descubrió que yo era Down. Mi abuela dijo: “Ella es Down, es ella”. Y me miró con esa dulce mirada de amor, ¿sabes? Ella fue la primera que me vio. 

Además de mis papás, mis hermanos y mi abuela, tengo mucha más familia en Miami, Venezuela y Galicia: mi tía Rebeca, mis tíos Pepe y Tamara, mi primo Samuel, mi prima Inés… 

Hasta antes del COVID, viajábamos todas las navidades a Miami, Florida, a ver a mi familia y amigos que están allá. Pasábamos allá también los reyes y mi cumpleaños. (10) Recuerdo que un año hasta fuimos a Disney cuando era pequeña. Cuando estamos en Miami, nos quedamos en casa de mi tía y duermo en la camita de mi prima al fresco. Allá paseamos, salimos, nos tumbamos afuera, vemos partidos, comemos afuera también. Fuimos también a una hacienda con caballos… Me fascinan los caballos. En esa hacienda conocí a actores y cantantes famosos. Fuimos a una casa en la playa donde nos quedamos a dormir… Tengo fotos en un sitio donde comimos dulces con Dayana y yo tomé un batido de fresa. Mi hermano Jean (11) ese día probó el batido de cocada, que lleva leche, leche condensada, hielo, coco… Y también es típico de Venezuela. 

Si pudiera ir a cualquier sitio del mundo, creo que me iría a Miami. A Miami o a New York, porque mi mamá estuvo allá y a mí me encantaría conocer ese sitio y ver qué tal es. 

España

Repetí, repetí, repetí y repetí. 

Como decía antes, llegué a España con cinco años, en el año 2001. Mi abuela, mis hermanos Luis, Jean y yo, nos quedamos unos meses en Santander, en una casa en la que recuerdo pasar mucho, mucho frío y que además estaba cerquita del parque de la Magdalena y del colegio donde estudiábamos mi hermano Luisito y yo. 

Pasamos esas navidades en el pueblo, en Quintela, ya en Ourense, y después nos mudamos al piso de la calle Ramón Puga durante más o menos tres años. Allí fui a un colegio del que recuerdo sobre todo el comedor donde yo comía, recuerdo también otras cosas como el patio, el colegio por dentro y los baños, pero es que el comedor… ¡Era inmenso! Recuerdo estar con las cuidadoras que me cuidaban y me (12) enseñaron a comer un poquito de todo, aunque no me gustara. ¡Hasta me obligaban a comer a la fuerza! Aun así, siento que en ese colegio me trataron bien, con cariño, de forma especial. Compartía clase con otros compañeros y compañeras, pero no mantengo el contacto con ninguno de ellos. 

En el año 2005 nos mudamos a San Benito, en el ayuntamiento de Pereiro de Aguiar, y me volví a cambiar (13) de colegio. En ese colegio estuve hasta más o menos el año 2010. Ahí también hice mi primera amiga, Arancha, porque estudiábamos allí, comíamos juntas en el comedor y éramos vecinas. Arancha era pequeña como yo, y recuerdo cantar canciones de Juanes con ella. Aprendí a leer y escribir y me encantaba, pero… ¿qué pasó en ese cole? Que repetí, repetí, repetí y repetí sexto, sexto, sexto y ¡sexto!14 ¡Un montón de veces! Hasta que nos mudamos a la casa en la que vivo ahora con mi papá, mi hermano y mi abuelita, y me fui a estudiar a otro colegio. 

Mi colegio favorito

Buenos recuerdos. 

Si tuviera que elegir un colegio favorito, sería, sin duda, este del que os voy a hablar. Allí estuve desde el año 2010 hasta que terminé en el año 2017. 

¡Tengo tantos buenos recuerdos! Allí conocí al amor de mi vida y aprendí muchas cosas, aunque también la pasé mal. Me levantaba tempranito e iba a la parada del autobús con mi hermanito. 

Yo estaba en una clase pequeña con mis compañeros (15) Hugo, Alba, Kevin e Iker y mis profesoras que eran Marián (16) y Marta. Con Marián siempre tuve una conexión muy especial, me trataba con mucho afecto y amistad y le cogí mucho cariño. Y tengo que decir que Marián fue testigo de ese amor que yo tuve en el colegio. Me acompañó cuando lo pasé mal. 

Recuerdo que Marta me reñía más que Marián. No podría ponerte un ejemplo concreto, ¡pero tengo la sensación de que me reñía por todo! Aunque tengo que decir que me encantaba estar con las dos. Siempre me ayudaron con la lectura, con las tareas que me ponían, me las explicaban y la verdad es que yo era feliz con ellas. Con ellas todo era fantástico. Nos acompañaban a la clase grande, a gimnasia… A mí me gustaba mucho mi clase (17) pequeña y, como te decía, era feliz con mis profesoras, pero la verdad es que me gustaba más la clase grande, donde estaban todos los compañeros. 

Recuerdo a Alejandra, mi tutora de esa clase grande y que también me daba clase a mí. Ella me explicaba cosas como el cuerpo humano, me hablaba de los mapas, de la danza y de los diferentes países. 

Estaba también Pedro, mi profesor de educación física, que era tranquilo, muy guapo y me caía bien. Estaba Ignacio que hacía gimnasia conmigo. Estaba Miguel, que recuerdo que se metía mucho con Hugo, mi compañero. Estaba Manuela, la profesora de música que explicaba muy bien, las cuidadoras… 

¿Qué te puedo contar de mí cuando estaba en ese colegio? Yo era una chica tranquila, calmada, que se concentraba en sus tareas y que solo se ponía nerviosa cuando veía al que fue el amor de mi vida. Hacía los deberes cuando llegaba a casa con mi abuelita bella, hermosa, y estábamos ahí las dos: ¡dale, dale, dale, dale! Aunque tengo que decir que tampoco me exigía tanto. 

La pasé muy mal

Me he tenido que defender en otros momentos. 

Te decía antes que también la pasé muy mal y es que no todo son buenos recuerdos. Uno de mis compañeros de la clase pequeña me trató muy mal. Me gritaba, me humillaba, me perseguía por el patio, me asustaba y hasta casi me mata por las escaleras… Hacía el show y el teatro… ¡era muy escandaloso! Hizo lo que le dio la real gana. Me perseguía y me decía: “¡Es que me gustas!” y creo que el problema fue ese. Que le gustaba. Que quería que fuera su novia y se me acercaba… ¡Hasta se atrevió a ponerme una mano encima! A mí él no me gustaba y me defendía. Le decía: “¡Apártate!, ¡no te me acerques!, ¡aléjate de mí! No me vas a poner nunca una mano encima”. Aunque me defendía sola, también Hugo me defendía de él. Tengo muy mal recuerdo de esa época, aunque ahora nos llevamos mucho mejor y hasta me hace reír a veces. 

Me he tenido que defender en otros momentos. A mí y a mis compañeros. Una vez, en una salida, fuimos a un (18) bazar. Había muchísima gente por la calle y empujaban a Mónica. Entré en la tienda y yo quería ver cuánto valían (19) unas cajas, pero no tenían el precio. Fuimos a la caja Mónica y yo para preguntar y pagar, y no quisieron cobrarnos a ninguna de las dos. Yo estaba ahí: “Te estoy hablando” y nada, no me pegaba ni bola. Yo estaba ahí y como si no estuviera. Pasó de mí y yo tenía el fuego dentro. Y yo me saqué la rabia por fuera: “¿Me quieres hacer caso? ¡Te estoy hablando!”. Nada. Salí indignada. Tenía un odio dentro… ¡rabia!, ¡furia! Me sentía mal por Mónica y por Alba, porque les vi la cara. 

Hugo

El único amigo.

Antes te decía que Hugo me defendía cuando alguien me trataba mal. Hugo me defendía y me defiende aún hoy en día. Podría decirse que, en esa época, mis amigos eran los que estaban en mi clase, pero a la vez siento que Hugo era (21) el único amigo que yo tenía en mi vida. Era el que me apoyaba y me defendía. A veces se portaba mal y a veces bien, pero siempre estuvo a mi lado y todavía hoy me apoya en todo. Está siempre ahí, cerquita mía. ¡Me pone unas caritas de enamorado! A veces me coge de la mano, me la besa… Algunos compañeros nos dicen que “qué monos somos” y yo les digo: “¡cállense!, ¡cállense!”. O Alba, por ejemplo, que me dice que estoy enamorada de él y yo paso…, ¿ya sabes, no? Lo que pasa es que a Hugo le gusta estar conmigo, lo pasa bien conmigo y es muy caballero. Se preocupa por mí, por si estoy a dieta, si algo me sienta mal cuando salimos a comer… Es bonito tener algo así. 

El amor de mi vida

De haberlo sabido…

Podría estar horas hablando de él. Me vienen muchos, muchos, muchos recuerdos juntos. Le conocí en el último colegio en el que estuve. Era más mayor que yo y amigo de mi hermano Luis. Él estaba en la clase grande, pero íbamos juntos al comedor. Yo estuve muy, muy, muy enamorada de él. ¿sabes? La historia se acabó porque otra chica quería estar con él, yo me sentí un poco incómoda y ¡quise matarla! Porque todo se acabó por su culpa, porque ella intervino, pero fue una historia de amor bien bonita. Estuvimos juntos en el patio, me acarició la mano y me puso una flor en el pelo. Ese primer amor se me quedó aquí dentro, en el pecho, ¿sabes? Él era tan bello conmigo, tan bonito. Yo me hubiera quedado con él para siempre, hubiéramos estado juntos para siempre. Nunca nadie me caló así tan bonito. 

Historia de amor. Me hubiera encantado casarme con él, en la playa, con vistas al mar y pasar la noche en una casita. Pasar juntos un diciembre y la navidad. Tener una luna de miel y celebrar juntos nuestros aniversarios. Ir a exposiciones solos, a ver cuadros de pintores, ir a Las Vegas y jugar a las cartas. De haberlo sabido. Yo sabido. Me hubiera ido con él. (Corina, fragmento) 

La verdad es que le echo de menos y me encantaría saber qué fue del amor de mi vida. 

Soy pintora

Que la gente los viera. 

Te contaba antes que me defino como “ordenada”, pero también soy pintora, actriz y modelo. 

Soy pintora porque pinto cuadros y bien bonitos. Cuando pinté el primer cuadro era muy pequeña y no me gustó nada… Demasiados colores para mi gusto. Recuerdo que intentaba pintar un dibujo y nada… No me salía. Empezaba a pintar. 

Es algo que me viene de familia porque mi abuela también pinta unos cuadros que le quedan de maravilla. Ahora yo pinto en óleo o, a veces, a mano alzada. Algunos cuadros son más complicados que otros, recuerdo uno en el que era difícil hacerles las plumas a los loros. Hago cuadros para mí, para mis hermanos, para mi sobrino Dieguito con los personajes que le gustan como los PJ Masks. Ese todavía no se lo di, está en casa para cuando venga. 

Soy actriz

¿Yo soy igual que ella?

También soy actriz. Y me gustaría mucho trabajar como actriz venezolana porque estoy muy orgullosa de ser de allá. En el año 2018 grabé una película que se llama Olvido y León en la que hacía el papel 22 de Elenita. Es la segunda parte de una película que se llama León y Olvido. Me llamaron para la entrevista, fui allá y me (23) presenté. Me hicieron varias preguntas y me cogieron como actriz de primera clase. Recuerdo que estaba un poco nerviosa cuando contestaba a las preguntas en la entrevista, pero al final me cogieron para hacer del personaje de la mala de la historia, como villana. El director me dijo: “¿Quieres hacer un trato conmigo?” Y yo confié en él. Tuve que estudiar el guion y mi libreto eran muchas palabras… ¡Como ochocientas! Y las dije casi todas. Era la primera vez que yo hacía una película y me sentía un poco nerviosa con el guion porque tenía que repetir, leerlo y a veces no lo entendía. Javier y Mariana (24) me ayudaron y me consintieron. Íbamos desde bien tempranito, mi hermanito y yo a Ribadavia, a la grabación y nos invitaron a comer fuera. Recuerdo que había una escena en la que me comía un helado y cada vez que teníamos que repetirla me daban otro helado, ¡y venga helados!, ¡y venga helados! 

En la película trabajé con León, que era el (25)protagonista. Nos llevamos muy bien y él me miraba con su carita así…, ¿sabes? Me gustó mucho trabajar con él. ¡Qué lástima que se fuera tan pronto porque era un gran actor de películas! En las escenas yo le decía: “¿Tu hermana es (26) puta?” y “¡Eres un perro!”, y yo me partía de risa. Me sentía como una estrella de cine. 

Cuando se estrenó la película, fuimos al auditorio, a la alfombra azul, mi familia y yo: mi hermana, mis hermanitos, Dieguito… Después nos fuimos a celebrarlo. Iba a hacerse una gala en Coruña, pero al final no fuimos para allá porque no se celebró. No hubo ni gala, ni cena. (27) 

También quise hacer teatro con el director. Ahora mismo estoy inscrita a teatro en la universidad, apenas estoy comenzando. Voy los martes y los jueves a clases. 

La verdad es que me convence lo de trabajar como actriz. Me convence trabajar como actriz, como modelo… También me encantaría trabajar como manager y ser la que prepara a los actores e irme de viaje con ellos a New York, Miami, Italia y a todas las capitales de la moda. Viendo las firmas de moda y las colecciones de las diferentes estaciones del año. Colección de primavera. Colección de verano. Ahí te pagan bien. 

No son los únicos trabajos que me planteo, me gustaría también probar como modelo y hacer algún curso de modelaje. También pienso en productora, compositora musical, escritora, fotógrafa haciendo fotografía de esa bien enmarcada… auxiliar de oficina, camarera o dependienta también estaría bien. Pero no aquí. En alguna playa de Mallorca, Valencia, Albufeira… Creo que me vendría bien irme un tiempo de viaje y conocer sitios nuevos. 

Además de pintora y actriz, también bailo. Me gustan las danzas del mundo y fui a varios cursos durante los últimos años, antes del COVID, claro. Danza del vientre con mi hermana, danza árabe, danza “doll”, danza hindú estilo (28) Bollywood… Al final de curso hacemos una actuación en el auditorio delante de muchísima gente. Probé durante un tiempo con las sevillanas también, pero no se me dan bien. No son lo mío. No me gustaron. Lo que sí me gustaría (28) mucho repetir son los cursos de todas esas danzas, pero por ahora no puedo bailar porque no tengo fuerzas en el cuerpo, en los pies y en las piernas. 

Cuando bailo, cuando pinto, cuando canto, cuando escribo… Son cosas que me ponen feliz. Es lo mío. 

A mí me encantaría ser una mujer reconocida, famosa, hacer mi vida, ser feliz y poder estar en mi vida. Me gustaría viajar, tener pareja, vivir con él y cantar juntos todas las canciones que nos gusten. 

Pero es complicado. Porque la gente son personas que hacen su vida, salen, se toman algo y tienen esa vida. Y yo, la verdad es que quiero esa vida que tiene la gente. Puedo tenerla, pero es difícil. Hay otra gente que hace su vida y yo, pues soy Down. No me gusta el Down, pero yo me siento bien. Estoy contenta con cómo soy. 

Ya para acabar, contarte que a mí me gusta muchísimo ver telenovelas en casa: Sin senos no hay paraíso, La hija del mariachi, Doña Bárbara y muchísimas más. Tengo todas apuntadas en mis papeles. 

Hay una novela que se llama “La mujer perfecta” en la que sale la actriz Mónica Spear e interpreta a un (29) personaje que se llama Micaela Gómez. Pues ese personaje tiene un síndrome. Síndrome de Asperger. Creo que es importante que haya personajes, actores y actrices que tengan síndromes en la televisión, porque yo la veo y a veces me pregunto: “¿Yo soy igual que ella?” 

Acerca de la autora

Sonia López Rodríguez es hija de madre y padre sordos. Mujer. Psicóloga en continua deconstrucción. Enamorada de esa educación que ve, acoge, valora y cree en todas las personas. Radical defensora del poder que tienen los movimientos colectivos en la transformación social y con el pleno convencimiento de que otra forma de hacer las cosas es posible. 

Notas

  1. Pueblo ubicado en el municipio de Los Salias, en el Estado de Miranda, a unos 20 km de Caracas. 
  2. Expresión que significa “de punta”, “hacia arriba”. 
  3. Apartamento. 
  4. Escolarización correspondiente a la etapa de Educación Infantil en el sistema educativo español. 
  5. En algunos países de América Latina las tareas dirigidas son el equivalente a clases extraescolares de refuerzo educativo en pequeños grupos. 
  6. Hace referencia a la intervención vinculada a la atención temprana.
  7. Expresión literal que utiliza Corina para referirse a su hermano Jean. 
  8. Expresión literal que utiliza Corina para referirse a su abuela. 
  9. Biberón. 
  10. 6 de enero, día de Reyes. 
  11. Amiga de la familia. 
  12. Auxiliar técnico educativo (ATE). 
  13. También en la provincia de Ourense, a las afueras, aunque a escasos minutos del centro de la ciudad. 
  14. Hace referencia a sexto curso de Educación Primaria. 
  15. Hace referencia a un aula específica para alumnado denominado con Necesidades Educativas Especiales. 
  16. Se modifican los nombres originales de los compañeros porque estas personas no participan en la investigación. También se modifican los nombres del profesorado a excepción de Marián, quien sí participa como informante elegida por Corina. 
  17. Aula ordinaria. 
  18. Hace referencia a una salida al entorno dentro del marco del programa de Transición a la Vida Adulta en la entidad a la que acude. 
  19. Compañera de Corina que se desplaza con bastón. 
  20. Compañeras del programa de la entidad a la que asiste. 
  21. Aula específica. 
  22. Para saber más: https://www.imdb.com/title/tt12485306/ 
  23. Para saber más: https://www.imdb.com/title/tt0414225/?ref_=nm_ov_bio_lk1 
  24. Xavier Bermúdez y Mariana Romero, director y manager de producción de la película, respectivamente. 
  25. Personaje interpretado por el actor Guillem Jiménez. 
  26. El actor Guillem Jiménez fallece en febrero de 2021. 
  27. Aunque no se concreta la temporalidad, las fechas coinciden con el inicio de la pandemia COVID. 
  28. Tipo de danza árabe, similar a la danza del vientre. 
  29. Hace referencia a la actriz Mónica Spear que encarna al personaje de Micaela Gómez en la telenovela venezolana “La mujer perfecta”. Para saber más: https://es.wikipedia.org/wiki/Mónica_Spear